Un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, de San Luis, Argentina ha realizado un estudio de cómo influye la alimentación de las vacas en la cantidad de metano que liberan al ambiente. Para lo cual, hay que considerar que el análisis de las raciones es fundamental para corregirlas y mitigar su impacto negativo.
Conforme a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, las cadenas ganaderas emiten aproximadamente 14% de los gases de efecto invernadero (GEI) –producidos durante la digestión y la descomposición del estiércol–. Conocer con precisión cómo influye la alimentación en la cantidad de gases que liberan los rodeos es fundamental para evaluar la eficiencia de las dietas.
Por esta razón, la especialista en nutrición animal del INTA San Luis, Laura Guzmán busca una manera rápida y económica de evaluar la generación y emisión de GEI de los rodeos de esta provincia argentina para poder corregir raciones y disminuir los impactos negativos en el ambiente.
En esta línea, Laura Guzmán estudia cómo influyen los ingredientes de las dietas. “De acuerdo con los resultados preliminares, la cantidad de metano emitido varió de 7% a 25 %, según las proporciones de las raciones estudiadas”, señaló y añadió: “Las dietas más concentradas y de mejor calidad son más eficientes en la conversión debido a que disminuyen la emisión de metano; en cambio, las que incluyen una pastura diferida, es decir, más fibra favorecen la emisión de este gas”.
En este ensayo realizado en el campo experimental del INTA se incluyó a ocho novillos de la raza Aberdeen Angus de 14 meses de edad con 280 kilos de peso vivo. Se evaluaron tres secuencias diferentes y se asignaron dos animales a cada tratamiento.
Durante el estudio, los animales se mantuvieron en boxes individuales con agua ad libitum por un período de 30 días. “Los primeros 25 días fueron de adaptación a cada ración y en la última semana realizamos la medición”, indicó Guzmán y agregó: “Cada control se realizó cinco horas después de la alimentación”.
Para detectar los gases emitidos por los animales se les insertó una pequeña sonda que, mediante una manguera, se conectó al aparato lector de gases. En el procedimiento de medición se lee la concentración de metano (CH4) que se encuentran en el rumen.
Ese método permitió evaluar las dietas proporcionadas y combinar alimentos en función de la generación de metano que se provoca durante la fermentación en el rumen”, expresó Guzmán y destacó: “Las raciones se podrían corregir en el momento, adaptarlas a los animales y no esperar a que una institución realice el análisis correspondiente”.
El estudio realizado por Laura Guzmán busca entender cómo es el proceso de fermentación a partir del que se generan los gases dentro del rumen de animales con distintos porcentajes de gluten feed húmedo de maíz. “Las proporciones fueron 20%, 50% y 85% en base seca”, señaló Guzmán y agregó: “Se determinó la calidad nutritiva de todos los tratamientos”.
Fuente: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, de Argentina.