Las aflatoxinas constituyen una familia de metabolitos secundarios producidos principalmente por Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus. Se sabe que las aflatoxinas afectan a importantes alimentos, incluidos semillas oleaginosas y cereales.
Las aflatoxinas comprenden aflatoxina B1, B2, G1, G2, M1 y M2 en los que AFB1 muestra una mayor toxicidad además de causar inmunosupresión, carcinogenicidad, teratogenicidad y mutagenicidad (Bhat et al., 2010).
La secreción de AFB1 depende de factores abióticos como:
- la humedad
- la temperatura
- el estrés oxidativo
- el almacenamiento, etc. (Astoreca et al., 2014).
La toxicidad de AFB1 en los animales varía según la edad, el sexo y la especie, además de la dosis y duración de la exposición a esta toxina (Dhanasekaran et al., 2011). |
- En las aves de corral, el sistema inmunitario se ve gravemente afectado por AFB1, lo que da como resultado subconjuntos reducidos de la población de células T (Jian et al., 2015)
Pierron et al. (2016) encontraron que la exposición dietética a AFB1 en cerdos daba como resultado una activación alterada de los linfocitos, una influencia negativa en la eficacia de la vacuna y un retraso respuesta inmune mediada por células.
- Se han informado varios trastornos en el ganado asociado a aflatoxicosis incluyendo el nacimiento de terneros pequeños, diarrea, mastitis, problemas respiratorios, prolapso rectal, etc. (Applebaum et al., 1982)
Prevención de la aflatoxicosis con suplementos dietéticos
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Fuente: Aniket Limaye et al., Toxins 2018, 10, 25; doi:10.3390/toxins10010025