El pasado viernes 22 de julio, Ucrania y Rusia firmaron un acuerdo, bajo los auspicios de la ONU, para permitir la exportación de los cereales ucranianos por un corredor marítimo, así esperando aliviar la creciente crisis alimentaria mundial causada por el bloqueo naval ruso de los puertos ucranianos del Mar Negro.
António Guterres, secretario General de las Naciones Unidas aseguró que este pacto «era un gran alivio para el mundo y que estabilizaría los precios de los alimentos.»
La iniciativa trataba de abrir la vía para las exportaciones de alimentos desde los puertos ucranianos clave del Mar Negro: Odessa, Chernomorsk y Yuzhny. En los cuales se esperaba exportar cinco millones de toneladas métricas al mes y que esto contribuyese a reducir los elevados precios en los mercados internacionales.
Apenas 24 horas después de que Moscú y Kiev sellaran un acuerdo para permitir las exportaciones de grano bloqueadas por la guerra, el Gobierno de Ucrania informaba este sábado de un ataque con misiles perpetrado por Rusia sobre el puerto de Odesa, uno de los tres embarcaderos señalados en el pacto para dar salida a las materias primas ucranianas por el mar Negro.
Oleg Nikolenko, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, señaló que «Rusia debe asumir toda la responsabilidad por la crisis alimentaria mundial.»
Por otro lado, Josep Borrell, representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, declaró en Twitter:
«La UE condena enérgicamente el ataque ruso con misiles al puerto marítimo de Odesa. Atacar un objetivo crucial para la exportación de grano un día después de la firma de los acuerdos de Estambul es especialmente reprobable y demuestra una vez más el total desprecio de Rusia por el derecho y los compromisos internacionales.»