La producción de leche de las vacas está directamente relacionada con la cantidad de alimento que consumen. Cuando las vacas son restringidas, tanto por condiciones ambientales o por carga animal –a poco espacio de pasto por cabeza de ganado–, el potencial productivo es más alto. Por cual, es necesario que se implemente una suplementación nutricional que permita aumentar el consumo de materia seca del ganado, y que al mismo tiempo resulte económica para pequeños productores.
Esto es aseverado por Juan Carlos Rojas de la Universidad Nacional de Colombia, UNAL, quién posee un magíster en Producción Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UNAL y es miembro del Grupo de Investigación en Nutrición Animal. Esta afirmación la realizó, luego de implementar 3 alternativas de suplementación alimenticia al ganado bovino perteneciente a pequeños productores del municipio de Ubaté, Cundinamarca,
El zootecnista Juan Carlos Rojas indicó que “Con el proyecto buscábamos aumentar la producción de leche de las vacas de más de 371 pequeños productores, por lo que primero se hizo una caracterización de estos animales respecto a raza, peso, número de partos y toma de muestras de forraje, entre otros aspectos, de tal manera que se pudieran conocer sus requerimientos nutricionales”.
Una vez tomadas las muestras se analizó el balance nutricional, que evidenció una deficiencia en el consumo de alimentos con cargas energéticas y de minerales, lo cual llevó a proponer tres tipos de suplemento alimenticio basados en el nivel de producción de leche.
Estos suplementos fueron aplicados a tres grupos de ganado bovino categorizados en baja, mediana y alta producción de leche.
- En el grupo de baja producción se implementaron subproductos económicos como salvado de maíz y de trigo, germen de malta, torta de palmiste y harina de arroz;
- En el de mediana producción se probaron concentrados y alimentos comerciales y maíz molido y;
- En el de alta producción alimentos con mayor carga energética y proteica, como aceite de palma, maíz molido y torta de soja.
El investigador explicó que “Al probar todos los tipos de suplemento en los distintos grupos, la respuesta fue que con la implementación de los tres tuvimos estadísticamente la misma cantidad de leche por animal, es decir que no hubo diferencia entre el suplemento de baja, mediana o alta calidad”.
¿Cuál es la alternativa más económicamente viable?
Frente a la implementación del suplemento alimenticio con palma de aceite, la investigación mostró que este alimento generaría más gastos para el productor por el alto precio que tienen en la industria los aceites para consumo animal y la poca rentabilidad frente a la producción de leche con más grasa.
En este punto, Juan Carlos Rojas señaló “Aunque los aceites en general para el consumo animal agregan mayor cantidad de grasa en la leche, la rentabilidad por el uso de aceite de palma o de cualquier otro tipo no justifica la inversión. El solo hecho de transportar el alimento ya genera un costo elevado”.
En el contexto de este proyecto experimental, el investigador colombiano de la UNAL recomienda implementar suplementos alimenticios por subproductos, siempre y cuando sean aplicables a animales restringidos, en tanto la suplementación de mayor calidad se puede utilizar en ganado que haya superado esa restricción.
Fuente: Agencia de Noticias Universidad Nacional de Colombia