El peligro de contaminación por micotoxinas en la alimentación animal sigue siendo un problema en la avicultura. Una flora intestinal sana no solo es importante para la salud del animal, sino también para la capacidad de producción y, en consecuencia, para todos los costos relacionados.
En la industria alimentaria, la gallina es un caso único en términos del desarrollo de una flora bacteriana específica en el tracto intestinal.
Los pollitos no tienen contacto con la madre, lo que inhibe el proceso natural de colonización. Por tanto, las bacterias de su entorno (cajas de transporte, yacija, alimento…) son los agentes más relevantes en el desarrollo de su flora.
- El ambiente estéril retrasa el desarrollo del sistema inmunológico y la colonización bacteriana del intestino.
- Los animales jóvenes reaccionan con mayor sensibilidad a los cambios en su entorno (al igual que su tracto gastrointestinal). Por tanto, incluso concentraciones bajas de micotoxinas en la dieta pueden afectar negativamente al desarrollo de su microbiota intestinal.
Efectos negativos de la micotoxina, DON
Las micotoxinas como el deoxinivalenol (DON) tienen un efecto negativo específicamente en la salud del tracto gastrointestinal.
Concentraciones muy bajas de DON en el alimento, incluso las que se encuentran por debajo de los valores guía especificados por la UE, pueden causar una inflamación de la mucosa intestinal, la cual agrava el “síndrome del intestino permeable” y facilita así la penetración de patógenos con sus toxinas en el torrente sanguíneo.
Al bloquear este importante agente transportador, los nutrientes de fácil digestión permanecen en el intestino, donde se convierten en alimento para los patógenos, lo que puede llevar a un desequilibrio en la composición de la microflora, y a su vez debilitar el sistema inmunológico mermando la salud intestinal.
La micotoxina DON reduce la absorción intestinal de nutrientes al inhibir la acción del transportador de glucosa dependiente del sodio SGLT1.
El transportador SGLT1 es responsable de la reabsorción de hasta cinco litros de agua al día.
La diarrea causada por la micotoxina DON está posiblemente ligada a un bloqueo de la reabsorción del agua.
La micotoxina DON abre la puerta a los patógenos y a sus toxinas, conocidas como endotoxinas
Qué son las endotoxinas y qué efectos tienen en las aves
Definición
Las endotoxinas, también llamadas lipopolisacáridos o LPS, son componentes de la pared celular de bacterias gram negativas, como Salmonella, E. coli, Shigella y Pseudomonas.
Las endotoxinas se pueden encontrar en todo lugar donde haya actividad bacteriana –alimento, agua, aire y animales–.
Contrariamente a lo que cabría esperar, las endotoxinas liberadas no matan células ni desencadenan una respuesta inmunitaria directa en el cuerpo del animal.
Las endotoxinas liberadas hacen que otras células huéspedes trabajen para ellas: las reclutan activamente y las estimulan para que secreten moléculas mediadoras.
Las endotoxinas solo son efectivas una vez que se liberan de la superficie de la bacteria. Esto ocurre cuando las bacterias mueren debido a:
- Una respuesta inmune eficaz
- La actividad de antibióticos específicos
- El uso de mezclas ácidas en los alimentos
- Cuando las células bacterianas se dividen
Características de las endotoxinas
- Las endotoxinas en general se dirigen a los macrófagos que circulan por la sangre y los tejidos.
- Estas células de defensa inespecíficas envuelven a las toxinas bacterianas, distribuyendo entonces varias moléculas que desencadenan una respuesta inmunitaria específica o inespecífica.
- Cuando una bacteria gram negativa penetra en el tejido y se libera la endotoxina, los macrófagos desencadenan una respuesta inmunitaria controlada para eliminar la causa de la infección.
Las endotoxinas que entran en sangre se adhieren a una molécula especial llamada proteína fijadora de lipopolisacáridos (LBP, por sus siglas en inglés). Este complejo entonces se une a un receptor del macrófago
Las endotoxinas intestinales y la inflamación resultante reducen el consumo de alimentos del animal. Además, la activación del sistema inmunológico hace que la energía y los nutrientes destinados al crecimiento se desvíen para sostener la acción de defensa inmunológica. Esto tiene como resultado una menor tasa de crecimiento y un desarrollo muscular reducido.
La producción ganadera moderna trata generalmente con animales de alto rendimiento, que deben crecer y/o producir lo más rápidamente posible. Por esto, una flora intestinal sana es un requisito imprescindible para la salud y el rendimiento.
Por todo ello, la avicultura debe incluir una gestión óptima del riesgo de las micotoxinas.
Metodología del análisis
Debemos, en primer lugar, realizar el análisis del alimento para detectar las principales micotoxinas −DON, zearalenona, fumonisina, aflatoxina y T-2− por medio de un inmunoanálisis basado en anticuerpos (ELISA).
Es necesario recordar no obstante, que los resultados del análisis pueden no corresponderse con el valor real.
Resultados del análisis
Los resultados del análisis no son valores ciertamente reales dado que tanto ciertos metabolitos, como las denominadas micotoxinas enmascaradas no se suelen tener en cuenta debido a que no son detectables por los métodos habituales.
Sin embargo, su toxicidad en los alimentos no se debe subestimar y puede aumentar significativamente el valor observado. Así pues, solo es posible realizar una evaluación exacta del riesgo hasta cierto punto.
Reducir costos de producción
Para reducir los costos de producción, el tracto gastrointestinal y el sistema inmunológico se deben considerar de forma integral durante cada etapa de la vida del animal, y deben recibir tratamiento profiláctico de diversas formas.
- En general, se recomienda el uso rutinario de productos desactivadores de las micotoxinas para prevenir el estrés subclínico, fomentar la absorción completa de nutrientes y prevenir un desequilibrio en la composición de la microbiota.
- Al mismo tiempo, se deben probar la calidad y la eficacia de los productos destinados al animal mediante estudios de biomarcadores.