Los residuos del langostino patagónico han aumentado en los últimos años, sin embargo, existe una solución para convertirlos en un contenido de alto valor proteico y nutricional para suplemento en las dietas de porcinos y pollos de engorde o su utilización en la acuicultura.
Cabe destacar que, en los últimos años, el langostino patagónico se disparó en las exportaciones, superando los US$ 2 mil millones, a partir de una sobreabundancia extraordinaria que tuvo el año pasado el pico de desembarques declarados, por arriba de las 250 mil toneladas, de acuerdo a la Revista Puerto. Por lo cual la cantidad de residuos es considerable y exponencial.
La captura se realiza principalmente por buques congeladores, especialmente tangoneros (56,6%, en 2016). Los desembarques se realizan en los principales puertos patagónicos, Puerto Deseado (25,6%), Rawson (24,2%), y Puerto Madryn (20,2%) son los de mayor relevancia. – Informe de Cadena de Valor Pesca y Puertos – Ministerio de Hacienda Presidencia de la Nación, Argentina.
¿Qué hacer con los residuos del langostino patagónico?
El langostino pátagonico tiene su lado B que preocupa a las autoridades. Qué hacer con los miles y miles de kilos de residuos que genera su reprocesamiento en las plantas de Rawson, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia principalmente.
Núcleo Alimentos es una empresa argentina de Mar del Plata que busca conferirle un valor adicional a residuos. Por lo que, actualmente las plantas procesadoras pagan para que reciban un tratamiento diverso en su disposición final.
En el predio de “La Costillita” entierran los residuos con un semi-proceso para fertilizar la tierra. El sistema de Landfarming deshidrata los sólidos y separa los líquidos, en tanto en Madryn funciona una harinera que los convierte en harina.
En tanto, consigna la Revista Puerto, Carlos Talamazzi, asesor del proyecto, explica que “Nos hemos reunidos con distintas autoridades para proponerles otra alternativa, que a nuestro juicio es superadora, para el procesamiento alternativo de proteínas. Volver a potenciarla, reconvertir esa proteína en un alimento para acuicultura o alimento de corte suplemento dietario para otros animales como cerdos”.
Es así como, representantes de Núcleo se han reunido con funcionarios de Santa Cruz y Chubut con vistas a poder instalarse en la Patagonia ya que es clave que el residuo llegue fresco al proceso de reconversión para que mantenga su valor nutricional.
Además, Carlos Talamazzi indica que “Ambientalmente no genera desechos, ni gaseosos ni líquidos. La relación de residuo y materia seca es de 6 a 1 y lo que hemos probado en nuestro laboratorio de Mar del Plata ha funcionado muy bien. Lo hemos probado en el INIDEP y en truchas en la cuenca de Alicurá, Bariloche y Piedra del Águila, un proyecto de Mar Andino que está en etapa de alevines pero que busca cuadruplicar la producción en los próximos 4 años”.
Mar Andino tiene jaulas en Chile y Perú donde produce diversas especies. Núcleo Alimentos probará este suplemento proteico en el Pacífico peruano. “Hay menos oxígeno por la altura y los peces requieren más energía… veremos cómo responden bajo esa exigencia”, puntualiza Carlos Talamazzi, formado en Francia y España, con desarrollo de proyectos dietarios para animales marinos también en el Caribe.
En el medio argentino Revista Puerto, el asesor técnico, Carlos Talamazzi, responde en cuánto tiempo se puede poner en marcha este proyecto.
“El proceso puede estar en marcha en tres meses. Hemos probado con residuo de langostino en un laboratorio… lo vimos con la gente de Deseado, que les interesó mucho, pero en Santa cruz pasa algo puntual, hoy tienen a los residuos de pescado como patógenos peligrosos. Eso impide que ese residuo pueda ser reconvertido. Hay que cambiar la legislación. Hemos hablado con gente de Rawson. La idea sería montar la fábrica allá para acceder a una materia prima a pie de cinta, cuanto más fresca mejor. Cuando muta el nitrógeno muta el producto… está bueno que haya una alternativa más y superadora a las demás. No hay piso para que la ecuación sea rentable en el proceso para fabricar concentrados proteicos, son números muy inferiores. Debe ser una decisión política darle una certificación ambiental a la disposición del residuo de langostino”.
Fuente: Revista Puerto