La Comisión Europea solicitó a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que elaborara un dictamen científico sobre los riesgos para la salud pública relacionados con la presencia de Bacillus cereus y otros Bacillus spp., incluyendo Bacillus thuringiensis en los productos alimenticios, que representa una actualización del dictamen de 2005 sobre los riesgos para la salud pública relacionados con Bacillus cereus y otras especies de Bacillus en los alimentos.
Los estados miembros notificaron 413 brotes asociados con Bacillus cereus
En particular, la Comisión Europea pidió a EFSA:
- Actualizar la información existente sobre la patogenicidad y los factores que influyen en la virulencia del género Bacillus, y poder así evaluar el riesgo que supone para la salud, especialmente de B. Thuringiensis en los alimentos.
- Revisar los métodos microbiológicos disponibles para distinguir entre los miembros del grupo B. cereus,para identificar diferentes cepas de B. thuringiensis, y los métodos para identificar la presencia de toxinas producidas por dichos microorganismos.
- Revisar los datos existentes sobre los niveles medioambientales de B. thuringiensis y las tasas de transferencia a los alimentos.
- Determinar los niveles máximos de Bacillus, y específicamente de B. thuringiensis, en los alimentos que podrían ser considerados seguros para el consumo humano.
- Actualizar la información sobre las opciones de control existentes para gestionar el riesgo causado por B. cereus, B. thuringiensis y otros Bacillus spp. y sus toxinas.
El grupo de Bacillus cereus comprende ocho especies. Una de las especies, Bacillus thuringiensis, se utiliza como fitosanitario de origen biológico para el control de insectos.Los expertos de EFSA consideran que la única manera de identificar de forma inequívoca las cepas del grupo Bacillus cereus es determinando la secuencia completa de su genoma. Estos expertos recomiendan el uso de técnicas de secuenciación de todo el genoma para recopilar información relevante como prerrequisito para la posterior evaluación de riesgos. Ello permitiría identificar las cepas utilizadas como plaguicidas biológicos y mejorar la evaluación de su seguridad.
Los expertos también recomiendan las opciones de control para gestionar los riesgos causados por estas bacterias.
→ Una de las opciones más importantes es mantener los alimentos refrigerados a una temperatura máxima de 7ºC, y preferiblemente a 4ºC.
De 2007 a 2014, los estados miembros notificaron 413 brotes asociados con Bacillus cereus en los cuales existía una fuerte evidencia de transmisión por los alimentos, en que resultaron afectadas 6.657 personas y se causaron 352 hospitalizaciones. La mayoría de estos brotes fueron asociados a concentraciones de la bacteria por encima de 105 UFC/g, pero se han descrito casos con concentraciones entre 103 y 105 UFC/g.