Giovanna Martelli
Profesor asociado de Ciencia Animal Departamento de Medicina Veterinaria.
El término entomofagia deriva del griego éntomon, ‘insecto’, y phagein, ‘comer’, y describe un comportamiento alimentario que incluye a los insectos como alimento para el consumo humano o como pienso para los animales.
Desde el punto de vista ecológico, es un tipo de depredación, una relación en la que miembros de una especie consumen a miembros de otra especie. Desde el punto de vista antropológico, es una práctica extendida en diversas poblaciones y especies del planeta destinada a satisfacer las necesidades nutricionales.
La práctica de comer insectos se cita en toda la literatura religiosa de las confesiones cristiana, judía e islámica: “Juan estaba vestido con pelo de camello y con un cinturón de pieles alrededor de sus lomos, y comía langostas y miel silvestre (Marcos I: 6). |
Los insectos en la economía circular
El crecimiento demográfico mundial y la demanda de alimentos de origen animal influyen, y seguirán influyendo inevitablemente, en la demanda de piensos.
Además, la mayor necesidad de materias primas supone una presión adicional sobre recursos naturales limitados como la tierra, el agua y la energía. Esta tendencia obligará a adoptar políticas específicas para abordar los problemas de sostenibilidad.
Los insectos poseen características fisiológicas peculiares que les permiten aprovechar las proteínas y la energía de la dieta con mayor eficacia que las especies ganaderas convencionales. |
Los insectos son animales poiquilotérmicos (es decir, su temperatura corporal sufre variaciones considerables) y su metabolismo no requiere energía para mantener constante su temperatura interna, a diferencia de lo que ocurre con los animales homeotermos (mamíferos y especies aviares). Por ello, los insectos pueden convertir los nutrientes de la dieta en proteínas corporales de forma muy favorable.
Los índices de conversión alimenticia (la cantidad de alimento que se necesita para producir un aumento de peso de 1 kg) varían mucho según la clase de animal y las prácticas de producción utilizadas.
Normalmente, 1 kg de peso de animal vivo en un sistema de producción de Estados Unidos requiere la siguiente cantidad de alimento: 2,5 kg para el pollo, 5 kg para el cerdo y 10 kg para el vacuno.
Los insectos necesitan mucho menos alimento. Por ejemplo, la producción de 1 kg de peso vivo de grillos requiere tan sólo 1,7 kg de alimento. Cuando estas cifras se ajustan al peso comestible (normalmente no se puede comer todo el animal), la ventaja de comer insectos es aún mayor (Van Huis, 2013). |
Los insectos han recibido una atención creciente dentro del enfoque de la Economía Circular (EC). La economía circular puede definirse como:
Un sistema regenerativo que minimiza la entrada de recursos y la generación de residuos y emisiones, el desperdicio energético.
En la práctica, esto implica reducir los residuos al mínimo. Además de la mejor capacidad de los insectos para convertir la materia orgánica en proteínas que otras especies, su crianza requiere menos espacio, agua y, a menudo, menos energía que el ganado convencional (Figura 1, Dobermann et al., 2017). |
Figura 1. Cantidad de terreno, alimento y agua necesarios para producir 1 kg de peso de animal vivo y porcentaje del animal que es comestible (adaptado de Dobermann et al., 2017).
Debido a su perfil de nutrientes, pueden contribuir a una dieta humana y animal más equilibrada, sirviendo como sustituto de ingredientes ecológicamente críticos, como:
Además, los insectos pueden convertir eficazmente residuos orgánicos, a menudo no utilizados y disponibles, en masa corporal (Derler et al., 2021). |
Legislación de la UE sobre el uso de insectos en la formulación de piensos
Los productores de insectos son responsables de garantizar la seguridad de los productos comercializados de acuerdo con la “Legislación alimentaria General” europea (Reglamento CE 178/2002) y el “paquete de higiene” (por ejemplo, el Reglamento CE 852/2004 y el Reglamento CE 183/2005).
Los insectos y sus productos derivados, excluidos los insectos vivos, destinados a la alimentación animal se consideran subproductos animales. Esta calificación conlleva una serie de obligaciones para los productores definidas en el Reglamento CE 1069/2009 y su Reglamento de aplicación UE 142/2011.
Tras la publicación del Dictamen de la EFSA de 2015 sobre el “Perfil de riesgo relacionado con la producción y el consumo de insectos como alimentos y piensos”, el Reglamento UE2017/893 autorizó por primera vez las siguientes proteínas animales transformadas procedentes de insectos de granja en los piensos para especies animales de acuicultura:
Tras los cambios introducidos en el Reglamento CE 999/2001 por el Reglamento UE 2021/1372, las proteínas animales procesadas derivadas de insectos están ahora permitidas para su uso en piensos para cerdos o aves de corral, junto con alimentos para animales de compañía y de peletería (Ipiff, 2021). |
Insectos en las dietas para cerdos
La mayoría de los estudios realizados sobre la digestibilidad de las proteínas y los aminoácidos, así como los realizados para evaluar el rendimiento zootécnico de las dietas que contienen insectos, arrojan resultados que varían en función de la especie de insecto estudiada (y de la tecnología de procesado que se le aplique), de la formulación de las dietas y del diseño experimental utilizado.
Sin embargo, en términos generales, los resultados disponibles hasta la fecha indican que las harinas a base de insectos tienen un buen potencial como fuentes de proteína para la nutrición porcina. |
Tal y como han señalado recientemente Veldkamp y Vernooij (2021), el contenido proteico de (Tenebrio molitor; TM), la mosca doméstica (MD) y la mosca soldado negra (MSN) es comparable al de la harina de soja, pero inferior al de la harina de pescado.
El contenido de grasa de estas especies de insectos es mayor que el de la harina de soja y la harina de pescado, y el perfil de aminoácidos se aproxima al de la harina de soja y la harina de pescado (Tabla 1, Veldkamp y Vernooij 2021). |
Tabla 1. Composición química de los productos de las prepupas de mosca soldado negra, de harina de larvas de mosca doméstica, de larvas de gusano de la harina, de harina de soja y de harina de pescado (adaptado de Veldkamp y Vernooij, 2021).
La digestibilidad ileal estandarizada de la proteína bruta y de los aminoácidos de la harina de larvas de MSN entera, de la harina de larvas de MSN parcialmente desgrasada y de la harina de larvas de MD en cerdos en crecimiento es comparable a la digestibilidad de los aminoácidos de la harina de soja y de la harina de pescado.
La digestibilidad de los aminoácidos de la harina de larvas de MD fue mayor que la de la harina de larvas MSN.
En cuanto a los parámetros de crecimiento, la inclusión de larvas de MSN al 3,5% en detrimento de la harina de pescado en las dietas de creep feeding para lechones no modificó la ganancia de peso. En cuanto a los lechones destetados, la utilización de larvas de TM secadas al aire en 0, 1,5, 3,0, 4,5 y 6,0% a expensas de la harina de soja y el aceite de soja dio lugar a una mejora lineal de los parámetros de crecimiento de los animales de 28 a 63 días de edad.
La inclusión del 5-10% de TM en las dietas para lechones destetados de 35 a 63 días de edad en sustitución de la harina de soja no afectó a los parámetros de rendimiento; sólo la GMD fue menor en los cerdos alimentados con dietas con un 10% de TM en comparación con los cerdos alimentados con dietas de control y con TM al nivel de inclusión del 5%. |
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Tabla 2. Crecimiento de cerdos alimentados con productos a base de insectos (tomado de Veldkamp y Vernooij, 2021).
MSN = mosca negra soldado (Hermetia illucens); IC = índice de conversión; MD = mosca
doméstica (Musca domestica); PT = Ptecticus tenebrifer; TM = Tenebrio molitor
En lo que respecta a la calidad de la canal y de la carne, los pocos estudios disponibles no destacan actualmente ningún efecto negativo debido al uso de insectos en las formulaciones para cerdos.
Del mismo modo, los estudios sobre la salud de los animales son todavía escasos. |
Sin embargo, a partir de los resultados actualmente disponibles, sería posible suponer una mejora potencial de la población microbiana intestinal probablemente inducida por las sustancias bioactivas (por ejemplo, péptidos antimicrobianos, ácido láurico) contenidas en los cuerpos de los insectos.
Otro aspecto muy interesante relacionado con el uso de insectos es su papel como elementos de enriquecimiento ambiental: una investigación reciente llevada a cabo en Wageningen (Ipema et al., 2021) muestra que las larvas vivas de MSN ejercen una marcada atracción sobre los lechones destetados y afectan positivamente a su comportamiento, lo que favorece el bienestar animal.
Necesidades y perspectivas futuras
El principal reto al que deben enfrentarse las industrias de proteínas de insectos es el de la escalabilidad, ya que el precio actual de comercialización de las harinas de insectos aún no es lo suficientemente competitivo.
Para ello, hay que mantener un nivel de calidad muy alto de los productos para satisfacer las expectativas del mercado.
Además, habrá que realizar regularmente más análisis de costes y beneficios – para investigar cómo influyen efectivamente estos ingredientes alternativos en los costes globales de producción.
En este contexto, el valor funcional de los insectos para mejorar la salud de los cerdos merece una atención especial, ya que podría aumentar aún más la competitividad y la perspectiva económica de estas fuentes de proteínas en comparación con las convencionales. |
- Teniendo en cuenta el carácter de mini-ganado de los insectos, cabe pensar que su bienestar, en todas las fases de producción y sacrificio, deberá salvaguardarse como el de las demás especies.
- En cuanto a la aceptación por parte de los consumidores, la presencia de insectos en los piensos, aunque con algunas diferencias según el animal productor de alimentos considerado, no parece un obstáculo en sí mismo.
- Sin embargo, es necesario realizar estudios sobre la aceptabilidad de productos de alta calidad, como los productos cárnicos con denominación de origen protegida (DOP), especialmente los jamones (España, Italia y Francia son los principales productores), obtenidos con estos ingredientes no convencionales.
- Por último, deberían realizarse más estudios aplicando el método de ECV (Evaluación del Ciclo de Vida) para investigar más a fondo el potencial del uso de los insectos como una opción respetuosa con el medio ambiente.
En el Departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de Bolonia (Italia) se está investigando, en colaboración con una empresa externa, el “bienestar” de las larvas de MSN en función de sus condiciones de cría. Además, a partir del próximo año, está previsto investigar los efectos de la inclusión de larvas de MSN en las dietas para cerdos de genotipos y edad aptos para la producción de jamones DOP. |