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La alimentación y el mantenimiento de la integridad intestinal

Escrito por: Alfred Blanch - www.addimus.com

Introducción 

El epitelio intestinal constituye la principal barrera que separa el organismo animal de su entorno externo. Billones de bacterias comensales residen en el tracto gastrointestinal, las cuales tienen un papel trascendental en la función intestinal y el desarrollo del sistema inmunológico. Sin embargo, estas mismas poblaciones bacterianas, en estados de desequilibrio, pueden representar un riesgo serio de infección. Así pues, el mantenimiento de la barrera epitelial será primordial, entre los diversos mecanismos de defensa, a nivel de tracto gastrointestinal. 

Cualquier desajuste en la estructura de la barrera intestinal podría derivar en una reacción inmune fuera de control o permitir un crecimiento desenfrenado de ciertas bacterias patógenas, y en ambos casos comprometiéndose la salud, el bienestar y el rendimiento productivo de los animales. 

Sin lugar a dudas, la alimentación de los animales es un factor determinante en la negligencia, así como en el mantenimiento de la integridad intestinal. 

¿Qué es la integridad intestinal? 

» La barrera epitelial intestinal es el revestimiento interno del intestino de una sola célula de espesor. 

Debajo de esta capa epitelial, existe una capa delgada de tejido conectivo, la llamada lámina propia, la cual tiene un papel crucial en el fomento de una correcta comunicación entre la microbiota intestinal y las células inmunitarias como las células dendríticas, los linfocitos T, los linfocitos B y los macrófagos, células que a su vez funcionan en estrecha relación con las células epiteliales para mantener la homeostasis intestinal. 

Sin embargo, la primera línea de defensa en el intestino está formada por una capa de moco, fundamental para limitar la exposición de las células epiteliales a las bacterias que se encuentran en el intestino. El principal componente de esta capa de moco son las mucinas, proteínas poliméricas altamente glicosiladas. 

 

La ausencia de mucinas en la capa de moco hace que un animal sea muy vulnerable a la inflamación intestinal, lo que le predispone al desarrollo de cualquier tipo de desórdenes intestinales.

 

La capa epitelial intestinal es muy dinámica, caracterizándose por una notable tasa de renovación. El mantenimiento de su renovación requiere una estricta regulación para evitar cualquier desequilibrio en la homeostasis intestinal. 

En este sentido, la función de los distintos tipos de células en la capa epitelial (enterocitos, células de Paneth, células caliciformes, endocitos y células M) y la coordinación entre ellas serán cruciales para mantener el equilibrio del epitelio intestinal (Figura 1). 

Figura 1 . Barrera del epitelio intestinal

 

En conjunto, esta diversidad de células forma una capa polarizada que establece una barrera firme en virtud de:

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