El Dr. Ignacio Badiola y la Dra. Lourdes Migura, investigadores de IRTA-CReSA, participan activamente en el Plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antibióticos.
Este Plan Nacional (PRAN) tiene como objetivo reducir la emergencia de bacterias resistentes a los antimicrobianos así como sus consecuencias para la salud humana debido al uso inadecuado de antibióticos tanto en medicina humana como en veterinaria. Además se propone preservar de manera sostenible el arsenal terapéutico existente, que actualmente corre peligro debido a la aparición de bacterias resistentes a antimicrobianos de última generación.
El PRAN se enmarca en una política conjunta europea que da respuesta a la estrategia mundial impulsada desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) para contener la resistencia a los antimicrobianos.
Todos los gobiernos deberán tener un plan de acción nacional compatible con el plan de acción mundial para mayo de 2017. En el PRAN participan 190 expertos de distintos ministerios (Sanidad, Agricultura, Interior, Defensa y Educación), Comunidades Autónomas, sociedades y asociaciones científicas, profesionales, laboratorios de referencia, plataformas profesionales, expertos externos, universidades y organizaciones colegiales.
Los antimicrobianos son medicamentos utilizados para tratar las infecciones causadas por bacterias, hongos, parásitos y virus. La resistencia a los antimicrobianos es la capacidad de un microorganismo de sobrevivir a un antimicrobiano (por ejemplo, un antibiótico) al que originalmente era vulnerable. En consecuencia, los tratamientos convencionales se vuelven ineficaces y, además de aumentar la morbilidad y la mortalidad, las infecciones persisten y aumenta el riesgo de propagación. Esta tendencia al incremento de bacterias resistentes observado en las últimas décadas se debe, principalmente, a dos factores: la prescripción de antibióticos para el tratamiento de enfermedades infecciosas en medicina humana y el uso de antimicrobianos en animales de producción, que hace que aumente el riesgo de entrada de bacterias resistentes en la cadena alimentaria y, por tanto, al consumidor. En definitiva, la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos requiere la mejora conjunta del uso de los antimicrobianos tanto en sanidad humana como en sanidad animal, y el bloqueo de la transmisión de los microorganismos resistentes.
En este contexto es necesario coordinar medidas urgentes a nivel local, nacional e internacional para lograr un tratamiento adecuado y conservar la potencia de los antimicrobianos para las generaciones futuras.
Para alcanzar el objetivo del PRAN, se proponen seis líneas estratégicas comunes para la sanidad humana y veterinaria:
1) Vigilancia del consumo de antibióticos y de las resistencias a los antimicrobianos;
2) Controlar las resistencias bacterianas;
3) Identificar e impulsar medidas alternativas y/o complementarias de prevención y tratamiento;
4) Definir prioridades en materia de investigación;
5) Formación e información a los profesionales sanitarios; y
6) Comunicación y sensibilización de la población en su conjunto y de subgrupos de población.
Los investigadores de IRTA-CReSA participan en 14 de las 24 medidas que se proponen para alcanzar los objetivos del Plan.
Fuente : IRTA
Más información:
Actividades de la OMS para contener la resistencia a los antimicrobianos: http://www.who.int/drugresistance/activities/es/