Natural de Roquetes (Tarragona). Realizó sus estudios de Veterinaria en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1985 y se licenció en 1990.
Doctor en Veterinaria por la UAB en 1994, bajo la dirección del recientemente fallecido Dr. Francesc Puchal y la Dra. Ana Barroeta en la Unidad de Nutrición Animal de la Facultad de Veterinaria.
Desde 2014, Alfred Blanch es consultor independiente, a nivel nacional e internacional.
Hace 30 años que terminaste tus estudios y después de unos años en investigación, llevas más de 25 años en el mundo de los aditivos y especialidades para piensos desde la empresa. ¿Cuáles son los principales cambios que has visto en la relación entre la industria y los centros de investigación y universidades en estos 25 años?
Investigación y empresa, estaban más alejados, pero con el tiempo se han ido acercando mucho más ya que en las empresas se nutren de los profesionales científicos y técnicos que se forman en las universidades. Hoy en día, a través de proyectos y tesis doctorales, son muchos los estudios científicos que se llevan a cabo gracias a la colaboración entre universidad y empresa privada.
» Aunque todavía es necesario que las comunicaciones de científicos se “traduzcan” a un lenguaje más divulgativo y más entendedor a través de medios de comunicación destinados a los profesionales del sector.
Entrando en tu especialidad, Salud intestinal ¿Por qué en la aplicación de aditivos nutricionales se tiende cada vez más a incorporar el concepto de salud aunque ella, por normativa regulatoria no pueda ser incluida como conclusión en la evaluación y eficacia de dichos aditivos por parte de la EFSA?
» Debemos pensar que con la retirada de los promotores de crecimiento dejamos de incorporar aditivos con alta capacidad antimicrobiana pero también antiinflamatoria, con lo que empezaron a aflorar problemas de origen nutricional que quedaban enmascarados con el uso de los antibióticos.
Actualmente ya me consta, por todo ello, que en EFSA existe un comité que está evaluando cómo vincular ambos ámbitos en el marco de la evaluación de la eficacia de nuevos aditivos para pienso.
Como dices, la salud intestinal está tomando mayor relevancia en los últimos años. Pero ¿qué se entiende por salud intestinal?
Existen diversas definiciones de salud intestinal pero de manera conceptual, para mi significa equilibrio, es decir, que se den las correctas condiciones de homeostasis para que se puedan llevar a cabo sus funciones fisiológicas de forma óptima, consiguiendo el máximo aprovechamiento de los nutrientes.
¿Por qué se le llama al intestino, el segundo cerebro? ¿Qué relación existe entre él y otros aspectos a mejorar en la producción ganadera, inmunidad y bienestar animal?
Existe una conexión bidireccional entre el intestino y el sistema nervioso central, basada en tres canales:
» a nivel nervioso – a través del nervio vago
» a nivel endocrino – a través de hormonas, neurotransmisores
» a nivel inmunológico – a través de las citoquinas
Los estudios en medicina veterinaria se trabaja con animales gnobióticos, a los cuales se les introducen probióticos colonizadores, observándose cambios en su comportamiento al modificarles la composición de su microbiota intestinal.
» Por ejemplo, se ha observado que determinada microbiota intestinal induce una mayor presencia de neuropéptido Y a nivel del hipotálamo. Este neuropéptido está relacionado con niveles d ingesta más altos, con mayor apetito.
Actualmente se habla cada vez más de salud intestinal e integridad intestinal. Como conceptos, ¿podemos conceptos podemos decir que estamos hablando de lo mismo o son distintos?
Cuando hablamos de integridad intestinal estamos hablando de integridad del epitelio intestinal, la cual es un componente esencial de la salud intestinal.
Debemos pensar que el epitelio intestinal es la primera barrera de defensa del animal pero, que a su vez, su función principal es la absorción de los nutrientes digeridos por el animal.
Por todo ello, podemos decir que la salud intestinal se basa en tres pilares:
Se publican muchos trabajos científicos sobre la salud intestinal, incluyendo diversas analíticas y parámetros. ¿Cuáles son los parámetros más habituales para valorar la salud intestinal hoy en día?
Existen muchos que se utilizan, tanto en aves como en cerdos, aunque vamos a centrarnos en los siguientes que se pueden clasificar según lo que vayamos a valorar:
→ Integridad intestinal
» Permeabilidad intestinal. Se utilizan moléculas marcadas, las cuales no se absorben en un intestino sano y así se evalúa el grado de permeabilidad. En este caso, podríamos estar hablando de incorporar Dextrano marcado en la dieta y valorar en corriente sanguíneo su nivel de presencia
» TEER – Resistencia eléctrica transepitelial para revisar hasta qué punto está dañado el epitelio
» Expresión génica de las proteínas presentes en las uniones estrechas del epitelio
→ Inflamación intestinal
Siempre de trasfondo en una alteración intestinal vamos a encontrar una inflamación de origen infeccioso o esteril. En este caso, se están estudiando parámetros de esta inflamación como son las citoquinas pro-inflamatorias.
→ Estrés oxidativo
Y dado que la inflamación va ligada siempre a un proceso de oxidación se valoran también aquellos enzimas antioxidantes que mitigan el proceso de estrés oxidativo, como por ejemplo, la superóxido dismutasa.
→ Morfología intestinal
A través de estudios histológicos se valora la longitud de las vellosidades y la profundidad de las criptas, y además de hacer estudios histopatológicos examinando las infiltraciones celulares en el epitelio intestinal.
→ Microbiota
Estudios microbianos, a través de la secuenciación de los microorganismos que forman parte de la microbiota intestinal.
Extracto de la entrevista LIVE realizada a Alfred Blanch en el perfil de nutriNews Instagram