La alimentación de terneros de cebo supone en la actualidad la partida de gasto más importante situándose entre el 60 y 70% de los costes totales por ternero.
Uno de los mayores retos que se presentan en la actualidad es mejorar el aprovechamiento de los nutrientes ofertados al animal y minimizar el número de bajas debidas a un mal manejo de la alimentación (Bagley, 2001).
Una forma de mejorar el aprovechamiento del alimento es la inclusión de ciertos aditivos en los concentrados con el fin de mejorar la digestibilidad y mantener en un estado óptimo el sistema digestivo del animal.
Solo los problemas de acidosis pueden llegar a suponer el 30% de las bajas en cebaderos, por lo que es muy importante tenerlos en consideración en todo momento (Hernández, 2014)
Uno de los problemas más comunes en cebaderos son los casos de acidosis clínica y subclínica debidos a la utilización de dietas altas en almidón y CNFs o raciones desequilibradas, así como la aparición de timpanismos ruminales.
Esta patología se presenta principalmente por el acúmulo de Acido D (-) láctico, el estero isómero dextrógiro del ácido láctico por la aparición de una fermentación ruminal excesiva debida a la sobrecarga de concentrado en la ración y bajos niveles de fibra neutro detergente efectiva.
Fórmula estructural del ácido láctico
Vázquez (2007) propone tres causas principales de la aparición de acidosis en terneros:
- Excesiva ingesta de carbohidratos rápidamente fermentables
- Inadecuada capacidad amortiguadora del rumen
- Inadecuada adaptación de la microflora ruminal (Tabla 1)
Tabla 1. Causas susceptibles de provocar ALR en terneros de cebo.(Vázquez, 2007)
REGULACIÓN DE LA FERMENTACIÓN RUMINAL & PREVENCIÓN DE LA ACIDOSIS
Una alternativa para controlar el proceso de fermentación ruminal y disminuir la aparición de patologías digestivas como la acidosis es la inclusión de aceite de cáscara de anacardo en la dieta.
El aceite de cáscara de anacardo es un aceite funcional que contiene varios compuestos fenólicos como el Cardanol (3-n-pentadecylphenol) y Cardol (5-n-pentadecylresorcinol), que le confieren la capacidad de actuar como ionóforo. (Nagabhushana et al., 1995), (Toyomizu, 2002).
Fruto de anacardo
Este aceite tiene la capacidad de formar derivados lipofílicos con alta afinidad hacia iones como el Fe2+, el Cu2+ o el Zn2+ lo cual implica la capacidad de transportar iones a través de membranas celulares y le confiere la capacidad de regular los niveles de pH.
El nivel de actuación de este aceite va más allá, ya que por su actividad también es capaz de hacer una selección sobre la flora ruminal principalmente protozoos y bacterias Gram+.
Este proceso junto con una mayor digestibilidad de la fibra y del almidón favorece la formación de AGV, incrementando los niveles de Ac. Propiónico y reduciendo los niveles de Ac. Acético y Ac.Butírico sin provocar un estado de acidosis (Tabla 2).
Tabla 2. Medias para la concentración de ácido acético,ácido propiónico, ácido butírico, AGV totales y relación Ác. acético/ Ác. propiónico. (Coneglian, 2009)
Por otra parte, diversos estudios demostraron que la inclusión de aceite de cáscara de anacardo en la dieta favorecía el incremento de la ingesta de materia seca y la digestibilidad en terneros de cebo alimentados tanto a base de concentrado y paja como a partir de dietas con alto contenido de forraje (Coneglian, 2006)(Tabla 3).
En este estudio se observó como el uso de aceite de cáscara de anacardo favorecía el aumento de la ingesta de materia seca, fibra, CNFs, y proteína así como el incremento en su digestibilidad.
Un aumento de la ingesta va a conllevar también un aumento de la cantidad de fibra ingerida, que provocará en el animal un incremento de la rumia y mayor producción de saliva que ayudará a regular los niveles de pH ruminal y aumenta la capacidad de neutralizar los ácidos neo formados (Owen,1998).
También es importante el aumento en la digestibilidad de la proteína provocado por el aceite de cáscara de anacardo, dado que a raíz de la proteólisis ruminal como indica Castillo et al, (2006), se forma amonio, el cual contribuye a evitar el descenso del pH ruminal al tener características neutralizadoras de la acidez.
En un estudio realizado por Coneglian, (2006) se observó que la inclusión de aceite de cáscara de anacardo en la dieta alta en concentrado para terneros mejoraba los niveles de pH ruminal respecto al grupo control al que se administraba monensina.
En este mismo estudio los niveles de nitrógeno amoniacal eran superiores, por lo que se abalaba el uso de este aceite para regular el pH ruminal y disminuir el riesgo de acidosis (Tabla 4).
Tabla 3. Medias para ingestión y digestibilidad aparente total de la materia seca, materia orgánica, fibra neutro detergente, extracto etéreo y carbohidratos no fibrosos.(Coneglian,2009)
Tabla 4. Medias para la concentración de pH ruminal y nitrógeno amoniacal en terneros de cebo (Coneglian, 2006)
Otro punto importante en lo que a sanidad digestiva se refiere en cebaderos es la aparición de diarreas por coccidios y la aparición de muertes súbitas debido a entero-toxemias provocadas por cepas de Clostridium.
Una de las causas principales de la aparición de diarrea por coccidios suele ser
- El hacinamiento
- Un mal manejo de la higiene de las instalaciones.
Esta patología causada entre otros por protozoos del género Eimeria suelen provocar daños a nivel de la pared intestinal que va a dificultar la absorción de los nutrientes.
Las consecuencias observadas en estos animales además de la propia diarrea son:
- Bajas tasas de crecimiento
- Empeoramiento de los índices de conversión
De esta manera será necesaria la permanencia en cebadero más tiempo para obtener el peso ideal y generando un coste mayor por cada Kg de carne.
Dada la actividad como ionóforo de los compuestos activos del aceite de cáscara de anacardo (CNSL) este tiene una actividad contrastada frente a coccidios.
Este aceite actúa a nivel de esporozoitos y merozoitos, atravesando la pared del parásito y creando un desajuste en el equilibrio iónico que afecta a la supervivencia del parásito.
Murakami et al, (2014) demostraron que el índice de lesión intestinal disminuía significativamente en animales suplementados con aceite de cáscara de anacardo.
Por otra parte, Muroi (2003) demostró que por las características de los fenoles presentes en el aceite de cáscara de anacardo este tenía actividad frente a bacterias Gram+, resultando una buena alternativa frente a cepas de Clostridium.
A la hora de establecer una estrategia nutricional en terneros de cebo, el aceite de cáscara de anacardo supone una alternativa muy eficaz y rentable previniendo la aparición de patologías digestivas provocadas por la dieta así como otras provocadas por organismos como coccidios y clostridios.
Este aceite puede realizar una labor muy importante generando mayor salud a nivel digestivo y mejorando la sanidad a través de la alimentación en cebadero.
La bibliografía será facilitada bajo petición