Las grasas se añade en el alimento del ganado vacuno con el fin de aumentar la densidad energética de la dieta, pero, además, la suplementación con grasas tiene otros beneficios, como una mayor absorción de nutrientes que son solubles en grasa y una reducción del polvo del alimento.
El término “grasa” se usa generalmente para describir compuestos que tienen un alto contenido de ácidos grasos (AG) de cadena larga, incluidos triglicéridos, fosfolípidos, ácidos grasos no esterificados y sales de AG de cadena larga.
Las fuentes de grasa con la que puede ser alimentado el ganado lechero son: semillas de oleaginosas, mezclas de grasas animales y animales-vegetales, grasas secas granulares y grasas “protegidas”.
- Las semillas oleaginosas contienen principalmente triglicéridos que son ricos en ácidos grasos saturados.
- Las grasas animales y las mezclas animal-vegetal pueden estar compuestas por triglicéridos, ácidos grasos libres o ambos y tienen una proporción de ácidos grasos insaturados a saturados mayor que o igual a 1:1.
- Las grasas secas granulares a menudo se refieren a grasas inertes en el rumen, porque han sido fabricadas tener efectos mínimos sobre la fermentación ruminal.
- Las grasas protegidas se han encapsulado de alguna manera, para que los microorganismos ruminales no se vean afectados por ellos; los tipos de grasa y el proceso de encapsulación varían.
Digestión y absorción
Los AG esterificados, principalmente los triglicéridos, son hidrolizados rápidamente por los microorganismos dentro del rumen. Después de la hidrólisis, los AG insaturados son hidrogenados por la floras ruminales, no obstante, el grado de hidrogenación depende del grado de insaturación de los AG y el nivel y frecuencia de alimentación.
Se estima que la hidrogenación de los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) oscila entre el 60 y el 90%. El tiempo que tarda en desarrollar bacterias que pueden degradar los ácidos grasos de cadena larga es relativamente largo, lo que puede generar un retraso en la saturación de los AG cuando se administran en gran cantidad, escapando muchos de éstos del rumen sin haber sido modificados.
Aproximadamente el 85 a 90% de los AG que salen del rumen son libres, y cerca del 10 al 15% corresponden a fosfolípidos microbianos.
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Valor energético de las grasas
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