Los alimentos y piensos procedentes de la prefectura japonesa de Fukushima, afectada por contaminación radiactiva por el accidente en una planta nuclear en 2011, hacen frente desde hoy a requisitos menos exigentes para ser importados desde la Unión Europea (UE).
El Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos de la UE concluyó el pasado 25 de noviembre la revisión de las condiciones especiales impuestas a las importaciones de alimentos y piensos desde Japón a raíz de ese incidente, recordaron fuentes comunitarias.
Esa revisión supuso un “alivio significativo de las medidas”, reguladas por un reglamento en particular en lo que se refiere a los alimentos y piensos de la prefectura de Fukushima, así como en una “reducción considerable” de la carga administrativa para los operadores y autoridades japoneses.
La regulación para aplicar esa decisión fue publicada en el Diario Oficial de la UE el pasado día 5 y entró hoy en vigor (adjunto en pdf a esta noticia)
En el caso de los piensos y los alimentos originarios de la prefectura de Fukushima, “el criterio de ausencia de incumplimiento hallado por las autoridades japonesas durante dos años consecutivos (2013 y 2014) se ha utilizado para la revisión actual a fin de suprimir el requisito de muestreo y análisis antes de la exportación a la Unión para dichos piensos y alimentos“, explica el reglamento.
Para los demás piensos y alimentos originarios de esa prefectura, “es conveniente mantener la obligación de muestreo y análisis antes de la exportación a la Unión“, añade.
Además, el pescado y productos pesqueros capturados o criados en las aguas costeras de las prefecturas de Fukushima, Gunma, Ibaraki, Tochigi, Miyagi, Chiba o Iwate deberán ir acompañados de una declaración y un informe de evaluación que contenga los resultados del muestreo y análisis, con independencia del lugar en el que se desembarquen.
Anteriormente, todos los piensos y alimentos (excepto bebidas alcohólicas) procedentes de la prefectura de Fukushima tenían que someterse a pruebas antes de ser exportados a la UE e ir acompañados de una declaración y un informe de análisis.
Desde 2013 la UE revisa anualmente las medidas restrictivas impuestas para detectar la presencia de radiactividad en los productos agrícolas japoneses.
Fuente : EFE