Según relevamientos realizados por Vetanco, la prevalencia de micotoxinas en los maíces de Latinoamérica durante el 2021 fue realmente elevada.
- Se observaron porcentajes de positividad del 90% con un 60% de maíces contaminados con dos o más micotoxinas.
En esta situación en donde observamos una elevada prevalencia de varias micotoxinas contaminando simultáneamente los maíces es sumamente importante establecer un correcto programa de control y prevención. El control de micotoxinas debe realizarse de forma holística en todos los eslabones de la cadena productiva de alimento para animales.
Control del cultivo
Todo comienza con la contaminación del hongo en la planta durante el cultivo. El hongo está presente en el suelo y, si bien utilizar fungicidas en esta etapa ayuda a mitigar el problema, no es la única herramienta.
Buenas prácticas de agricultura como:
son todas estrategias que ayudan a disminuir la contaminación fúngica.
Una vez que el hongo se instaura en la planta, si el mismo entra en estrés (por falta de nutrientes o alteraciones climáticas como sequías, heladas o inundaciones) comienza a producir las micotoxinas que se acumulan en el grano.
Control del almacenamiento
Una vez cosechado el grano, el hongo puede continuar con la producción de toxinas en el mismo. Por lo que periodos de almacenamientos muy prolongados pueden llevar a una acumulación significativa de micotoxinas.
Dos estrategias fundamentales deben ser utilizadas para disminuir el riesgo de micotoxinas durante el almacenamiento:
Es importante destacar que las estrategias previo a la llegada del grano al molino, deben estar orientadas a la disminución de la contaminación fúngica. Una menor carga fúngica en la planta o el grano se traduce en una menor contaminación de toxinas.
Control en el molino
Si bien los hongos pueden ser destruidos con los tratamientos térmicos que se realizan en la producción del alimento, las toxinas son metabolitos generalmente resistentes.
Sea cual fuere la estrategia, siempre existirá un porcentaje de contaminación, por lo que el uso de herramientas de mitigación de micotoxicosis en el animal es casi una obligación.
Control en el animal
Las micotoxinas se clasifican en polares y no polares según su estructura química [1]. Las micotoxinas polares, como Aflatoxina B1 y Fumonisina B1, son las más polares de las micotoxinas y son más fácilmente secuestradas que las no polares, como los tricotecenos.
- A su vez, el peso molecular, solubilidad, capacidad de disociación y cargas iónicas también juegan un papel esencial en la capacidad de ser adsorbidas [2].
Los removedores de micotoxinas son, actualmente, la herramienta más eficaz para disminuir la concentración de micotoxinas en el animal.
Hay dos grandes grupos de removedores de micotoxinas:
Los secuestrantes trabajan evitando la absorción de las micotoxinas a través del tracto gastrointestinal al unirlas a la superficie de los mismos mediante fuerzas inespecíficas.
Pueden ser:
La diferencia entre lo adsorbido y lo liberado da como resultado la eficacia final del secuestrante.
Los secuestrantes de última tecnología suelen tener una excelente eficacia para Aflatoxinas, buena a moderada para Fumonisinas y Zearalenona y pobre para tricotecenos.
Los inactivadores enzimáticos poseen una actividad biológica que les permite alterar la estructura química de las micotoxinas, transformándolas en metabolitos con menor o nulo efecto tóxico. Al ser enzimas, poseen la ventaja de ser seguras ya que:
- Solo reaccionan con la micotoxina
- Suelen tener una elevada tasa de eficacia
- No se ven afectadas por la polaridad de las toxinas
Según el origen de la enzima que se esté utilizando actuará a mayor o menor velocidad de acuerdo al pH en el cual se encuentre.
- Un ensayo realizado por la Ko-Hua Tso y colaboradores, en el 2019, comparó la eficacia de los distintos productos comerciales en la eliminación de tricotecenos (DON), utilizando un modelo in vitro dinámico, simulando las condiciones digestivas de las aves y porcinos.
En el ensayo, se puede observar cómo los secuestrantes no poseen una buena eficacia sobre DON, ya que solo son capaces de eliminar un 10% del desafío inicial.
Por último, al evaluar el Detoxa Plus®, un inactivador con enzimas que poseen su pico de acción a pH ácido, podemos observar que no solo logró eliminar una mayor cantidad total de micotoxinas que el resto de los productos (60%), sino que lo realizó en las primeras porciones del tracto digestivo (buche, proventrículo y molleja), evitando que una mayor cantidad de toxinas lleguen al intestino en donde podrían ser absorbidas.
Remoción de DON (5.000 ppb iniciales) a lo largo de 4.5 horas en distintos pH con la presencia de
inactivadores enzimáticos o adsorbentes
Adaptado de Tso K-H, et al., 2019
Es por esto que resulta fundamental realizar un control holístico de las micotoxinas, desde el campo hasta el animal, así como también elegir la herramienta de control según la especie animal y la micotoxina que se desee eliminar. En este sentido, Detoxa Plus® ha demostrado ser la herramienta de elección para el control de micotoxinas en monogástricos, eliminando no solo una mayor cantidad de toxina, sino que lográndolo antes de que las mismas puedan llegar al intestino.