Consecuencias de la subnutrición en ovejas gestantes
Se cree que la población mundial de ovejas es de aproximadamente 1.200 millones (Faostat, 2017). En su mayoría, la producción ovina es en base a sistemas pastoriles extensivos, en algunos casos, con algún tipo de suplementación en determinados momentos del año, principalmente cuando la calidad y la cantidad del forraje no es suficiente para poder cubrir los requerimientos nutricionales de los animales.
Esta situación es bien notable durante el invierno, donde se observa una disminución en la producción de pasto, pero que además, el mismo posee una menor digestibilidad y cantidad de nutrientes, principalmente proteína. Si a la falta de alimento de calidad le sumamos que coincide con el último período de gestación de las hembras, tendremos como resultado un estado de subnutrición en un momento crítico de las ovejas. Esto trae aparejado problemas como partos distócicos, mayor cantidad de corderos muertos, baja producción láctea, entre otros. Estos problemas son de mayor gravedad aún cuando las ovejas se encuentran gestando dos o tres corderos.
Subnutrición durante la gestación
Cuando las ovejas no logran satisfacer sus demandas nutricionales durante la gestación, pierden estado corporal y sufren los disturbios metabólicos típicos del balance energético negativo (BEN). Un claro ejemplo es la toxemia de la preñez, que en los peores casos lleva a la muerte de las hembras y los fetos. Por otro lado, un BEN durante el último período de gestación, impacta directamente sobre el desarrollo del futuro cordero y de la glándula mamaria de la oveja, afectando de manera negativa el peso del neonato y la producción de calostro.
Los corderos que tienen un peso bajo al nacer tienen más dificultades para regular su temperatura, pararse y alcanzar la ubre para mamar. Al no poder ingerir de manera adecuada y en el tiempo correcto el calostro, la termoregulación del cordero se complica aún más, poniendo en riesgo su supervivencia. |
[registrados]Esta comprobado que los machos nacidos de ovejas que estuvieron subnutridas durante la gestación tardan más tiempo que las hembras en la misma situación en mamar por primera vez (Freitas-de-Melo et al., 2015). Estas diferencias encontradas podrían deberse a que, al nacer, las hembras poseen mayor cantidad de tejido adiposo pardo que las crías macho, y por lo tanto una menor capacidad para regular su temperatura corporal (Mellor et al., 1985).
La restricción alimenticia en las hembras preñadas no solo afecta al comportamiento de las crías, sino también a las mismas ovejas, las cuales no presentan una buena aptitud materna y hasta pueden mostrarse agresivas con sus crías. Por otro lado, estas ovejas dedican la mayor parte del tiempo a la búsqueda de comida que a establecer el vínculo madre-cría lo que puede conllevar a una mayor cantidad de corderos húerfanos (EverettHincks et al., 2005).
En los sistemas extensivos de producción, la mortalidad de corderos se encuentra entre el 20 y el 30%. El 95% de estas muertes, ocurren dentro de las primeras 72 horas de vida, en su mayoría como consecuencia de inanición y/o hipotermia. La mortandad en los primeros días de vida, a menudo están relacionadas con:
- Bajo peso al nacer
- Vínculo oveja-cordero pobre
- Síntesis de calostro y leche insuficientes para cubrir las necesidades del cordero
De esta manera los neonatos quedan expuestos a una situación vulnerabilidad frente a climas adversos y al posible ataque de predadores.
Manejo nutricional durante el último tercio de gestación
Para evitar los problemas mencionados anteriormente, el manejo de la alimentación en sistemas extensivos de producción ovina debe ser abordado desde las necesidades nutricionales de la oveja de acuerdo a la etapa fisiológica en la que se encuentre y a la oferta de forraje disponible.
El manejo nutricional debe tener como objetivos principales:
- Mejorar la condición corporal de las ovejas
- Asegurar un buen peso de los corderos al nacer
- Asegurar una adecuada producción de calostro y leche
- Aumentar las probabilidades de supervivencia de las crías
Pedernera et al. (2017) demostraron que las crías de ovejas que recibieron concentrado proteico durante el último tercio de gestación tardaron menos tiempo en mamar por primera vez que las crías de ovejas con una dieta control.
Por lo tanto, la suplementación preparto debe ser tomado como un manejo práctico con resultados que se verán reflejados en un mejor desarrollo de los fetos, vínculos madre-cría fuertes y, en consecuencia, en un aumento en la supervivencia de los corderos y la eficiencia reproductiva en sistemas pastoriles.
Por otro lado, varios trabajos han demostrado que una correcta alimentación durante la gestación genera corderos más dependientes nutricionalmente de su madre y una mayor respuesta de estrés al destete.
Conclusiones
Este artículo apunta a mejorar el conocimiento que permita disminuir la mortalidad de corderos, incrementar el bienestar de la cría y la eficiencia productiva de estos sistemas.
La subnutrición durante la gestación es frecuente en sistemas extensivos de producción e impacta de manera negativa en el vínculo madre-cría al parto, pudiendo aumentar la mortalidad de las crías. Esta restricción nutricional también tiene repercusiones negativas sobre la producción de leche y el peso de los animales durante el posparto; sin embargo, los corderos presentan una mejor adaptación al momento del destete aunque, probablemente, los pesos al destete sean superiores, como así también el desempeño productivo, en relación a las crías de ovejas subnutridas♦
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