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Amortiguando el impacto económico del COVID mediante la aplicación de enzimas

Escrito por: Diego Parra Pérez - Gerente técnico EMEA de AB Vista
enzimas

Amortiguando el impacto económico del COVID mediante la aplicación de enzimas

El Covid-19 ha supuesto y supone un gran abanico de retos para la industria agroalimentaria. Las relaciones entre oferta y demanda de proteína animal se han visto claramente afectadas debido al cierre perimetral de regiones y países, el confinamiento, la pérdida del turismo y el canal HORECA (hostelería, restauración y catering).

En otros muchos sectores, las empresas han tenido que cerrar temporal o permanentemente.

Sin embargo, la producción agroalimentaria ha seguido adelante con todos los esfuerzos que ello ha conllevado, debido al carácter esencial y de primera necesidad que tiene este sector.

No solo se ha aprendido a vivir en confinamiento, sino que nos hemos adaptado a la llamada “nueva normalidad”. En este contexto, las empresas también han tenido que adaptarse a la nueva situación, ya que en mayor o menor grado, ha afectado a los resultados económicos de la mayoría del sector.

 

Desde las empresas de nutrición animal, nuestra principal función es poder proporcionar estrategias, servicios y productos con el fin de producir proteína animal de la forma más eficiente posible. Éste siempre ha sido el objetivo, pero se acentúa más en tiempos difíciles, como el actual.

 

 

La utilización de fitasas, para romper las moléculas de fitato, así como la utilización de carbohidrasas, concretamente xilanasas para romper las cadenas de arabinoxilanos (AX), es de especial interés a la hora de alcanzar una reducción en los costos de fabricación de alimentos balanceados compuestos.

Por ello, desde AB Vista se ofrece la estrategia de la Matriz Máxima Nutricional (MMN).

Esta estrategia consiste en la utilización conjunta de fitasa y xilanasa en el alimento con el fin de extraer la mayor cantidad posible de nutrientes desde las materias primas, utilizando una matriz mineral, energética y de aminoácidos para formular, reduciendo el costo de la dieta sin penalizar en los resultados productivos.

Gracias a la acción entre la fitasa y la xilanasa, así como el mayor conocimiento que se tiene de los sustratos a día de hoy, se lleva a cabo:

Todo ello conlleva una eliminación de factores antinutricionales y por consiguiente a una mejora en la digestibilidad de los nutrientes, lo que reducirá de forma significativa el precio por tonelada de alimento, sin afectar a los rendimientos productivos de los animales.

De esta forma, conseguiremos finalmente el abaratamiento del kilogramo final de proteína animal.

Cuando se utiliza la estrategia de MMN, se pueden conseguir grandes ahorros económicos debido a la liberación total de nutrientes presentes en las materias primas, sin embargo, la mayoría de los nutricionistas son reacios a utilizar los valores de la matriz completa suministrados por los proveedores de aditivos, aplicando a menudo importantes márgenes de “seguridad”.

Además, está claro que aunque un valor de la matriz para un aditivo puede ser 100% correcto, no significa que se pueda aplicar dicha matriz en dietas en las que se utiliza más de un aditivo:

Esto se debe a que el primer aditivo en uso mejora la utilización de los nutrientes, lo que entonces deja menos espacio para la mejora del segundo aditivo y así sucesivamente.

Como ejemplo práctico de la estrategia de MMN, se han llevado a cabo extensos ensayos de validación a nivel mundial con pollos de engorde y los resultados muestran, en promedio, un ahorro de unos 8 euros por tonelada de alimento, dependiendo del precio de las materias primas en ese momento, entre una estrategia conservadora y una estratega de MMN.

 

Ensayo en avicultura de carne

En este ensayo se estudia el efecto del concepto MMN en avicultura de carne mediante la evaluación de cuatro tratamientos.

En el ensayo se puede comprobar cómo la utilización conjunta de una xilanasa y un fitasa, aplicando una matriz de formulación mineral, de aminoácidos y de energía, permite obtener los mismos resultados productivos que en un control positivo o estrategias más conservadoras (Tabla 1), pero con un gran impacto en el costo del alimento y por tanto en el costo del kilogramo producido de carne.

Tabla 1. Resultados productivos de los diferentes tratamientos

 

Gráfico 1. Diferencia porcentual comparado con el control positivo

 

 

La diferencia porcentual entre la estrategia conservadora y MMN es de 3.3 % de mejora por parte de esta última.

A modo de ejemplo, si un ave se alimenta con 5 Kg de pienso durante su ciclo, y el precio del pienso puede ser de 300 euros/tonelada, una integración avícola que esté produciendo 500.000 aves a la semana, el ahorro de costos debido a la reducción del coste del pienso sería de unos 18.000 euros en la estrategia conservadora y de 42.750 euros en la estrategia MMN por semana, siendo la diferencia entre la estrategia MMN y la conservadora de unos 24.750 euros por semana.

 

Gráfico 2. Costo relativo de la alimentación (%) en comparación con el CP

 

Gráfico 3. Costo del pienso (integración que produce 500.000 aves a la semana)

Por ello, desde las empresas de nutrición animal, se pretende ofrecer estrategias flexibles que ayuden a obtener unos mejores resultados económicos gracias al avance del conocimiento del tipo de producción que estamos haciendo, extrayendo los máximos nutrientes posibles y aportando la mayor rentabilidad a la producción animal.

Los productores pueden ahora medir el nivel de fitato en las dietas así como el perfil de fibra de sus materias primas utilizando la tecnología NIR.

 

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