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La importancia del buen arranque

Escrito por: Ana García Alvarado - Director Técnico y de Calidad en Nuscience Ibérica S.A.U.

  Introducción

Los nuevos programas de mejora genética en porcino han creado líneas de cerdas hiperprolíficas capaces de destetar un número cada vez mayor de lechones.

No obstante, estos lechones tienen un peso medio al nacimiento cada vez menor y hay un mayor porcentaje de lechones de bajo peso y menor vitalidad. 

 

Por otra parte, el aumento del tamaño de la camada conduce a que los lechones tengan a disposición una menor cantidad de calostro y leche.

La leche de la cerda es insuficiente para expresar el potencial genético de crecimiento a partir de los 8 días de lactación (Sorjanck 2007), lo que supone una pérdida de hasta un 60% del potencial de crecimiento respecto a lechones criados artificialmente sin esa limitación (conforme al modelo de Harrell et al). 

Además, estos lechones cada vez más pequeños, tiene elevados requerimientos nutricionales pero una capacidad de ingesta de agua y pienso limitada.

Su tracto gastrointestinal tiene un desarrollo incompleto, por lo que su capacidad de digestión y absorción de nutrientes es insuficiente.

Una vez se destetan el problema se agrava por la bajada de consumo de pienso postdestete, que a su vez conduce a un menor crecimiento.

 

Con la reducción del uso de antibióticos este problema se ha complicado aún más.

 

Desde la retirada del óxido de zinc en los piensos de primeras edades los problemas por diarrea postdestete han aumentado. Además, hay mayor incidencia de otras patologías en las granjas (PRRS, …) que nos impactan en la calidad de los lechones, pues destetamos lechones más débiles, con su sistema inmunitario comprometido por lo que se defienden peor de las enfermedades, lo que se traduce en peores rendimientos productivos.  

 

En búsqueda de soluciones

Desde Agrifirm consideramos de vital importancia que los lechones comiencen a comer un pienso sólido lo antes posible puesto que fomenta la maduración del tracto gastrointestinal, se consigue la adaptación a dieta sólida al destete y se proporciona un aporte extra de nutrientes.

De esta manera, mejora la calidad del lechón destetado, se reduce el estrés al destete y se mejoran los rendimientos durante la fase de transición. Debemos cuidar tanto el suministro y manejo de los piensos, como su composición.

Los primeros días de vida del lechón el consumo de pienso es muy bajo, pero cuanto antes comiencen a consumir pienso sólido mayor será el consumo de pienso en la semana previa al destete y mayor porcentaje de lechones habrán consumido pienso antes del destete.

 

En aquellas camadas donde se ofrece el creep feed (pienso bajo madre) desde la primera semana de vida se observa que hay un 10% más de lechones que consumen pienso respecto a camadas que reciben el aporte pienso a partir de la segunda o tercera semana de vida (Sulabo y col 2010). 

 

El consumo de pienso en maternidad condiciona el consumo en el postdestete. Siendo de vital importancia que los lechones consuman pienso en las cuatro horas posteriores al destete. Los lechones que consumen creep feed tienen una mayor ingesta de pienso en la primera semana postdestete (Muns y Magowan 2018).

Cuanto antes se inicie, menor número de lechones inadaptados habrá al destete.

 

En un estudio realizado por Bruininx y col (2002), vieron que los lechones que ingieren pienso en maternidad inician el consumo de pienso en transición a las cuatro horas postdestete mientras que los no han comido pienso necesitan casi siete horas.

 

Los especialistas Earlyfeed de Agrifirm realizaron una prueba con Babito (creep feed).

El grupo control y prueba consumían los mismos piensos a partir del día 21 de vida y se destetaban con 28 días.

Al grupo prueba se le suministró Babito desde el tercer día de vida hasta los 21 días de vida.

 

En el este grupo pudimos observar un descenso en la mortalidad en maternidad del 27%, un mayor crecimiento de la segunda a la cuarta semana de vida (9%), que se mantenía hasta las 8 semanas de vida, consiguiendo así un diferencial de peso al final del periodo de 1,4kg.

 

Estudios recientes, recomiendan mantener la misma dieta alrededor del destete, pues se considera que cuando el creep feed tiene una composición muy diferente a la dieta postdetete, aunque el consumo en maternidad sea mayor, el consumo tras el destete puede resentirse.

 

Los lechones alimentados con la dieta prestarter antes y después del destete presentaron una mayor ingesta de pienso y crecimiento después del destete que aquellos alimentados con creep feed o con el pienso de la cerda hasta el destete (Heo y col. 2018). 

 

 Tabla 1. Tipo de pienso consumo antes y después del destete

Al destete se producen cambios en la morfología y microbiota intestinal provocando un aumento de la incidencia de diarrea.

 

En un estudio realizado por Engelsmann y col (2023) observaron cómo los lechones con alta ingesta (20% superior) hasta el cuarto día postdestete crecían más, pero también la probabilidad de tener diarrea era del doble y recibían tratamientos antibióticos con más frecuencia que lechones con ingesta reducida. 

 

Recomendaciones

Con el fin de garantizar una buena salud intestinal se recomiendan las siguientes estrategias nutricionales:

 

Las dietas postdestete en cuya formulación se incluyen ingredientes más complejos consiguen que los lechones tengan un mayor crecimiento, mejores índices de conversión y que alcancen el peso a matadero antes (Collins y col 2017).

 

 En lo que se refiere a la formulación de las dietas postdestete hay varios factores críticos como se ha indicado arriba, si bien en la coyuntura actual consideramos muy relevantes la proteína y la fibra. Es bien conocido que la proteína que no es digerida llega al intestino grueso donde fermenta, lo que favorece la proliferación de bacterias patógenas, provocando cuadros de diarrea en los lechones.

 Para prevenirlo se recomienda trabajar con dietas con niveles bajos de proteína, fuentes de alta digestibilidad y bajo contenido en factores antinutricionales.

 

Al trabajar con niveles de proteína bajos se penaliza el crecimiento por lo que cobra vital importante la suplementación con aminoácidos sintéticos que nos permitan mantener un crecimiento adecuado. 

 

Asimismo, para favorecer la digestión proteica debemos promover un pH bajo a nivel de estómago, utilizando ácidos orgánicos y dietas con baja capacidad tampón.

 

Además, las estrategias de formulación encaminadas a aumentar el tiempo de retención del alimento en el estómago van a favorecer la digestión proteica. 

 

Con la reducción del uso de antibióticos en piensos postdestete debemos prestar más atención a la salud intestinal a través de las materias primas del pienso.

 

 La fibra es un ingrediente que tiene un alto impacto sobre la salud intestinal. La fibra inerte no fermenta en el intestino y acelera el tránsito intestinal y previene así la proliferación y colonización de patógenos (Wellock y col. 2008). 

 

Asimismo, la inclusión de fuentes de fibra en las dietas de lechones tiene un impacto sobre la morfología intestinal, produciendo un aumento de la longitud de las microvellosidades, mejor ratio vellosidad cripta, así como una menor incidencia de diarrea (Qinghui Shan y col. 2020).

 

En base a estos datos, hemos realizado pruebas con inclusión de altos niveles de fibra, fundamentalmente fuentes inertes, donde se observó que los lechones tienen una alta ingesta de pienso, pero se mantiene una seguridad digestiva por encima de dietas con niveles más bajos en fibra.

 

En base a todo lo comentado anteriormente, los especialistas en Earlyfeed recomendamos las siguientes pautas de manejo de alimentación de lechones bajo madre con el fin de conseguir una adaptación óptima al destete:

 

Referencias bibliográficas

 

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