El Grupo de Investigación Reconocido (GIR) Producción y Alimentación de Rumiantes de la Universidad de Valladolid (UVa), que desarrolla su labor en el Campus de Palencia, trabaja en una línea de investigación centrada en la producción de carne y leche de calidad, en el marco de la cual ha estudiado el empleo de orujo de uva en la alimentación del ganado ovino.
Según detalla la coordinadora del grupo, la doctora Teresa Manso, en la alimentación de los rumiantes en general, y del ganado ovino en particular, es muy habitual utilizar subproductos de la industria agroalimentaria
Su uso permite aprovechar productos que de otra manera serían únicamente residuos, con la importancia que este tema presenta desde un punto de vista medioambiental, y también para reducir el coste de la ración y proporcionar sustancias bioactivas con efectos beneficiosos sobre la calidad de los productos (carne y leche) y la salud de los consumidores.
En el caso de la industria vitivinícola, en el proceso de elaboración del vino se generan distintos subproductos, como los orujos, con un interesante contenido en compuestos fenólicos que destacan por su poder antioxidante, entre otras propiedades.
No obstante, según las estimaciones sólo un tres por ciento de la producción nacional se destina a alimentación animal.
«El interés del empleo de los subproductos de la elaboración del vino por parte de los ganaderos y las empresas del sector de la alimentación animal radica en la riqueza en compuestos fenólicos que presenta y en que pueden actuar sobre la estabilidad oxidativa y la calidad de los productos obtenidos», afirma la investigadora.
El grupo de la UVa, en colaboración con investigadores del Instituto de Ganadería de Montaña (CSIC-Universidad de León) y del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), ha analizado el efecto de la incorporación de orujo de uva en las distintas fases productivas del ganado ovino (ovejas en lactación y en corderos de cebo) sobre los rendimientos productivos y la estabilidad oxidativa y vida útil de la carne de lechazo y de cordero en relación con el antioxidante habitualmente utilizado.
Los investigadores han realizado varias pruebas experimentales con animales que han permitido conocer el valor nutritivo del orujo de uva procedente de distintas bodegas de Castilla y León, evaluar el efecto de la incorporación de orujo de uva en raciones de ovejas en inicio de lactación sobre la producción y composición de la leche y estudiar este efecto durante la fase de crecimiento-cebo.
Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que la incorporación de orujo de uva a los niveles estudiados en la ración de ovejas en lactación y en corderos en crecimiento «presenta un efecto positivo sobre la estabilidad oxidativa y el color de la carne, sin que los rendimientos productivos de los animales se vean afectados», detalla Manso.
Del mismo modo, se han observado mejoras en el perfil lipídico de la carne, «ya que en algunos casos los niveles de ciertos ácidos grasos beneficiosos para la salud humana como el ácido ruménico se han visto incrementados al incluir este subproducto».
Más información en: comunicación.uva.es