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Beneficios de la harina de coco en la salud intestinal de las aves

La producción mundial de coco es de aproximadamente 60,8 millones de toneladas y su principal destino es para consumo humano. Sin embargo, existen un gran volumen de subproductos que pueden ser utilizados en la alimentación animal. En el caso de las aves de corral su uso aún es limitad debido a la presencia de carbohidratos fibrosos, particularmente polisacáridos a base de manosa.

A través de tratamientos físicos y el uso de enzimas fue posible mejorar la calidad nutricional de los subproductos de coco, haciéndolos más aptos para el consumo de los animales. 

 

Composición nutricional de los subproductos del coco

Existen ciertos factores, como la densidad aparente y la capacidad de retención de agua, que permiten inferir de manera rápida la calidad de los ingredientes, principalmente por su relación con los componentes fibrosos. Por otra parte, se sabe que la baja densidad aparente y la alta capacidad de retención de agua podrían deteriorar el valor nutritivo de las dietas.

 

Harina de coco

La harina de coco se obtiene luego de extraer el aceite. Este subproducto se ha utilizado durante mucho tiempo en la dieta de las aves de corral, sin embargo, los resultados observados en las aves son diversos debido a que la calidad de la harina de coco es muy variable como consecuencia del origen del producto, el proceso de extracción utilizado y las condiciones de almacenamiento. En la tabla 1 se expone la composición nutricional estimativa de la harina de coco.

 

Tabla 1. Composición nutricional de la harina de coco

Fuente: Sundu et. al, 2020

Si bien el contenido proteico de la harina de coco oscila entre el 15 y el 25%, los datos acerca de la solubilidad de la proteína indican que la calidad de la misma es baja:

 

Con respecto a los carbohidratos presentes en la harina de coco, el 61% son polisacáridos, dentro de los cuales la mayoría son mananos y galactomananos, superando en ese sentido a los valores encontrados en la harina de soja.

Se han realizado intentos para mejorar la calidad de las dietas que contienen harina de coco mediante la suplementación con aminoácidos. Thomas y Scott (1992) formularon una dieta de coco con la adición de lisina para pollos. Los autores encontraron un aumento en el peso corporal de las aves, aunque el crecimiento todavía estaba muy por debajo del crecimiento del grupo alimentado con la dieta de maíz y soya.

Rendimiento de pollos de engorde alimentados con dietas suplementadas con coco

La incapacidad para mejorar la calidad de la dieta de harina de coco mediante la suplementación de aminoácidos en pollitos jóvenes se debe en parte a la menor capacidad intestinal de los pollitos para digerir los nutrientes atrapados dentro de la porción fibrosa. Cuando el intestino es pequeño y la capacidad de digerir los componentes fibrosos es baja, las aves consumen menos alimento y, por lo tanto, el crecimiento se ve afectado.

La adición de enzimas exógenas a la dieta para romper la pared celular podría ser beneficiosa para mejorar el valor alimenticio de la dieta. Dado que el β-manano está presente en la harina de coco con una concentración relativamente alta, la suplementación de la dieta con enzimas que degradan el manano podría generar más carbohidratos disponibles para los pollos de engorde.

Pluske et al. (1997) encontraron que el uso de enzimas que hidrolizan los mananos aumentó el peso corporal de las aves y disminuyó la mortalidad. La incorporación de las dietas pelleteadas ha demostrado tener un impacto positivo en el mejoramiento del valor nutricional de las dietas para aves. Esta mejora se hace evidente cuando las aves de corral fueron alimentadas con una dieta de baja densidad aparente. El rendimiento mejorado de los pollos de engorde debido a la granulación de las dietas podría deberse a varios mecanismos, a saber:

El pelleteado de la harina de coco puede ser una forma de mejorar su calidad:

Sundu et al. (2006) descubrieron que el rendimiento de crecimiento de los pollos de engorde aumentó al mismo nivel que el de los pollos de engorde alimentados con la dieta de maíz y soya. Estos hallazgos podrían ser una indicación de que el principal problema del uso de harina de coco en la dieta de las aves de corral podría estar relacionado con sus propiedades físicas más que con su contenido químico.

 

Mananos de coco como pro-nutrientes

El problema de la resistencia a los antibióticos ha llevado a los nutricionistas animales a reemplazar el uso de antibióticos promotores del crecimiento en las dietas de las aves de corral. Varios productos como prebióticos, probióticos y fitobióticos han aparecido en el mercado para abordar este problema.

Los carbohidratos a base de manosa surgen como un sustituto del antibiótico promotor del crecimiento. Los estudios sobre estos productos se han informado de manera intensiva y los resultados del uso de carbohidratos a base de manosa como promotor del crecimiento para reemplazar a los antibióticos fueron prometedores.

El carbohidrato a base de manosa de la levadura Saccharomyces cerevisiae ha estado disponible en el mercado y su uso como pro-nutriente se ha extendido. Por otro lado, se cree que los carbohidratos a base de manosa de las leguminosas son antinutrientes y, por lo tanto, su inclusión en las dietas degrada la calidad de las mismas. Parece ser que los carbohidratos a base de manosa tienen diferentes propiedades fisicoquímicas, según su estructura química y su origen.

Los carbohidratos a base de manosa en el coco están presentes en gran cantidad, es necesario abordar la pregunta de si se comportan como polisacáridos a base de levadura o leguminosas.

Varios hallazgos recientes confirmaron que los polisacáridos de coco a base de manosa podrían usarse como prebióticos para reemplazar el antibiótico promotor del crecimiento.

Sundu et al. (2018) extrajo polisacáridos a base de manosa del coco y lo utilizó en dietas para pollos de engorde. La adición en las dietas con manano de coco logró reducir el pH intestinal en un 6,8%.

La eficacia del manano de coco para superar la intervención de bacterias patógenas se hizo evidente cuando se ofreció el manano de coco a pollos de engorde desafiados con E. coli:

el crecimiento de los pollos no se vio afectado negativamente, siendo el mismo de los pollos que fueron alimentados con manano-oligoscáridos comerciales o con el antibiótico avilamicina.

El aumento de la población de bacterias beneficiosas, con la consiguiente disminución del pH intestinal, fueron posiblemente las razones para mejorar el estado de salud, ya que una vez que el pH del intestino desciende, este entorno favorece el crecimiento de las bacterias benéficas.

Cabe destacar que la mejora en la ganancia de peso corporal de los pollos de engorde sólo se detectó estadísticamente cuando las aves fueron alimentadas con manano de coco al 0,05%, por debajo de éste valor la mejora del peso fue insignificante.

 

Conclusiones

El uso de harina de coco en la dieta de los pollos de engorde podría afectar positivamente el rendimiento siempre que ésta sea tratada física y enzimáticamente. El manano de coco se comporta como el manano de levadura ya que ambos podrían promover el crecimiento de pollos de engorde, incluso cuando las aves fueron desafiadas contra la contaminación por E. coli

Fuente: B Sundu et al 2020 IOP Conf. Ser.: Earth Environ. Sci. 492 012126

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