ACEITE DE GIRASOL
El aceite de girasol logró una participación récord en el uso global de alimentos en mayo 2019/20, aumentando un 12%. Este cambio hacia el girasol estuvo impulsado, mayoritariamente, por la demanda de aceites de mayor calidad a medida que aumentaron los ingresos mundiales, dando como resultado un crecimiento constante de la producción, particularmente en Ucrania y Rusia.
Desde 2011, la producción de aceite de girasol se ha expandido más rápido que cualquier otro aceite, con un promedio de casi el 7%.
Esta tendencia se aceleró en 2019/20 cuando la producción de aceite de palma y colza se redujo por las condiciones climáticas desfavorables y decisiones de siembra afectadas por las preocupaciones comerciales de China, respectivamente.
Gráfico 5. Consumo mundial de aceite de girasol.
Fuente: USDA
Los precios atractivos hicieron del aceite de girasol una buena opción de “valor por precio” a principios de 2020, lo que resultó en importaciones elevadas. El aceite de girasol se mantuvo más barato que el aceite de colza desde mediados de febrero hasta principios de abril, lo que incentivó las compras.
Las importaciones chinas de aceite de girasol alcanzaron un máximo histórico en el mes de abril, llegando a 251,000 toneladas, un 85% más que el último récord, en abril de 2016.
La decisión de la Unión Económica Euroasiática en abril de 2020 de prohibir las exportaciones de semillas de girasol limita el aporte para las trituradoras externas y se espera que disminuya la producción de aceite de girasol. Como la prohibición está causando que los precios suban, el suministro restringido y el mayor costo pueden llevar a los importadores a sustituir este aceite.
Se espera que la demanda mundial de todos los aceites disminuya en respuesta al impacto económico de la pandemia y el aumento de la cocina doméstica♦