Hoy en día, las cerdas tienen más crías por camada y, como consecuencia de ello, es común encontrar pesos más bajos en el momento del destete.
- Mejorar el rendimiento de los lechones tras el destete es un aspecto clave en los sistemas de producción porcina.
- Una de las áreas que merece una investigación más profunda es el nivel de hierro.
Habitualmente, a los lechones recién destetados se les inyecta hierro (200 mg) para evitar una deficiencia de dicho componente.
Esto es importante porque los lechones recién nacidos tienen unas reservas de hierro muy bajas y no tienen acceso a hierro por vía oral en forma sólida, mientras que la leche de cerda es baja en hierro.
Sin esta inyección, los cerdos serían deficientes en hierro o anémicos, caracterizándose por un número insuficiente de glóbulos rojos, cantidad insuficiente de hemoglobina, pérdida de apetito, letargo, frecuencia respiratoria incrementada, peores crecimientos e, incluso, mortalidad.
Incidencia de anemia en explotaciones comerciales
Con la anemia causando pérdidas en la producción, se debe prestar mayor atención al nivel de hierro en lechones.
Un reciente estudio en Canadá indica que, incluso con la inyección de hierro, los cerdos de hoy en día en sistemas de alta productividad pueden estar al borde de la anemia en el momento del destete.
La anemia está relacionada con frecuencia con un crecimiento más rápido o con cerdos de más peso en el momento del destete, ya que estos cerdos agotan más rápidamente las reservas.
- El estudio canadiense examinó el nivel de hierro en más de 1000 lechones de 20 explotaciones comerciales.
- Cada explotación comercial aplicaba la práctica de manejo de inyectar hierro (200 mg) en los lechones recién destetados pero, incluso con la inyección, había un porcentaje muy alto de lechones (≈35%) con deficiencias de hierro o anémicos en el momento del destete (Gráfico 1).
- Sorprendentemente, a pesar de que a los cerdos se les suministró un pienso suplementado con hierro, el nivel de deficiencia de hierro incrementó hasta el 60% a las tres semanas del destete, viéndose además agravado por un mayor nivel de óxido de zinc en la dieta.
- Además, los lechones que eran anémicos en el momento del destete pesaban 0,83 kg menos a los 21 días del destete.
- Esta investigación en explotaciones comerciales indica que, incluso utilizando la inyección de hierro, los lechones son propensos a padecer anemia y a un peor crecimiento posdestete.
Aunque, por lo general se emplean como paliativo de la anemia, puede que las inyecciones de hierro también tengan efectos potencialmente negativos asociados a un mayor estrés oxidativo en el animal. De hecho, hay estudios que indican que la necesidad de antioxidantes biológicos aumenta en lechones que han recibido la inyección de hierro.
El cambio en las fuentes de proteína de la dieta contribuye al problema
Un aspecto a considerar que puede tener repercusión en el nivel de hierro de los lechones es el cambio en las dietas de iniciación durante los últimos años.
Tradicionalmente, las dietas de los lechones consistían en proteínas animales muy digestibles como plasma o harinas de pescado, de aves y de sangre que contienen altos niveles de hierro.
Sin embargo, últimamente, el interés en reducir costes en las dietas, añadido al mayor conocimiento de las materias primas y de las necesidades de aminoácidos digestibles de los lechones, ha despertado un mayor interés en las proteínas de origen vegetal.
El aumento en la utilización de proteínas vegetales como la harina de soja, los concentrados de proteína de soja o los granos de destilación de maíz sustituyendo a las proteínas animales da como resultado dietas de iniciación más bajas en hierro. Incluso con la suplementación de hierro (de 100 a 200 ppm de sulfato de hierro), el mayor nivel de fitato asociado al mayor empleo de proteínas vegetales resulta en un ratio fitato:hierro alto.
El fitato es un fuerte quelante de iones metálicos divalentes como el hierro y, por ello, este cambio en la dieta aumentando el fitato y disminuyendo el hierro resulta en un nivel más bajo y menor biodisponibilidad del hierro.
Con los bajos niveles de hierro encontrados en las explotaciones comerciales, la tendencia actual de aumentar las fuentes de proteína vegetal que llevan asociado un mayor nivel de fitato puede ser un factor que contribuya potencialmente al incremento de anemia observado en las granjas hoy en día.
Dosis altas de fitasa para liberar el potencial del hierro en la dieta ligado al fitato
El uso de fitasas en los piensos de iniciación (desde el destete hasta 21 días) para liberar el fósforo no ha sido una práctica habitual hasta ahora debido al nivel más bajo de fitato asociado a las dietas basadas en proteínas animales, además del uso del óxido de zinc a dosis elevadas.
Sin embargo, a medida que se ha ido reconociendo el efecto antinutritivo del fitato, se ha extendido el uso de dosis más elevadas de fitasa en las dietas de iniciación con el objetivo de destruir >80% del fitato, resultando en un mejor rendimiento posdestete.
- La suplementación con fitasa de 1500 – 2500 FTU/kg de pienso (superdosificación) tiene como objetivo alcanzar una destrucción completa del fitato (IP6) y de los isómeros menores (IP5 – IP2).
- Esta reducción tiene especial relevancia en el caso del hierro, como reflejan los resultados a los 21 días posdestete mostrando que un contenido reducido en fitato en la digesta ileal de los lechones estaba relacionado con un aumento en los niveles de hemoglobina.
- Además, un estudio en lechones destetados demostró que aumentar las dosis de fitasa incrementa de manera lineal el nivel de hierro medido como la proporción de hematocrito, indicando un aumento en la proporción de glóbulos rojos en sangre (Gráfico 2).
- Esta mejora en los niveles de hierro obtenida aumentando la suplementación de hierro en la dieta o mediante altas dosis de fitasa – medidos en forma de hemoglobina y hematocrito – también se reflejó en una mayor ganancia media diaria (GMD) y mejor índice de conversión (IC) desde el destete hasta los 21 días posdestete (Gráfico 3).
- El rendimiento más alto a los 21 días en cerdos alimentados con dietas que contenían niveles altos de hierro (320 ppm) y dosis elevadas de fitasa (2500 FTU/kg).
CONCLUSIÓN
Con un constante interés por mejorar el rendimiento posdestete de los lechones, es cada vez más necesario investigar y comprender en profundidad el manejo de los niveles de hierro.
Un recurso que puede ser beneficioso para mejorar el nivel de hierro de los lechones recién destetados es el uso de altas dosis de una fitasa de E. coli mejorada para liberar el hierro de la dieta potencialmente ligado al fitato.
La fitasa* usada en las pruebas mostradas fue Quantum Blue