INTEGRIDAD INTESTINAL DE LOS LECHONES MEDIADA A TRAVÉS DE LA INCLUSIÓN DE FIBRA EN LA DIETA
El mantenimiento de la salud intestinal es complejo y tiene sus bases en un delicado balance entre la clase de dieta, la flora comensal intestinal y la mucosa, que incluye el epitelio digestivo y la capa de mucus que lo recubre.
El epitelio de un lechón de 3 semanas de edad se renueva completamente en un periodo de 2 a 4 días (Moon, 1971). Durante periodos de estrés como el destete, los nutrientes requeridos para esta renovación son críticamente importantes.
En esta etapa, el nivel de consumo es determinante para desarrollar el sistema gastrointestinal y aumentar su capacidad de digestión y absorción, como también su funcionalidad como barrera, existiendo menor daño intestinal cuando el consumo de alimento es suficientemente alto (Bishop et al., 1992; Verdonk et al., 2007).
Figura 1. Modificaciones en la funcionalidad y el perfil microbiano intestinales durante los primeros días post-destete.
La flora intestinal en los lechones cumple las siguientes funciones:
1. Producción de vitaminas del grupo B y vitamina C;
2. Degradación de los componentes de los alimentos no digeridos en otras partes del TGI, generando ácidos grasos de cadena corta -AGCC- o ácidos grasos volátiles -AGV-, los cuales son posteriormente absorbidos y participan en varias rutas metabólicas del animal;
3. Mantenimiento de la integridad del epitelio intestinal;
4. Estimulación de la respuesta inmunitaria;
5. Protección frente a microorganismos enteropatógenos;
6. Incremento en la absorción de minerales, sobre todo del calcio, relevante para el correcto desarrollo y el normal crecimiento de los huesos;
7. Cubrimiento físico de sectores de la mucosa intestinal que pudieran ser ocupados mediante colonización de bacterias patógenas (“puntos de adhesión”).
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