El efecto de los aceites en el rendimiento productivo de las gallinas ponedoras está influenciado por muchos factores como:
- el tipo de aceite
- el nivel agregado
- la composición nutricional
- la raza y el estado fisiológico de las aves
Muchos estudios han demostrado que agregar aceites vegetales puede reducir el contenido de grasa del hígado o aliviar el síndrome de hígado graso en gallinas ponedoras (Leer “Inclusión de aceites vegetales en la dieta de gallinas ponedoras”), mientras que los aceites animales pueden agravar este síndrome o pueden tener un impacto negativo en el metabolismo de los lípidos de las gallinas ponedoras.
- Sin embargo, el agregado de bajas dosis de aceites de origen animal en las dietas de ponedoras permite aumentar el contenido de energía total de la ración.
Aceite de pescado
El aceite de pescado es una fuente tradicional de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) n3 (contiene más del 30%).
Posee relativamente pocos AGS y la proporción de AGPI n6 a n3 PUFA es aproximadamente uno. Los estudios han demostrado que alimentar a las gallinas con una dieta que contiene un 3% de aceite de pescado aumenta significativamente la producción y el peso de los huevos (Mariod y col., 2015).
- Sin embargo, la adición de aceite de pescado a la dieta puede afectar el rendimiento de las gallinas ponedoras y el cambio más común es una disminución en el peso de la yema de huevo.
Por otro lado, el aceite de pescado en exceso en la dieta induce la peroxidación lipídica y deteriora la función hepática, mientras que una disminución en el color de la cáscara se asocia con una síntesis reducida de protoporfirina IX (Dong y col., 2018).
Aunque el tratamiento del aceite de pescado mediante tecnología de microencapsulación elimina mejor el sabor a pescado resultante en el alimento, tiene poco efecto en mejorar el olor a pescado de los huevos resultantes (Jacobs y col., 2002).
Manteca de cerdo
La manteca de cerdo se obtiene de la extracción del tejido adiposo de los cerdos y, a menudo, se usa junto con otros aceites vegetales para producir margarina y otros aceites alimentarios especiales.
Se compone principalmente de ácidos grasos saturados (AGS) (40-45%).
- Por ejemplo, el ácido palmítico y el ácido esteárico están presentes en niveles elevados (25% y 15%, respectivamente). La manteca de cerdo también contiene ácidos grasos insaturados (AGI): el contenido más alto de monoinsaturados es aproximadamente del 40 al 45% y los AGPI, que incluyen principalmente ácido linoleico, constituyen del 10 al 15%.
Algunos estudios han encontrado que agregar manteca de cerdo al alimento aumentó el nivel de SFA en la yema de huevo y mejoró significativamente el color amarillo del huevo (Latour y col., 1988; Cachaldora y col., 2006).
Aceite de hígado de bacalao
El aceite de hígado de bacalao es uno de los suplementos nutricionales más antiguos del mundo.
Este aceite contiene altas cantidades de EPA y DHA, así como de vitaminas A y D.
A nivel médico, la suplementación con altas dosis de aceite de hígado de bacalao se puede usar para tratar a personas que sufren deficiencia de vitamina D y raquitismo.
Muchos estudios han demostrado que el aceite de hígado de bacalao puede tener un impacto en la composición nutricional de los huevos y el índice antioxidante de las gallinas:
- Tu y col. (2003) encontraron que la suplementación con 3% de aceite de hígado de bacalao reduce los niveles séricos de triglicéridos, colesterol y LDL-C+ VLDL-C y, por lo tanto, reduce el nivel de colesterol en la yema de huevo.
- Por lo tanto, se debe prestar atención al nivel de suplementación y la calidad del aceite agregado durante el proceso de adición.
Aceite balanceado
Se puede mezclar una variedad de aceites para compensar la función nutricional y la estructura insuficientes de un solo aceite.
La suplementación con este aceite balanceado no afecta negativamente:
- El rendimiento productivo
- Los análisis de sangre de rutina
- Ni la calidad del huevo (Zhang y col., 2020)
Además, el uso combinado de aceite vegetal y aceite de pescado en las dietas de las gallinas ponedoras aumenta efectivamente el contenido de AGPI n-3 en los huevos para producir huevos de alta calidad (Kralik y col., 2008).
Oxidación de aceite
En la producción intensiva de huevos, la oxidación del aceite de alimentación es un factor común que conduce al estrés oxidativo en los animales.
En general, se supone que el malondialdheído (MDA), un compuesto estable, es el producto final de la oxidación de lípidos. Por lo tanto, el contenido de MDA en los aceites se utiliza como indicador del nivel de oxidación de los aceites.
El aceite oxidado ejerce efectos nocivos sobre la salud animal y, posteriormente, afecta las funciones fisiológicas normales.
Los ácidos grasos libres en la grasa ingresarán a las células de la mucosa del intestino delgado junto con otros aceites en el alimento y luego ingresarán a la sangre para formar lípidos sanguíneos y convertirse en los componentes oxidados de los lípidos sanguíneos, lo que aumenta el grado de oxidación en el organismo.
Los peligros antes mencionados de los aceites oxidados conducen a:
- Una disminución de la salud animal
- Un rendimiento de producción reducido
- Fallas en la reproducción
- Menor calidad del producto animal
En comparación con los resultados obtenidos con una dieta de control, los alimentos que contienen aceites oxidados promueven la síntesis de más enzimas mitocondriales en el animal para eliminar los peróxidos dañinos, lo que resulta en aumentos en el tamaño y peso del hígado. |
Conclusiones
De acuerdo con los estándares de consumo de alimento, la adición de una dosis baja de aceite no provoca fluctuaciones significativas en el rendimiento productivo de las gallinas ponedoras.
Actualmente, los aceites animales y vegetales se usan ampliamente para mejorar la composición de ácidos grasos de los huevos y la calidad del huevo y han dado buenos beneficios en la producción. Además, la adición de aceite balanceado con aceites de diferentes fuentes han mostrado un excelente potencial para mejorar el rendimiento de las gallinas ponedoras y la calidad del huevo.
Al complementar las dietas de las gallinas ponedoras con aceites animales y vegetales, las características de los aceites, las condiciones de alimentación y los niveles de suplementación deben considerarse integralmente para maximizar los beneficios económicos de la producción.