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Dietas frías para reducir el estrés térmico en ganado bovino lechero

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Desde el INTA Rafaela se aconseja implementar dietas que incluyan altos niveles de energía lípida y minerales (sodio, potasio)

En los próximos meses de verano, las temperaturas subirán alrededor del mundo y, debido al fenómeno El Niño, gran parte de Latinoamérica espera olas de calor durante este 2024

Por ello, el sector se prepara para mantener y mejorar el bienestar de los animales, considerando que las diferentes especies ganaderas pueden sufrir de estrés térmico, un hecho preocupante que amenaza su salud, rendimiento y producción.

En términos generales, la ingesta constante de agua limpia y fresca es una recomendación para todo tipo de ganado, así como el uso adecuado de sistemas de ventilación y una mayor accesibilidad a la sombra

En el caso del bovino lechero, investigadores del INTA Rafaela (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Argentina) aconsejan la implementación de dietas frías, donde la inclusión de energía lípida resulta ser un factor importante en la ecuación, esto gracias a “su elevada densidad energética y la ausencia de producción de calor por fermentación”

Al respecto, Eloy Salado (INTA Rafaela, nutrición animal) afirma que dicha suplementación conlleva a un “ahorro de energía” y glucosa para incrementar la producción láctea, ya que los lípidos impiden la “síntesis de novo de grasa láctea en glándula mamaria”. En consecuencia, se anula el calor por biosíntesis. El experto establece que: 

“Los lípidos deben incluirse hasta el 16 % del requerimiento total estimado de EM de la vaca (…) Se aconseja que un 50 % de estos lípidos sean protegidos (bypass), mientras que la cantidad restante puede adicionarse como lípidos libres bajo la forma de aceites libres, borras de aceites vegetales y granos oleaginosos como girasol, algodón, soja y lino”.

 

De igual forma, se recomienda la suplementación de sodio y potasio en las raciones, así como seleccionar forrajes húmedos para el aporte de fibra. “Es aconsejable utilizar forrajes húmedos como los silajes en lugar de henos para mejorar la palatabilidad de la ración”, comparte el INTA en su nota informativa sobre el trabajo de investigación en cuestión: “También es recomendable la inclusión de subproductos húmedos como bagazo de cerveza, pulpa de cítricos o melazas”.

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