Los aditivos alimentarios están siendo cada vez más estudiados como alternativas a los antibióticos. Entre ellos cabe destacar enzimas como la ß-mananasa, que ayuda a proteger la integridad intestinal.
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El tracto gastrointestinal se considera indispensable para la respuesta inmune, ya que es una de las principales líneas de defensa frente a la presión ambiental de patógenos.
IMPORTANCIA DE LA BARRERA INTESTINAL
Esta “barrera” contribuye a mantener una correcta integridad intestinal, la cual se considera un factor clave en la producción animal.
ANATOMÍA DE LA BARRERA INTESTINAL
La mucosa intestinal está compuesta por una serie de células epiteliales que hacen de barrera entre el medio interno y el externo. Ahora bien, se necesita una cierta permeabilidad para permitir el paso selectivo de ciertas sustancias.
Como se observa en la Figura 1, la barrera intestinal está provista de numerosas células, cada una situada en una parte del intestino y con su función correspondiente.
Capa interna y externa del moco
Contienen IgA secretora, mucinas y péptidos antimicrobianos
Epitelio
Tejido linfoide: compuesto por macrófagos, células dendríticas, células plasmáticas, linfocitos, neutrófilos y tejido linfoide organizado (Placas de Peyer).
¿QUÉ OCURRE TRAS EL DESTETE?
Tanto el sistema digestivo como el sistema inmune van a sufrir una serie de alteraciones y suele coincidir con que la edad de los animales no es la idónea para que el proceso de destete se desarrolle con normalidad.
La edad de destete es un factor a considerar ya que se suele realizar de forma temprana.
Aparte de los cambios morfológicos, enzimáticos e inflamatorios del intestino, una vez concluido el destete, se va a producir un cambio en la propia microbiota intestinal. El equilibrio de esta microbiota es esencial para mantener una buena integridad intestinal (Cranwell, 1995). Muchos factores son capaces de afectar este equilibrio y causar alteraciones en la estructura morfológica de la pared celular intestinal favoreciendo infecciones y reduciendo el rendimiento de los animales, como por ejemplo el estrés, el uso de antibióticos, aditivos alimentarios o la composición de la dieta.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON LA DINÁMICA DE INFECCIÓN DE LAS PRINCIPALES PATOLOGÍAS DIGESTIVAS?
En 2008, Aarestrup y colaboradores recabaron información sobre la prevalencia de los principales patógenos digestivos.
Como puede observarse en la Figura 3, la prevalencia de Escherichia coli disminuía cada año desde un 45% de prevalencia en 1999 a aproximadamente un 20% en 2006.
Ahora bien, esta evolución ha sufrido un cambio brusco y, hoy en día, se considera uno de los patógenos más prevalentes en el periodo posdestete.
LAS ENZIMAS CONTRIBUYEN DE FORMA POSITIVA AL MANTENIMIENTO DE LA INTEGRIDAD INTESTINAL
En lo que se refiere a la composición de las dietas, cuando los ingredientes utilizados son de baja calidad o la dieta está desequilibrada, el exceso de nutrientes no digeridos en el tracto gastrointestinal es usado como sustrato para las bacterias patógenas favoreciendo el desequilibrio de la microbiota intestinal y la aparición de enfermedades.
FACTORES ANTINUTRICIONALES
En los últimos años, los aditivos alimentarios están siendo cada vez más estudiados como alternativa frente a la reducción del uso de antibióticos, óxido de zinc y la creciente demanda por productos ecológicos, que generan menos impacto al medio ambiente. Entre ellos podemos encontrar:
Las proteasas mejoran la digestibilidad de las proteínas por hacer más disponibles los aminoácidos y las fitasas mejoran la digestibilidad de minerales como el fósforo al hidrolizar el ácido fítico, indigestible por animales monogástricos (Choct., 2006; Radcliffe., 2000).
CARACTERÍSTICAS DE LOS ß-MANANOS
La enzima ß-mananasa, además de ayudar a proteger la integridad intestinal al degradar los ß-mananos presentes en el pienso, evita el gasto energético producido por la activación del sistema inmune innato (aproximadamente 3% de la energía alimentaria). Esta energía que se ahorra es destinada al crecimiento y desarrollo del animal (Spurlock, 1997).
La aplicación comercial de enzimas como aditivo alimentario tiene un historial de aproximadamente 35 años. Durante este período, surgió la industria de enzimas para piensos y ha pasado por varias fases de desarrollo. Con la tecnología actual, las enzimas producidas son cada vez más sofisticadas y específicas, los distintos modos de acción, causan efectos sobre el organismo animal que van desde cambios en la microflora intestinal hasta la respuesta del sistema inmune (Choct, 2006).
El productor que busca adaptarse a las nuevas tendencias que el sector cárnico atraviesa durante los últimos años, debe conocer todas las estrategias disponibles que permiten mantener o mejorar la productividad, ya sean control de enfermedades, programas vacunales, sistemas de bioseguridad, manejo, mejora de las instalaciones o estrategias nutricionales.
Como se ha mencionado anteriormente, ante un problema multifactorial harán falta soluciones multifactoriales.