La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Medicina Veterinaria aprobó el pasado mes de junio el uso de propionato de cromo como fuente de cromo en dietas de pollos de engorde.
El propionato de cromo es el primer mineral traza aprobado en pollos en más de 40 años en EE.UU.
Después de 20 años de investigaciones en pruebas de alimentación sobre el uso de propionato de cromo en dietas de millones de bovinos y cerdos en todo el mundo, la FDA ha considerado el propionato de cromo como forma segura y eficaz en las dietas de pollos de engorde como fuente de cromo.
En EE.UU., se autorizó el uso de propionato de cromo en cerdos y ganado vacuno en el año 2000 y 2009, respectivamente.
El cromo ha sido identificado como un elemento esencial para las personas y los animales de laboratorio (National Research Council 1997; Anderson 1992).
El cromo está involucrado en mejorar la captación de glucosa por las células (Davis y Vincent 1997).
Investigaciones en humanos y roedores sugieren que el estrés incrementa la necesidad de cromo en el organismo (Spears 2010).
El estrés incrementa la secreción de cortisol, que reduce la sensibilidad de la insulina en las células (Bunting 1999; Moonsie-Shageer y Mowat 1993).
El propionato de cromo es una fuente de cromo altamente biodisponible, que ha demostrado una mejora en la sensibilidad hacia la insulina y promueve la ingesta de glucosa, al haber una mayor sensibilidad de los tejidos con respecto a la insulina esto causa que la glucosa en la sangre disminuya, con esta reacción las reservas de energía del cuerpo se reparten más rápido y se consumen de igual manera lo que hace que el intervalo entre comidas del animal se acorte. Al hacer menor el intervalo entre comidas del ave se asegura que consuma más alimento, por ende se espera un mayor incremento en el peso del ave en un lapso corto de tiempo (Kamen 1990).
Más información sobre el papel del cromo en la nutrición animal: “The role of chromium in animal nutrition“