El mercado global del maíz ha experimentado una semana de gran volatilidad debido a las tensiones comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá. Los futuros del maíz en la Bolsa de Chicago registraron una caída del 8,6% en la semana del 4 de marzo, la mayor desde mediados de 2023. Esta situación generó una venta masiva de contratos por parte de los inversionistas, reflejando la incertidumbre que rodea al sector.
Fuga de inversiones y corrección en los precios
Los fondos de inversión redujeron drásticamente sus posiciones largas netas en maíz, pasando de 337.454 a 219.752 contratos en tan solo una semana. Este movimiento implicó la liquidación de casi 118.000 contratos, marcando el segundo episodio más significativo de ventas netas en los últimos años. No obstante, la mayoría de estas desinversiones fueron resultado de liquidaciones de posiciones largas, más que de una intensificación de las ventas en corto, lo que sugiere una estrategia de reducción de riesgos en lugar de una tendencia bajista definitiva.
Factores de soporte: demanda y existencias ajustadas
A pesar de la caída abrupta de los precios, el mercado del maíz sigue respaldado por fundamentos sólidos. Las reservas globales continúan en niveles históricamente bajos, particularmente en Brasil, donde los inventarios han alcanzado su mínimo en más de dos décadas. A esto se suma una demanda sostenida, que hasta hace poco incentivó a los inversores a adoptar posturas alcistas tras un 2024 más conservador.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha mantenido previsiones optimistas para la siembra en 2025, lo que podría ayudar a equilibrar el mercado en el mediano plazo. Sin embargo, los actores del sector permanecen atentos a cualquier cambio en las políticas comerciales que pueda influir en el flujo de exportaciones.
Impacto en otros granos: trigo y soja también sufren presión
El maíz no fue el único afectado por la inestabilidad del mercado. Los fondos de inversión también redujeron sus posiciones en trigo y soja durante la misma semana. En el caso de la soja, los especuladores pasaron a una posición neta corta de -35.487 contratos, terminando con una racha alcista que duró siete semanas. Esta caída arrastró los precios de la soja un 5% a la baja, mientras que la harina de soja perdió un 3% y el aceite de soja un 7%.
Por su parte, el trigo también experimentó un fuerte aumento en las ventas cortas, el más grande desde 2017, ampliando la posición neta de los especuladores a -82.399 contratos.
Rebote parcial y expectativas futuras
Hacia el final de la semana, los precios comenzaron a recuperarse, impulsados por la postergación de los aranceles entre EE.UU., México y Canadá. El maíz logró recuperar un 4% en las tres últimas sesiones, mientras que la soja y el trigo avanzaron un 2,6% y un 2,7%, respectivamente.
La atención del mercado se centra ahora en el próximo informe del USDA sobre oferta y demanda, que se publicará el martes. Aunque no se esperan cambios significativos, los inversores seguirán de cerca las cifras oficiales para evaluar el impacto real de las tensiones comerciales en el sector agrícola.
En un escenario de alta volatilidad, las decisiones políticas y las condiciones climáticas seguirán desempeñando un papel clave en la evolución del mercado de materias primas en las próximas semanas.
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