El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha confirmado un aumento en la eficiencia del regadío en el campo español.
Este incremento en la eficiencia se enmarca dentro del plan de modernización del regadío más ambicioso de la historia reciente, que contempla una inversión público-privada de más de 2.400 millones de euros entre 2022 y 2027.
El objetivo principal de este plan es optimizar el uso del agua en la agricultura, un recurso cada vez más escaso debido a la disminución de las precipitaciones y el aumento de la frecuencia de eventos climáticos extremos.
Según los datos del MAPA, en 2022, el 78,96% de la superficie de regadío en España empleaba sistemas eficientes, lo que ha permitido reducir el consumo de agua en un contexto de creciente preocupación por la sequía.
A pesar de los avances en eficiencia, en 2023 se registró una disminución del 1,52% en la superficie regada. Este descenso es atribuido principalmente a la severa sequía experimentada durante el año hidrológico 2022-2023, que afectó de manera significativa a las áreas agrícolas dependientes del riego.
En términos de cultivos, el olivar es el que ocupa la mayor superficie bajo riego en España, con 874.564 hectáreas, lo que representa el 31,37% de su superficie total.
Le siguen los cereales, con 761.565 hectáreas, y los frutales no cítricos, con 449.155 hectáreas.
Estos datos reflejan la importancia de la modernización del regadío en la sostenibilidad de estos cultivos, especialmente en un escenario de cambio climático.
El esfuerzo del MAPA por mejorar la eficiencia del regadío no solo tiene un impacto directo en la sostenibilidad del sector agrícola, sino que también contribuye a la seguridad alimentaria y a la economía rural, factores clave para el desarrollo del país en el largo plazo.
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