Las exportaciones españolas de forrajes deshidratados experimentaron un crecimiento histórico en mayo de 2025, al alcanzar las 68.791 toneladas, lo que supone un incremento del 49,5 % respecto al mismo mes del año anterior, cuando se exportaron 46.006 toneladas.
Este avance confirma la fortaleza de España en un mercado global cada vez más competitivo y con una demanda creciente de materias primas para la nutrición animal.
El mayor impulso se observa en el formato balas, que pasó de 27.861 toneladas en mayo de 2024 a 50.157 toneladas este año, un aumento del 80%.
Por su parte, el formato pellets se mantuvo estable, con 18.634 toneladas (+2,7% frente a las 18.145 del año pasado).
Este cambio de tendencia subraya la preferencia de varios países importadores por el forraje en balas, considerado más versátil para ciertos sistemas de alimentación.
Nuevos destinos para los pellets
En cuanto a los pellets, el líder sigue siendo Brasil, que incrementó sus compras un 11,8 % hasta alcanzar las 3.556 toneladas. No obstante, destaca la irrupción de nuevos mercados: Corea del Sur, con un crecimiento del 396% (de 529 a 2.625 toneladas), y Túnez, que aparece por primera vez con 2.307 toneladas.
También sobresale Arabia Saudí, que importó 2.471 toneladas. Por el contrario, China redujo casi a la mitad sus importaciones (de 2.720 a 1.391 toneladas), y Marruecos prácticamente desapareció como cliente (927 toneladas frente a 4.144 el año anterior).
Diversificación y oportunidades
El balance de mayo de 2025 muestra un cambio en el mapa comercial de los forrajes españoles.
La diversificación de destinos y la creciente demanda en Asia y Oriente Medio consolidan a España como proveedor estratégico en la cadena global de alimentación animal.
La apuesta por mercados emergentes y formatos más demandados será clave para mantener esta senda de crecimiento en los próximos meses.
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