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Estrategias nutricionales para producir un lechón de calidad

El reto del sector porcino Europeo radica en la búsqueda de estrategias nutricionales que permitan la reducción del uso de antibióticos, sin comprometer la salud intestinal y el rendimiento del lechón.
Esto requiere un enfoque holístico donde la genética de los animales, el manejo y la nutrición del lechón pre- y post-destete juegan un papel determinante.

 

El objetivo en el pre-destete es preparar el tracto gastrointestinal del lechón para una posterior ingesta de materia seca. Es importante que los lechones tengan acceso a una dieta sólida desde el día 7 de vida.

La composición nutricional de esta dieta dependerá de la edad al destete, pero tiene que incluir ingredientes altamente palatables y digestibles.

Los lechones a partir del día 20 de vida aumentan el consumo de forma exponencial. Así que prolongar el destete hasta el día 30 de vida va a permitir que más del 80% de los animales ya hayan consumido alrededor de 1 kg de dieta sólida antes de ser destetados.
Es importante suministrar la misma dieta pre- y post-destete para evitar la caída del consumo en el post-destete. 

 

En la fase post-destete es importante garantizar un consumo constante de alimento sin sobrecargar al lechón con nutrientes que no pueda digerir.

El enfoque es adaptar el contenido nutricional de la dieta de tal manera que nutrientes como la proteína, la fibra y la grasa generen un impacto positivo en la salud intestinal del lechón.

 

Se recomienda mantener niveles de proteína bajos mientras se utilizan fuentes proteicas altamente digestibles y con baja capacidad buffer.

También se recomienda la inclusión moderada de fibra inerte para bajar el contenido calórico de la dieta y tener un impacto positivo en el tránsito intestinal.

Finalmente, se recomienda controlar la ratio de ácidos grasos saturados e insaturados y añadir en la dieta ácidos grasos de cadena media.

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