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Prevención de la Hipocalcemia en vacas lecheras

Consideraciones para la prevención de la hipocalcemia

Una de las relaciones más interesantes en el estudio epidemiológico de Curtis et al. (1985) fue la falta de asociación del contenido de Calcio (Ca) de la dieta preparto con la aparición de fiebre de la leche.

Desde el NRC en 2001 centraron la atención en el enfoque de ajustar la diferencia catiónica-aniónica [[Na++ K+] – [Cl + S − 2]] para prevenir la alcalosis metabólica y quizás inducir una acidosis metabólica compensada.

Horst et al. (1997) plantearon la hipótesis de que la corrección de la alcalosis metabólica evitaría cambios en la conformación del receptor de la hormona paratiroidea en el hueso y facilitaría la movilización de Ca del hueso.

 

Se ha demostrado repetidamente que las dietas previas al parto con una diferencia dietética catiónica-aniónica negativa (DCAD) reducen la hipocalcemia subclínica y clínica en vacas predispuestas a la fiebre de la leche.

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No obstante, deben tenerse en cuenta varios puntos que deberían afectar la toma de decisiones para alimentar dietas con DCAD.

 

Como señalaron Roche et al. (2002), gran parte de la investigación sobre las dietas que contienen un DCAD disminuido se llevó a cabo utilizando animales que están altamente predispuestos a la fiebre de la leche (por ejemplo, vacas Jersey a partir de su tercera lactancia).

Moore y col. (2000) informaron que aunque la inclusión de sales aniónicas en la dieta de las vacas Holstein de primera lactancia indujo efectivamente una acidosis metabólica compensada:

El alivio de la hipocalcemia puede ocurrir al disminuir el contenido de cationes (Na y K) de la dieta administrada durante el período preparto sin agregar aniones a través de fuentes a base de minerales o ácidos (HCl).

Las investigaciones existentes en la literatura son ambiguas sobre si una reducción del K en la dieta y una DCAD moderada son suficientes para evitar la fiebre de la leche o si los rebaños predispuestos a la fiebre de la leche podrían beneficiarse de dietas con una DCAD de −10 a −15 meq/100gr de MS.

 

Goff y Horst (1997) indicaron que una reducción del K de la dieta al 1,1% de la MS era suficiente para evitar la fiebre de la leche clínica en las vacas Jersey multíparas; sin embargo, la incidencia de hipocalcemia subclínica no se redujo.

Un área final de investigación que no encaja directamente en los programas DCAD pero que ha estimulado el interés en el área del metabolismo del Ca es la inclusión de la zeolita en las dietas de vacas lecheras.

 

El equilibrio negativo de Ca induce a que los mecanismos homeostáticos de Ca se regulen al alza, de modo que se atenúe la grave disminución del Ca sérico al inicio de la lactancia (Horst et al., 1997).

Sin embargo, esta dramática restricción de Ca dietético es difícil de lograr con los alimentos disponibles. La zeolita puede unirse al Ca en el sistema digestivo haciendo que no esté disponible para la absorción intestinal y, de esa manera debería restringir drásticamente la entrada de Ca para inducir un balance de Ca negativo en la vaca antes del inicio de la lactogénesis.

 

Thilsing-Hansen y Jorgen-sen (2001) informaron que la suplementación dietética con Zeolita antes del parto previno la fiebre de la leche y la hipocalcemia subclínica en las vacas Jersey. Del mismo modo, Thilsing-Hansen et al. (2002) informaron que las vacas suplementadas con Zeolita antes del parto tenían concentraciones séricas más altas de 1,25-dihidroxivitamina D alrededor de una semana antes del parto y tenían mayores niveles de Ca sérico el día del parto.

Aunque estos resultados iniciales son prometedores, se necesita más investigación sobre este suplemento para determinar la capacidad real de unión de Ca in vivo y también para determinar cualquier efecto negativo potencial sobre la biodisponibilidad de otros micronutrientes cuando las vacas son alimentadas con zeolita.

 

Es evidente que el éxito general de los programas de vacas en transición en granjas comerciales requiere la investigación del manejo de estas vacas como un sistema integrado, con las estrategias dietéticas discutidas anteriormente como un componente.

Un área emergente dentro del metabolismo y manejo de las vacas en transición es la consideración de las interrelaciones con el sistema inmunológico (Drackley et al., 2001).

Según lo revisado por Mallard et al. (1998), esta disfunción inmunológica:

 

La consecuencia de la inmunosupresión es que las vacas pueden ser más susceptibles a padecer enfermedades.

 

Waldron et al. (2003) informaron que las vacas lactantes sometidas a activación del sistema inmunológico mediante la administración de endotoxinas respondieron con cambios dramáticos en las concentraciones circulantes de cortisol, glucagón e insulina para mantener la homeostasis de la glucosa.

A la luz de estos resultados, es concebible que una respuesta inmunitaria vigorosa durante el período periparto también pueda predisponer a las vacas al desarrollo de un trastorno metabólico secundario.

 

Conclusión

La movilización de calcio en apoyo de la lactancia puede facilitarse de manera eficaz reduciendo la DCAD de la dieta alimentada durante el período preparto; sin embargo, el grado en el que la DCAD debe reducirse para aliviar suficientemente la hipocalcemia sigue siendo controvertido.

Nuestra comprensión de la fisiología nutricional de las vacas periparturientas continúa evolucionando; no obstante, la variación sustancial en respuesta a la manipulación nutricional que ocurre en las granjas lecheras comerciales es un recordatorio de que el manejo de la transición de las vacas es un tema multifacético

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