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Retos en producción animal intensiva. El papel del hígado

Escrito por: Juan Miguel Ruiz Rodríguez - Animal Nutrition Technology Manager en IGUSOL
hígado

El hígado es un órgano central del metabolismo animal

Se ha contabilizado que realiza más de 500 funciones diferentes, además es destacable la variedad en el tipo de funciones que desempeña.

Compuesto en su mayor parte por células parenquimatosas denominadas hepatocitos, es, en la mayoría de las especies, la glándula de mayor tamaño del animal, y primer punto de paso de la sangre que transporta los nutrientes absorbidos de la dieta.

En la producción animal intensiva, y centrándonos, en este artículo, en las producciones porcinas y avícolas, los animales están expuestos a elevados ritmos de producción, esto implica unas tasas muy elevadas de paso de nutrientes y unas necesidades de desintoxicación elevadas.

Además de unos ritmos tanto anabólico como catabólico de proteínas, lípidos y carbohidratos también reseñables. Y todo esto ocurre en el hígado, es, por lo tanto, un órgano central al que hay que prestar atención y cuidar para que el animal pueda responder adecuadamente a su potencial genético.

 

PRINCIPALES FUNCIONES DEL HÍGADO

Repasaremos algunas de las funciones más importantes del hígado para tomar perspectiva de su importancia en el metabolismo del animal.

DIGESTIÓN

Siendo el hígado clave para la digestión y absorción de grasa, es fundamental resaltar que su buen funcionamiento repercutirá de forma positiva en el aprovechamiento del nutriente, económicamente, más reseñable de la dieta, la energía. También, una mejor absorción de grasas, implica una mejor absorción de los pigmentos de uso habitual en alimentación animal.

METABOLISMO DE LÍPIDOS

METABOLISMO DE PROTEÍNAS

Adicionalmente, los hepatocitos son los responsables de la síntesis de diversas enzimas y proteínas con funciones relevantes en la coagulación de la sangre o el sistema inmune, como son albúmina, protrombina o globulinas.

METABOLISMO DE CARBOHIDRATOS

El hígado participa, junto al páncreas, en la regulación del nivel de glucosa en sangre, convirtiendo glucosa en glucógeno o triacilglicéridos. O convirtiendo glucógeno en glucosa para elevar su nivel.

Por otro lado, ante situación de falta de glucosa y glucógeno, el hígado es capaz de convertir aminoácidos y lípidos en glucosa.

Es un órgano muy destacable en cuanto al almacenamiento de glucógeno.

METABOLISMO DE VITAMINAS

El hígado es el lugar de almacenamiento de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K). La vitamina D ingerida, ya sea D2 o D3, requiere de su “activación” para ser funcional. El primer paso de esta mencionada activación se realiza, también, en el hígado.

También, es el principal lugar de acción del metabolismo de la metionina y las vitaminas del grupo B.

ALMACENAMIENTO DE MINERALES

Es también lugar de almacenamiento de microminerales. En este aspecto se debe destacar la acumulación del hierro, ya que en el hígado ocurre la destrucción de los glóbulos rojos tras su vida útil.

DESINTOXICACIÓN

El hígado es el sitio más importante para la desintoxicación del organismo animal, ya sean toxinas producidas por el propio animal (productos de desecho de la destrucción de hematíes, amonio, etc.) o de su microbiota, u otras sustancias tóxicas procedentes de la dieta o medicación (micotoxinas, metales pesados, antibióticos, etc.).

Cuenta con un amplio número de enzimas específicas CYP450 que identifican moléculas potencialmente tóxicas, las oxigenan y catabolizan.

Consecuentemente, se genera un gran número de compuestos de oxidación que pueden desencadenar la inflamación del hígado, por lo que es muy importante que se mantenga una cantidad suficiente de antioxidantes hepáticos.

CÉLULAS DE KUPFFER

Son macrófagos ubicados en los espacios sinusoidales, por lo que, se encuentran entre las vías de suministro de sangre al hígado y los hepatocitos.

Son la principal herramienta del animal para eliminar los patógenos que entran en el tejido sanguíneo desde el intestino. Además, estas células contribuyen a la destrucción de productos de desecho del organismo.

GLÁNDULA Y REGULADOR DEL SISTEMA ENDOCRINO

Los hepatocitos son los responsables de la síntesis de diversas hormonas: prostaglandinas, angiotensina, etc.

El hígado también puede activar ciertas hormonas. Y resulta fundamental en la regulación endocrina del organismo al inactivar y catabolizar hormonas.

 

PROBLEMÁTICA EN LA PRODUCCIÓN ANIMAL INTENSIVA

Como vemos, el hígado es un órgano extremadamente importante. De ahí que cuando se compromete, por ejemplo, por intoxicaciones, repercuta negativamente en distintos factores de producción.

Comentaremos brevemente dos casos de particular interés por estar los animales bajo un esfuerzo importante por parte del hígado.

EL HÍGADO EN LA GALLINA REPRODUCTORA

Al contrario de lo que ocurre en mamíferos, en las aves la síntesis de grasa es mayor en el tejido hepático y muy limitada en el tejido adiposo.

Debido al alto contenido de estrógenos en el ave durante la puesta, existe una estimulación en la síntesis de lípidos en el hígado. Esto es especialmente importante para la generación de la yema de huevo.

En particular, dos lipoproteínas sintetizadas en el hígado, la VLDL y la vitelogenina, son transportadoras de ácidos grasos y se estima son responsables del 60 y 24 % de la masa de la yema respectivamente.

Durante la puesta existe un riesgo de acumulación de grasa en hígado por dos motivos:

Y de ahí la importancia del síndrome del hígado graso en gallinas reproductoras.

Debido a que es necesaria la acción del hígado para la activación de la vitamina D, y ésta en su forma activa es necesaria para la regulación del contenido de calcio sanguíneo, un funcionamiento limitado o incorrecto del hígado repercutirá en la absorción de calcio, por lo tanto, repercutirá en la calidad de cáscara durante la puesta.

 

EL HÍGADO EN LA CERDA LACTANTE

Desde el periparto el hígado se encuentra en situación de riesgo. Ya que disminuye el consumo de alimento por parte de la cerda, ésta entra en balance energético negativo y comienza a movilizar grasa hacia el hígado para la obtención de energía.

Posteriormente, en la lactación, la cerda continúa bajo un enorme esfuerzo metabólico, recuperará y multiplicará por 2.5 la cantidad de alimento consumido, pero no cubrirá las necesidades energéticas que implica producir leche para un número elevado de lechones. Esto implica sobre el hígado:

Por otro lado, algunos de los componentes de la leche también se sintetizan en el hígado. Parece obvio, que cualquier proceso que comprometa la eficiencia del hígado, repercutirá negativamente en la producción de leche, y por lo tanto en el crecimiento y viabilidad de los lechones.

Tras el destete, la cerda debe entrar en celo, para lo cual se requiere una cantidad mínima de espesor de grasa dorsal, cuanto peor haya metabolizado energía el hígado durante la lactación, mayor habrá sido la pérdida de reservas corporales, e indirectamente, de grasa dorsal.

Por último, ya se comentó que sintetiza progesterona y cataboliza otras hormonas. Un correcto desempeño reproductivo, requiere de la adecuada funcionalidad de un hígado, que viene de un período en el cual se ha visto comprometido por las altas exigencias de la lactación.

 

ESTRATEGIAS DE PROTECCIÓN DEL HÍGADO

Una estrategia habitual consiste en el suplemento de donadores de grupos metilo, por ser su limitación continua o puntual, un importante cuello de botella de todo el metabolismo hepático.

También, existen fitoquímicos hepatoprotectores, que ayudan de diferentes maneras, desde aumentando la producción y liberación de bilis a estimular la síntesis endógena de antioxidantes hepáticos o aportando sus propios antioxidantes.

Por último, los hepatoprotectores más sofisticados, consisten en combinaciones de fitoquímicos que se complementen y llevan donadores de grupos metilo, entre los que se puede incluir betaína para combatir simultáneamente el estrés por calor.

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