La Comisión Europea ha publicado un estudio externo que analiza el futuro de la ganadería en la Unión Europea.
Para que nuestros sistemas alimentarios sean más sostenibles, hay que tener en cuenta tres ámbitos:
- Medioambiental
- Económico
- Social
La actividad del sector ganadero tiene consecuencias en estos tres ámbitos.
El “Estudio sobre el futuro de la ganadería en la UE: Cómo contribuir a un sector agrícola sostenible“, publicado por la Comisión Europea, ha sido realizado por dos expertos independientes, buscando contribuir al debate sobre la sostenibilidad del sector ganadero.
» IMPORTANCIA ECONÓMICA Y SOCIAL
En toda la UE, el sector ganadero desempeña una importante función económica y social. Por ejemplo, en 2017, representaba el 40% de la actividad agrícola total. Además, este sector emplean a unos 4 millones de personas.
En términos de consumo, las proteínas de origen animal cubren más del 50% del contenido total de proteínas de las dietas europeas aunque, en los últimos años, el consumo de carne y productos lácteos en la UE ha comenzado a disminuir. Además, se observa una disminución de carne de vacuno y una sustitución de carne de cerdo por aves de corral.
» DESAFÍOS AMBIENTALES
En cuanto a repercusiones ambientales, este sector tiene repercusiones importantes, tanto positivas como negativas. Un ejemplo negativo es la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), mientras que de forma positiva mantiene los pastizales permanentes, beneficiando a la biodiversidad y representando un importante sumidero de carbono.
→ El estudio describe el importante impacto ambiental del sector ganadero tanto en términos positivos como negativos.
En 2017, el sector agrícola de la UE-28 produjo el 10% del total de las emisiones de GEI de la región, porcentaje inferior al de la industria (38%) o el transporte (21%). Si se incluyen las emisiones relacionadas con la producción, el transporte y la elaboración de piensos, el sector ganadero es responsable del 81-86% del total de las emisiones de GEI de la agricultura. El sector ganadero contribuye también a las emisiones de GEI de la UE a través de sus efectos sobre las reservas de carbono del suelo, ya que su explotación modifica el uso de la tierra. |
Los efectos que genera el sector ganadero dependen en gran medida del tipo de ganadería y de las condiciones locales en las que se basan, por lo que este estudio concluye que no se puede tomar a toda la ganadería en su conjunto.
» AUMENTO DE LA SOSTENIBILIDAD DEL SECTOR GANADERO
El estudio invita al lector a evitar la simplificación excesiva del debate en torno al sector ganadero y sus repercusiones, poniendo de relieve la eficiencia de la producción ganadera de la UE. También subraya la importancia de tener en cuenta los diferentes sistemas de producción, que tienen distintos efectos ambientales positivos y negativos.
Los expertos estipulan que en la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles no se puede ignorar la importancia económica y sociocultural del sector, ya que la ganadería es algo más que la producción de alimentos.
El estudio sugiere que los sistemas ganaderos deberían evolucionar para proporcionar una serie de bienes y servicios, en lugar de sólo tener por objetivo la producción.
El clima, la salud y el bienestar de los animales deberían situarse en el centro de la innovación de los sistemas de ganadería del futuro.
»EL PAPEL DE LA PAC Y LA ESTRATEGIA «FARM TO FORK» («DE LA GRANJA A LA MESA»)
Presentada en mayo de 2020 por la Comisión Europea y como parte del Tratado Verde, la estrategia «Farm to fork» (de la granja a la mesa) tiene como objetivo hacer que nuestros sistemas alimentarios sean más sostenibles.
Para lograrlo, la estrategia propuso varias metas concretas para 2030:
- Alcanzar el 25% de las tierras agrícolas con cultivos orgánicos.
- Reducir en un 50% el uso y el riesgo de los plaguicidas.
- Reducir al menos en un 20% el uso de fertilizantes.
- Reducir en un 50% las ventas de productos antimicrobianos utilizados para los animales de granja y la acuicultura.
Un instrumento clave en esta transición será la Política Agrícola Común (PAC). Los Estados miembros deberán exponer en sus planes cómo utilizarán los instrumentos de la PAC para conseguir los objetivos marcados, basándose en sus condiciones y necesidades locales.
Para leer el estudio completo, podéis hacerlo aquí
Fuente: Comisión Europea