En la Patagonia, un equipo de investigación del INTA Santa Cruz contempla la inclusión de bloques nutricionales estratégicos a base de melaza en la suplementación para ganado ovino
Este aspecto ha sido estudiado desde hace más de tres años por investigadores del INTA en el Campo Experimental Potrok Aike. Recientemente, el INTA Informa comentó que se han detectado los resultados de lo que supone emplear este bloque nutricional en ganado ovino.
Para ello, se comunica que Rodrigo Gallardo, especialista en Producción Animal del INTA Santa Cruz, estableció que la respuesta obtenida se debe a la adaptación de los animales al suplemento, y destacó que hubo una diferencia significativa en el peso vivo de los animales suplementados en comparación al grupo de control (seis kilos).
Asimismo, se resalta que el profesional comentó:
“Con nuestros ensayos pudimos determinar también que las épocas en las que los ovinos consumen los bloques son el invierno y el verano, cuando la calidad del pastizal natural es baja. Y se destacan especialmente los meses de frío, que fue cuando el consumo creció notablemente”.
Tal como se expone en el comunicado, los bloques nutricionales constan de diferentes formulaciones (según las necesidades del ganado ovino o bovino), se desarrollan deshidratando la melaza, pesan 30 kilos y, además, incluyen materias primas y aditivos técnicos. Esto se realiza para “vehiculizar de manera práctica y segura, energía, proteínas de origen vegetal y urea y cubrir requerimientos de minerales y vitaminas a bovinos y ovinos de todas las categorías que se encuentren en condiciones de pastoreo”.
Dichos bloques se determinaron junto a una empresa del sector privado. De igual forma, desde el INTA Informa se comenta que el hallazgo:
“… se trata de una herramienta de suplementación práctica, segura y eficiente y de bajo costo operativo, debido a que no necesita comederos, mixers o tractores para su uso. Además, el alto contenido de azúcares proveniente de la melaza proporciona un importante suministro de energía fermentable por la microflora del rumen, lo que mejora la digestibilidad del forraje”.
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