Históricamente, el interés en los lípidos para la nutrición porcina ha enfatizado los efectos de la grasa en la dieta sobre el rendimiento durante varias etapas de producción.
- Además, se ha estudiado el impacto del nivel dietético, el tipo y la tasa de inclusión de aceite con respecto a la calidad de la carne de cerdos en finalización (Lauridsen et al., 2000; Wisemann et al., 2000).
- Cabe señalar que la energía absorbida es mucho mayor de la glucosa que de los SCFA (Bach Knudsen, 2011); sin embargo, los SCFA son una fuente de energía biodisponible para los colonocitos.
La digestión, la absorción y el metabolismo de los lípidos de la dieta se ven afectados por la composición de ácidos grasos de la dieta, específicamente el grado de saturación y la longitud de la cadena, así como la posición de los ácidos grasos en la molécula de TG.
En general, los lípidos insaturados son más digeribles en los cerdos que los lípidos saturados, lo que se puede atribuir a la posibilidad de que la lipasa acceda a los TG, (Ravindran et al., 2016).
Los ácidos grasos con una longitud de cadena de 12 carbonos (C) o inferior se absorberán a través de la sangre portal, mientras que los ácidos grasos con una longitud de cadena de 14 C o superior se absorberán a través de la linfa.
- Por lo tanto, la saturación de MCFA y los AG con 6 a 12 C, que se encuentran naturalmente en forma de MCTG en la grasa de la leche y algunas fuentes de grasa vegetal, como los aceites de coco y de palmiste, representan fuentes de energía inmediatamente disponibles.
La digestibilidad de los lípidos de la dieta se puede evaluar mediante la determinación de la digestibilidad aparente o verdadera en la que se evalúa la diferencia entre los lípidos ingeridos en el alimento y los lípidos excretados en las heces.
- Esto da una estimación de la cantidad de lípidos digeribles provenientes de la dieta debido a la exclusión de pérdidas endógenas de grasa.
La pérdida endógena ocurre debido a la excreción de:
- ácidos biliares
- células descamadas
- lípidos estructurales de la mucosa
- y colesterol
y puede variar no solo con la ingesta de materia seca sino también con la fuente y el nivel de lípidos en la dieta (Kil et al., 2010). La digestibilidad aparente de los lípidos del tracto total varía entre el 25% y el 77% (Noblet y Van Milgen, 1994) y se limita a la digestibilidad total del tracto real en lugar de la digestibilidad ileal, que ignora la síntesis microbiana de AG en el intestino.
Además, la adición de lípidos a las dietas puede mejorar la digestibilidad de las proteínas debido a la ralentización de la velocidad de paso de los lípidos en el intestino, lo que contrasta con el efecto de la fibra (Kil et al., 2010).
Aporte de lípidos en la dieta de Lechones
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