En esta segunda parte continuamos con el metabolismo de ácidos grasos volátiles (AGV), para terminar con los nuevos descubrimientos sobre su absorción a través del epitelio ruminal.
En la práctica, cuando las vacas están alimentadas con grandes cantidades de concentrados ricos en almidón, parte de este escapa de la fermentación ruminal y alcanza el intestino delgado.
La digestibilidad del almidón en el total del tracto, es superior al 80%, variando de acuerdo al tipo de grano y al consumo (MS/día), la proporción que se degrada en el rumen y, la que llega intacta al duodeno.
Degradabilidad del almidón
La degradabilidad del almidón varía en orden descendente a partir del maíz, sorgo, cebada, trigo y avena. Por lo tanto, la cantidad de almidón que llega al intestino delgado es mayor para maíz y sorgo: 30-40% (Fernández Mayer, 1998). Después, la glucosa formada mediante esta digestión, una vez en el intestino, es absorbida y transportada al hígado: donde contribuye al suministro.
Durante la lactancia, la glándula mamaria tiene una alta prioridad para la utilización de glucosa, aquí se utiliza principalmente para la formación de lactosa – o azúcar de la leche -, un disacárido formado por una glucosa y una galactosa (Figura 1).
La cantidad de lactosa sintetizada en la ubre, está estrechamente ligada con la cantidad de leche producida cada día.
La concentración de lactosa en la leche es relativamente constante, el agua se agrega a la cantidad de lactosa producida por las células secretoras hasta lograr una concentración de lactosa de aproximadamente 4,5%.
Así, la producción de leche en las vacas está altamente influida por la cantidad de glucosa derivada del propionato producido en el rumen.
Figura 1. Lactosa
La glucosa también se convierte a glicerol que se utiliza para la síntesis de los triglicéridos de la grasa de leche. La energía requerida para la síntesis de grasa y lactosa se obtiene de la combustión de las cetonas, pero el acetato y la glucosa también pueden ser utilizadas como fuentes de combustible para las células de muchos otros tejidos.
El acetato y [beta]-hidroxibutirato se utilizan para la formación de los ácidos grasos encontradas en la grasa de leche. La glándula mamaria sintetiza ácidos grasos saturados que contienen de 4 a 16 átomos de carbono (ácidos grasos de cadena corta y media).
Alrededor del 20–30% de la grasa de la leche es sintetizada en la glándula mamaria (síntesis de novo). La otra parte, que contiene parte de...