Para una población mundial prevista de 9.700 millones de personas para 2050 (Naciones Unidas, 2019), se pueden identificar las principales limitaciones y desafíos para nuestra capacidad de satisfacer la demanda alimentaria de proteínas animales.
La heterogeneidad geográfica en la producción animal, así como en las poblaciones, están bien documentadas en la literatura. En la actualidad, según el modelo de evaluación ambiental de la ganadería mundial de la FAO, las regiones de Asia oriental, meridional y sudoriental producen una gran cantidad de proteínas animales, similar a la producida por las Américas y Europa juntas (aproximadamente 29 y 33 millones de toneladas, respectivamente), mientras que todas las demás partes del mundo producen aproximadamente 13 millones de toneladas.
La producción de proteínas a partir de animales se basa en diferentes sistemas de cría de animales, todos los cuales tienen un impacto medioambiental significativo, por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los animales y el estiércol, los contaminantes del aire y el agua y una elevada demanda de energía para la producción de alimentos y piensos. Esto constituye un problema importante en el contexto de los límites planetarios emergentes y los umbrales de sostenibilidad, y es necesario pensar en cómo reducir estos impactos dentro de los sistemas intensivos y semiextensivos que probablemente seguirán siendo una base sólida para la producción futura.
Los sistemas existentes se han ido desarrollando progresivamente a partir de la segunda mitad del siglo pasado, principalmente en Europa y América del Norte, donde la producción de proteínas supera ya la demanda humana, y han conseguido aumentar drásticamente la productividad en estas regiones, proporcionando seguridad y protección alimentaria a un coste económico relativamente bajo y con una “calidad” razonable (rasgos organolépticos y contenido nutricional).
Esta abundancia de alimentos, unida al desarrollo socioeconómico de las poblaciones humanas y a las amenazas del cambio climático global adverso, ha aumentado progresivamente la conciencia relacionada con el bienestar animal y el impacto medioambiental de la producción animal.
En la actualidad, estos aspectos influyen en las políticas gubernamentales de los distintos países en la búsqueda de soluciones viables a nivel nacional y mundial, garantizando al mismo tiempo la disponibilidad de alimentos para las poblaciones.
Los impactos ambientales pueden mitigarse mediante cambios controlados en estos sistemas de producción: la intensificación de …
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J. Simões, D. Moran, S. Edwards, C. Bonnet, A. Lopez-Sebastian, P. Chemineau,
Departamento de Ciências Veterinárias, Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro, Quinta de Prados, 5000-801 Vila Real, Portugal
Global Academy of Agriculture and Food Security, The Royal (Dick) School of Veterinary Studies and The Roslin Institute, The University of Edinburgh, Easter Bush Campus,Midlothian EH25 9RG, United Kingdom
Newcastle Univ, School of Natural & Environmental Sciences, Newcastle Upon Tyne NE1 7RU, UK
Toulouse School of Economics, INRAE, University of Toulouse I Capitole, 1 place de l’Université, 31080 Toulouse Cedex 6, France
Spanish Natl Inst Agr & Food Res & Technol INIA, Dept Anim Reprod, Madrid 28040, Spain
UMR Physiologie de la Reproduction et des Comportements, INRAE, CNRS, IFCE, Université de Tours, 37380 Nouzilly, France
World Association of Animal Production (WAAP), Via Tomassetti, 3, 00161 Roma, Italy
Fuente: https://www.sciencedirect.com/journal/animal/vol/16/issue/7