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Acuerdo estratégico para el Mercosur

 

El presidente Tabaré Vázquez y Xi Jinping, mandatario de la República Popular, acordaron establecer un acuerdo de libre comercio (TLC) entre China y Uruguay a partir de 2018.

El acuerdo de libre comercio China/Uruguay en 2018 es un acontecimiento fundamental en la historia de los países del Mercosur.

La decisión de Tabaré Vázquez es un punto de inflexión en la historia de Uruguay, y por su envergadura y el momento histórico en que se ha decidido, dado que China es a la cabeza del sistema mundial junto con Estados Unidos y su producto bruto interno es el mayor del mundo – se trata de una decisión que arrastrará por necesidad al resto del Mercosur, Brasil y Argentina, en primer lugar.

De este modo, en los próximos dos años (2017/2018) Brasil, Argentina y Paraguay, resolverán la firma de un acuerdo de libre comercio con China, que implica la conversión definitiva del Mercosur en la gran plataforma de producción de proteínas del siglo XXI, por encima de la existente en el norte del hemisferio americano, constituida por EE.UU. y Canadá.

El año pasado, Uruguay exportó a la República Popular productos agroalimentarios por U$S 2.095 millones –incluyendo lo vendido a través de zonas francas-, y de ese total, 44% corresponde a la soja, 34% a la carne bovina y el resto a la celulosa.

China es el eje de la demanda mundial de agroalimentos, dada su gigantesca transformación dietaria, con el vuelco masivo de su población al consumo de proteínas cárnicas, aumentando cada vez más sus importaciones de granos para la alimentación animal (soja, harina de soja, maíz). El año pasado importó 90 millones de toneladas de granos para la alimentación animal, que serían 200 millones de toneladas en 2025.

Los acuerdos de libre comercio que suscribe China son ante todo pactos de inversión. La República Popular se ha convertido en la principal fuente de capitales del mundo de hoy, por encima de EE.UU. y la City de Londres.

Uruguay requiere de manera inmediata una inversión en infraestructura por U$S 12.500 millones, centrada en el desarrollo de los ferrocarriles y en el equipamiento y modernización de los puertos, incluyendo la construcción de un nuevo puerto de aguas profundas en la zona de Rocha, a mitad de camino entre La Paloma y Cabo Polonio.

El nuevo puerto de aguas profundas uruguayo es una necesidad para todo el Mercosur, y estaría en condiciones de procesar logísticamente las naves post-Panamax, convertidas en la regla del transporte marítimo mundial, tras la terminación -este año-, del Canal de Panamá ampliado, que duplica su capacidad y multiplica la importancia geopolítica del istmo centroamericano.

Fuente : www.clarin.com

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