Icono del sitio nutriNews, la revista de nutrición animal

Puntos de reflexión sobre la micotoxicosis

Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la producción intensiva de animales y la salud pública, es la alta incidencia y prevalencia de hongos y sus metabolitos presentes en los granos y oleaginosas que integran los alimentos balanceados.

 

Esta problemática no es reciente, ya que durante la edad media en Europa uno de los primeros casos de micotoxicosis reportado fue atribuido al consumo de centeno contaminado con Claviceps purpurea ocasionando la enfermedad denominada “Fiebre de San Antonio” caracterizada por una alta incidencia de lesiones necróticas, signología nerviosas y alta mortalidad en infantes, su tratamiento se ligaba a rituales y ceremonias religiosas, actualmente esta enfermedad continúa presente y es conocida como ergotismo.

 

En la actualidad surgen algunos cuestionamientos que merecen una respuesta como son:

 

 

Las Micotoxinas son sustancias tóxicas que alteran el metabolismo celular y causan daño en los tejidos del organismo expuesto; aunque la presencia de micelas no está ligado a una producción obligada de Micotoxinas.

Actualmente se sabe que no necesariamente las Micotoxinas son únicamente mecanismos de defensa, de los hongos toxigénicos; de manera normal también se producen y eliminan como resultado de su actividad metabólica, esta producción se incrementa en estados de estrés para el hongo.

La severidad del cuadro clínico en la que participan lesiones tisulares y alteraciones metabólicas estará influenciada entre otros aspectos por:

Todos estos aspectos nos conducen a reflexionar …

 

En el 2003, las pérdidas económicas que ocasionaron las micotoxinas en Estados Unidos de América y Canadá se estimaron en US$ 5,000 millones de dólares, 16 años después continúan presentes a pesar de contar con grandes avances en desarrollo tecnológico y generación de información científica.

No existe un programa integral en la aplicación de medidas de prevención y control de las micotoxinas desde el desarrollo de la planta en el campo agrícola hasta los efectos de los productos terminados (leche, carne y huevo)
en la salud pública.

 

Esta circunstancia hace ineficiente e impredecible los resultados de las acciones individuales que se realicen en cada sección, lo que genera que se tenga una respuesta variable como serían el rendimiento de cosecha, mermas en almacenamiento, parámetros productivos, inmunidad etc., la severidad de la enfermedad o incluso la muerte en humanos.

 

No se debe subestimar el consumo de micotoxinas en dosis bajas (incluso cumpliendo con los estándares establecidos en la legislación sanitaria) pero constantes por el efecto acumulativo.

 

Es difícil determinar puntualmente a que se atribuyen las pérdidas por parámetros productivos debido a que hay una estrecha relación entre el efecto tóxico de las micotoxinas y el de los hongos sobre la disminución en la calidad y contenido nutricional del ingrediente, ligado a que ambas participan directamente cuando menos en la conversión alimentaria.

Bajo las condiciones de investigación al estar controladas las cantidades y tiempo de consumo de una micotoxina los hallazgos a la necropsia y las alteraciones metabólicas son predecibles y uniformes, permitiendo establecer una
correlación entre efecto y concentración.

PARA SEGUIR LEYENDO REGISTRESE ES TOTALMENTE GRATUITO Acceso a los artículos en PDF
Mantente al día con nuestros boletines
Reciba gratuitamente la revista en versión digital
REGISTRO
ACCEDA A
SU CUENTA
ACCEDER ¿Ha perdido la contraseña?

Salir de la versión móvil