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Resultados zootécnicos derivados de un programa rotacional con vacuna viva frente a coccidiosis en broilers

La vacunación frente a coccidiosis en broilers se consolida como un elemento cada vez más importante dentro de una estrategia global de prevención frente a esta enfermedad. Además de ser un tratamiento eficaz frente a la enfermedad clínica supone una mejora evidente en resultados zootécnicos cuando las vacunas se incorporan en rotación junto con los programas coccidiostáticos clásicos. Existen varios trabajos que dan testimonio y argumentan estas mejoras.

 

Cuando se evalúan ciclos de pollos antes de un proceso de vacunación (CAV), durante la vacunación (CDV) y post-vacunación (CPV) siempre se observa una mejora significativa en parámetros zootécnicos tras la vacunación. Una de las razones que explican este efecto beneficioso es la capacidad de las cepas incluidas en vacunas* para restaurar la sensibilidad de las cepas de campo de Eimeria a los aditivos anticoccidiósicos.

 

Esta evolución positiva se vio reflejada en pruebas iniciales* en el norte de Europa sobre un número limitado de animales(1). La confirmación de esta tendencia vino posteriormente con la recopilación de datos de campo en Bélgica en un estudio que incluía un total de 112 lotes vacunados y alrededor de 2.300.000 de pollos (2).

(1) Area coccidia: Evaluación zootécnica del uso de una vacuna viva frente a la coccidiosis en rotación con anticoccidiósicos en pollos de engorde: resultados de un conjunto de pruebas de campo de Bélgica y de los Países Bajos; M. Dardi,M. De Gussem y otros 2011

(2)Area coccidia: Uso de una vacuna viva de coccidiosis en rotación con coccidiostatos. Resultados de campo en Bélgica; S. Ronsmans, M. Dardi y otros, 2013

Durante el proceso de vacunación hay una sustitución progresiva de cepas salvajes por cepas vacunales cambiando así el perfil de sensibilidad de la población de ooquistes (3)

 

Durante un test de sensibilidad –AST- de una granja vacunada durante tres ciclos consecutivos con una vacuna frente a coccidiosis (3) los aislados procecentes de las granjas fueron analizados mediante PCR Técnica molecular de diagnóstico) para identificar las especies de Eimeria presentes en cada uno de ellos.

Los resultados que se muestran en la Tabla 2 indican que antes de la vacunación, las 5 especies de Eimeria que afectan a los broilers estaban presentes al final del ciclo productivo de las granjas seleccionadas indicando una alta incidencia de coccidiosis. Por otro lado, después de la vacunación, solamente apareció una especie.

Tabla 2. Resultados de la presencia de las diversas spp de Eimeria antes y después de los diferentes planes vacunales. Resultados PCR

 

En general, cuando un programa de control frente a la coccidiosis funciona, el número de especies disminuye

 

Los ASTs se realizaron de acuerdo con las bases de la World Association for the Advancement of Veterinary Parasitology (WAAVP) para la evaluación de la eficacia de fármacos anticoccidiósicos en pollos (Holdsworth et al., 2004).

Se realizaron seis ASTs separados procedentes, respectivamente, del ciclo antes de la vacunación, 1er ciclo de vacunación, 2º ciclo de vacunación, 3r ciclo de vacunación, 1er ciclo post-vacunación y 2º ciclo ciclo post-vacunación. Se utilizaron los coccidiostatos de uso en granja: salinomicina, monensina y narasina/nicarbazina.

La tabla 3 muestra el diseño de estudio para cada aislado bajo examen: diseño al azar con 6 aves/replica y 3 replicas/tratamiento. Los resultados de sensibilidad se estudiaron de acuerdo a McDougald et al. (1986) buscando el porcentaje de reducción de lesiones intestinales (Johnson & Reid, 1970) con respecto al grupo NMI: Resistencia: ≤ 30 % reducción Sensibilidad parcial: 31-49% reducción Sensibilidad completa: ≥ 50% reducción

Tabla 3. Porcentaje de reducción de lesiones intestinales según el momento del ciclo de vacunación y tratamiento antibiótico utilizado

 

En este estudio se observó que el TMLS (índice medio de lesión) antes de la vacunación fue más alto que durante y después de la vacunación y que hubo una reducción drástica en el 3er ciclo de vacunación cuando se comparó con la situación previa.

Después de 3 ciclos de vacunación, el pico OPG (ooquistes por gramo) se movió del día 28 al 21 de vida mientras que, después de la vacunación, el pico a 28 días indica el inicio de una sensibilidad parcial.

Las diferencias observadas en el estudio en todos los parámetros claramente indican que el proceso de vacunación ayudó en el incremento de la sensibilidad. Los resultados de PCR y AST indican que los ooquistes presentes en la granja antes de los ciclos de vacunación eran parcialmente resistentes.

El perfil de resistencia decreció durante la vacunación consiguiéndose con el tercer ciclo la mayor sensibilidad.

Por otra parte, después de la vacunación y aplicando el mismo programa anticoccidiósico que antes de los ciclos de vacunación, los ooquistes de campo volvieron progresivamente a un perfil de mayor resistencia.

 

En conclusión, los datos obtenidos indican que tres ciclos consecutivos de vacunación son capaces de cambiar el perfil de resistencia de los ooquistes de la granja estudiada y controlar los problemas de coccidiosis al menos durante los dos ciclos posteriores a la vacunación.

 

Por otro lado, el 2º ciclo post-vacunación ya mostró el desarrollo de ciertos niveles de resistencia indicando así que 3 ciclos consecutivos de vacunación podrían ser insuficientes para cambiar el perfil hacia un nivel completo de sensibilidad.

Esto puede ser debido al hecho de que la granja nunca había sido vacunada anteriormente y, por ello, las cepas de Eimeria habrían alcanzado un marcado nivel de resistencia. Una vez reconocidos los beneficios de las vacunas, el técnico avícola y el productor se enfrentan a diversas incógnitas sobre su utilización como es la época del año en la que puede ser más recomendado su uso y el impacto que puede esperarse en los lotes vacunados.

 

En definitiva, surgen una serie de preguntas que se han convertido en los tópicos sobre el proceso de vacunación:

Para intentar responder a estas cuestiones, se han recopilado los datos de una integración de la zona Sur de España (INASUR) que llevó a cabo un ciclo de rotación vacunal durante el periodo invernal (Diciembre 2013-Marzo 2014).

En la siguiente tabla se expresan los resultados zootécnicos de las manadas. Se calcularon las medias ponderadas de todas las manadas objeto de evaluación en los periodos de trabajo indicados anteriormente

Tabla 4. Resultados zootécnicos de las manadas según la época del año antes, durante y después de la vacunación. Resistencia: ≤ 30 % reducción Sensibilidad parcial: 31-49% reducción Sensibilidad completa: ≥ 50% reducción. FC 2,5 – Índice de conversión corregido a 2,5 kg.

 

Siempre ha existido la creencia generalizada de que, en ausencia de un promotor de crecimiento, los ionóforos pueden ejercer un papel de control sobre la flora digestiva, especialmente sobre G(+) como clostridium minimizando los problemas de disbiosis intestinal.

La ausencia de estos ionóforos (por utilización de vacunas) podría dejar expuesta al ave a una mayor sensibilidad a estos problemas y, en teoría, haría más necesaria la utilización de antibióticos con acción sobre estos patógenos.

Independientemente del poder antibiótico atribuido a estos ionóforos, la prueba de campo nos indica que la utilización de antibióticos no ha sido superior en los ciclos de vacunación.

 

Gráfico 1. Gasto general en medicación por cada 1000 pollos durante los ciclos de vacunación

 

Gráfico 2. Peso final y conversión corregida a 2,5 kg en todos lo ciclos desde sept 2013 hasta junio 2014

A continuación se muestran una serie de gráficos con los resultados zootécnicos de los ciclos cerrados en los diferentes meses a lo largo del periodo de estudio. En el siguiente gráfico se expresa el peso final y la conversión corregida a 2,5 kg.

La línea transversal la indica la media de peso y conversión en ambos casos en todos los ciclos. Podemos ver que en todos los meses durante la vacunación los parámetros han tenido valores que se sitúan en la media o mejor que la media (2.920/1.769).*

*Incluso durante el primer mes de utilización de HIPRACOX, el parámetro índice de conversión ha sido numéricamente mejor que la media.

En esta experiencia, la utilización de vacuna no ha supuesto un incremento en la utilización de medicamentos digestivo o de otro tipo. Más bien al contrario, lo que se ha visto es una mejora en este concepto (estadísticamente significativa) que perdura después de la vacunación.

La respuesta a la pregunta es que el proceso de vacunación no tiene por qué suponer un mayor gasto de medicación en las manadas.*

*En este caso concreto, la utilización de HIPRACOX® mejora de hecho este aspecto.

 

En este estudio, el coste de producción (euros/1000 kg PV) está siempre por debajo de la media (923 €) en los meses con ciclos de vacunación.

Ya desde el primer ciclo de vacunación se ha visto una tendencia positiva que se mantiene en todos los ciclos vacunados. El coste incluye el valor de la vacuna aplicada al primer día de vida.

En cuanto al IEEP, durante los ciclos de vacunación, los valores se sitúan en la media o por encima de la media (309)

En una media ponderada de los diferentes periodos, los valores resultantes en costes son numéricamente mejores en los ciclos en los que se ha utilizado vacuna.

Gráfico 4. Media ponderada de costes de producción de todos los ciclos

 

CONCLUSIONES

 

La decisión sobre la utilización de vacunas frente a coccidiosis en sustitución de los coccidiostatos o en rotación con los mismos debe tomarse en base a criterios técnicos y económicos valorando las épocas del año en las que puede haber una mayor presión infectiva o factores que puedan predisponer a un mayor desequilibrio intestinal.

Aunque puedan existir unas pautas más o menos pre-fijadas sobre el mejor momento del año para realizar una rotación vacunal y aunque existan ya unos ciertos “dogmas” sobre los resultados de aplicación de una vacuna, este trabajo ha demostrado que la aplicación * -incluso en una época del año no habitual (invierno)- no ha provocado una merma en resultados zootécnicos.

Tampoco los primeros ciclos de vacunación han tenido mermas en resultados comparados con los ciclos anteriores. Todo ello nos indica que sobre el proceso de vacunación no se debe generalizar sobre los productos a aplicar ni sobre el mejor momento de su aplicación.

Ni tampoco deben asumirse mermas en resultados durante los primeros ciclos de vacunación. El resultado de este estudio abre todavía más las miras sobre cómo y cuándo deben utilizarse las vacunas frente a coccidiosis e invita a profundizar un poco más en la decisión sobre la estrategia y el producto a elegir ya que:

 

 

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