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Importancia de la nutrición pre-destete en lechones

 

Especialmente llamativa es la evolución sufrida en el número de lechones nacidos vivos por cerda –Gráfico 1- y consecuencia directa de ello el incremento respectivo en el número de lechones destetados. Es innegable esta tendencia tanto en España, como en el resto de los grandes productores de porcino a nivel mundial.

Gráfico 1. Evolución del número de lechones nacidos vivos en diferentes paises europeos IFIP a partir de BDPorc (España), GTTT (Francia), ZDS (Alemania), Agrovision (Holanda), DPP (Dinamarca)

La mejora tan significativa de este parámetro productivo supone una gran oportunidad para mejorar nuestras cifras de producción y nuestra competitividad, pero asimismo representa un gran reto dado que las medidas de manejo y la nutrición de estos lechones se hacen más complicadas.

 

»Acceso a la mama productora por parte del lechón

El primero de los desafíos se trata del difícil acceso del lechón a una buena mama productora de calostro debido a la tan numerosa camada al parto.

Frente a este problema, técnicas como el Split-nurse -separación de la camada en dos grupos tras el nacimiento, para permitir una lactancia en grupos más reducidos y por tanto con menos competencia en las primeras horas tras el parto- optimizará el acceso a las mamas más productoras de leche  por parte de los lechones más pequeños. Esta técnica se ha venido implementando con notable éxito en los últimos años.

»Dispersión de pesos al nacimiento

Un segundo reto derivado de la alta prolificidad, es la mayor dispersión de pesos al nacimiento, considerándose habituales actualmente en granjas con determinados niveles de producción cifras de más del 20% de lechones con menos de 1.000 g de peso vivo al nacimiento (LWK-NRW 2015, Quiniou et al 2002; Gráfico 2).

Gráfico 2. Influencia del tamaño de camada sobre el porcentaje de lechones con peso inferior a 1.000 g (Quiniou et al, 2002)

 

Los lechones con menor peso tendrán un mayor déficit energético y, por tanto, un peor acceso a las mamas, aumentando su riesgo de aplastamiento

Estos lechones con bajo peso al nacimiento, tienen  una pérdida de temperatura más rápida tras el parto, además de un mayor déficit energético pues su reserva grasa es menor, lo cual conduce a una hipoactividad post-parto y, por tanto, peor acceso a las mamas que producen más calostro/leche, desembocando en un mayor riesgo de aplastamiento.

Esta hipoactividad y falta de acceso al calostro incrementa su porcentaje de mortalidad -Tabla 1- y además convierte a estos animales en aquellos que presentarán los peores índices de toda la camada (Dunshea et al, 1997).

Hemos de tener en cuenta que la glucogénesis no comienza a ser importante hasta la segunda semana de edad, por lo que la supervivencia de los lechones va a depender en muchas ocasiones de sus reservas corporales de glucógeno y grasa, siendo éstas realmente escasas en lechones de bajo peso, pues dependen del tamaño al nacimiento.

Tabla 1. Efecto del consumo de calostro durante las primeras 24 horas de vida sobre la mortalidad precoz en lechones (Lallemand, 2010)

 

 » Acciones de manejo y herramientas nutricionales para mejorar la viabilidad de los lechones

Para mejorar la tasa de supervivencia de estos lechones deberemos pautar acciones de manejo y utilizar diversas herramientas nutricionales para mejorar la viabilidad de estos animales.

≡ Pautas de manejo

≡ Pautas nutricionales

El primer requerimiento en estos lechones de bajo peso es cubrir su déficit energético, que les permitirá optimizar la producción de calor, aumentar su actividad para alcanzar una mama y disminuir su riesgo de aplastamiento.

Se debe tener en cuenta que no todas las fuentes de ácidos grasos tienen la misma digestibilidad en neonatos, a la hora de aportar esa energía extra necesaria para el lechón en las primeras horas de vida.

Los ácidos grasos de cadena media (AGCM), que presentan una magnífica asimilación junto a su actividad antimicrobiana (Zentek, 2011), se convierten en una interesante materia prima de elección.

Pese a ser de vital importancia esta suplementación energética no es el único factor determinante a la hora de mejorar el arranque de estos lechones con bajo peso; dado que estos suelen ser más susceptibles a diferentes problemas digestivos a lo largo del período de lactación, el uso de probióticos facilita el mantenimiento de una microbiota adecuada que minimice el riesgo de diarreas.

Los ácidos grasos de cadena media -AGCM- presentan una magnífica asimilación así como una gran actividad antimicrobiana

Los probióticos se tratan de microorganismos vivos y beneficiosos que ocupan nichos del tracto gastrointestinal, sobre todo a nivel del intestino grueso evitando la proliferación de bacterias patógenas.

Igualmente, tratar de maximizar la respuesta inmune del lechón (pues en este periodo sustenta sus defensas en una respuesta pasiva proveniente de inmunoglobulinas de la cerda), mediante la adición de productos ricos en inmunoglobulinas, junto a todas las estrategias previamente mencionadas, han de mejorar los rendimientos productivos de los lechones en lactación -Gráfico 3-.

Gráfico 3. Reducción de mortalidad en lechones tras la administración de 4 ml (2 dosis de 2 ml) de un suplemento de AGCM+inmunoglobulinas+probiótico en las primeras 24 horas de vida.

› Pautas Nutricionales . Durante la lactancia

Una vez la camada arranca a consumir leche, las diarreas neonatales siguen siendo un problema recurrente en producción. Pese a no presentar una alta mortalidad, cobra importancia dada su elevada morbilidad y por la reducción que provoca en la capacidad de absorción de nutrientes al dañar la mucosa intestinal con las consiguientes mermas en los resultados zootécnicos.

Comúnmente se observa una deshidratación marcada, piel sucia y retraso en el crecimiento. La presencia de agentes virales, parasitarios, bacterianos y/o deficiencias en el manejo son los principales causantes de esta problemática. Como agentes virales más comunes tomaremos el coronavirus y el rotavirus.

Dentro de las diarreas neonatales debidas a problemas parasitarios destaca como la más importante en porcino, gozando de una alta prevalencia en todo el mundo, Isospora suis, mientras que E.coli se desmarca como la principal causa bacteriana de diarrea en lechones, presentando diferentes cuadros y pudiendo ocasionar mortalidades muy elevadas. Frente a este tipo de procesos, el primer paso es el correcto diagnóstico.

Mediante el empleo de productos basados en taninos podemos además evitar o reducir el uso excesivo de antibióticos, ya que facilitan la rápida regulación de los trastornos digestivos debido a las propiedades astringentes que  poseen de manera natural.

Tratamientos establecidos,

una vez diagnosticado, son el uso de:

− La inmunización de las cerdas frente a problemas víricos

− Uso de coccidiostáticos para las parasitosis por coccidios

− Recurrir al uso de los antibióticos frente a problemas bacterianos

Medidas terapéuticas primordiales, bien para diarreas de origen infeccioso, bien para las de origen no infeccioso

− Evitar la deshidratación brindando agua limpia en abundancia

− Reducir el riesgo de hipotermia proporcionando una adecuada fuente de calor

− Prevenir corrientes de aire

− Suplementación de electrolitos.

› Pautas Nutricionales . En el destete

Posteriormente, en el momento del destete, acontecerán una serie de cambios trascendentales para el lechón, siendo los más importantes el estrés, consecuencia de un cambio brusco no sólo nutricional sino también ambiental.

Por tanto, es de suma importancia la reducción del estrés derivado de estas situaciones en vista a una rápida y exitosa adaptación por parte del lechón.

Por ejemplo, existe abundante literatura acerca de los beneficios del creep feeding -suplementar con pienso la alimentación láctea de lechones en parideras-, como son:

Una mayor frecuencia de visitas al comedero comedero (Van Kempen, 2014)

Período más corto hasta la primera ingesta post-destete (Bruinix et al, 2002)

Mayor consumo de pienso post-destete (Gadd 2006)

Mediante esta técnica se pretende no sólo que el lechón tenga un mejor y más rápido contacto con el alimento sólido, sino que también se busca un precoz desarrollo enzimático por contacto con nutrientes no presentes en la leche materna, como ocurre en el caso del almidón -Tabla 2-.

Tabla 2. Composición de la leche de la cerda estandarizada a un 88% de materia seca. (Adaptado de Mavromichalis, 2006)

› Pautas Nutricionales . Suplementación con pienso en parideras

Realmente novedosas son algunas nuevas presentaciones noreuropeas para esta suplementación con pienso en paridera huyendo de la convencional harina para lechones o gránulo de 1,8 mm.

Basado en la etología porcina, el comportamiento exploratorio innato del lechón hará que éste comience a interesarse por el pienso provisto en el plato desde muy temprana edad (3-4 días de vida), sin embargo, la utilización de harina o gránulo muy pequeño le supone una dificultad añadida.

Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un pienso de paridera adecuado

Recientes estudios en la universidad de Wageningen (Países Bajos) han demostrado que gránulos más grandes (>12mm) como pienso de paridera, mejoran significativamente los tests de preferencia en lechones lactantes –Tabla 3– pues permiten al lechón manejarlo de una manera mucho más sencilla como alimento, al igual que como entretenimiento, debido a que su musculatura masticatoria se encuentra preparada para manejar en esas primeras fases de vida objetos del tamaño de una bellota, al igual que ocurre en la naturaleza.

Por otro lado, minimizamos su desperdicio al no colarse a través del slat evitando que caiga a la fosa. Mediante estos pellets de gran tamaño se proporciona un instrumento de “juego”, al mismo tiempo que el lechón toma contacto y se habitúa a la alimentación sólida, facilitándose una precoz y adecuada producción enzimática en vistas al momento del destete, cuando sea el almidón la principal fuente de energía en el pienso post-destete.

Tabla 3. Resultados tests de preferencia (v.d. Brand, 2011).

› Pautas Nutricionales Alimentación en el periodo de destete

De este modo, tras el destete el lechón debe comenzar a digerir almidones, grasas y proteínas para las que su dotación enzimática todavía no está perfectamente preparada, por lo que la digestibilidad de las materias primas elegidas desempeña un papel crucial en la seguridad digestiva de la fórmula diseñada.

Sin embargo, el lechón ya destetado posee dificultades de acidificación debido a que recibe menos lactosa en el pienso que en la leche de la cerda, el poder tampón de los ingredientes proteicos y minerales presentes en el pienso y su  incapacidad para producir suficiente ácido clorhídrico.

Los piensos con alta capacidad tampón favorecen que el pH gástrico sea más elevado, lo cual penaliza el pico de actividad de la pepsina, la mayor proteasa gástrica, situándose entre 2 y 3,5 (Kidder  y Manners, 1978). Esta disminución de actividad de la pepsina favorecería la llegada de proteína sin digerir a intestino y la consecuente aparición de problemas digestivos.

La pérdida de estas células epiteliales difiere en grado dependiendo de las materias primas que ingiera el lechón, de su poder antigénico y de su digestibilidad. Cuanto mayor es el daño en el enterocito, más se compromete la utilización de los nutrientes, lo que al mismo tiempo aumenta el riesgo de diarreas.

 

Nuestro objetivo como nutricionistas en formulación de dietas de arranque debe ser por tanto el resultado de la combinación entre seguridad digestiva y un adecuado consumo de pienso post-destete.

Si tal y como parece probable comienzan a establecerse restricciones más severas a la hora de utilizar antibióticos en estas dietas, la obtención de resultados óptimos durante esta fase se complica y se ha de prestar aún más atención si cabe a la formulación de estos piensos.

Desde Miavit, con más de 50 años de experiencia en el sector de la nutrición animal en el norte de Europa y plenamente conscientes del desafío que implica la reducción en la inclusión de antibióticos, estamos a su lado para mejorar la productividad de sus lechones. 

 

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