Las dietas de pollos de engorde se caracterizan por una alta densidad de nutrientes con un bajo contenido de fibra.
La mejora de la conversión alimenticia es uno de los objetivos más importantes de la nutrición avícola comercial. Sin embargo, esto solo se adquiere si se asegura la salud de los pollos. La salud y el bienestar de las aves de corral son cuestiones fundamentales en el manejo nutricional. |
Varios informes han investigado los efectos beneficiosos de agregar cáscara de avena u otros tipos o fracciones fibrosas en la dieta de los pollos de engorde en el desarrollo de la flora bacteriana benéfica.
Una microflora sana pueden disminuir la incidencia de problemas intestinales como la enteritis necrótica (Mateos et al., 2002).
La adición de alimentos fibrosos diluye la energía de la dieta y puede mejorar la motilidad y la función del tracto gastrointestinal (TGI).
Los estudios realizados por varios investigadores (Hetland y Svihus, 2001 y Shakouri et al., 2006) informaron que la dieta con inclusión de fibra no comprometió el crecimiento de los pollos de engorde.
También se demostró que los efectos beneficiosos de la fibra están relacionados con la disminución del pH de la molleja, que se acompañó de una mayor utilización de nutrientes.
UN REPASO POR EL TRACTO DIGESTIVO DE LOS POLLOS
Las aves de corral se clasifican como animales monogástricos (no rumiantes). Por lo tanto, las aves de corral tienen una capacidad limitada para digerir celulosa y otros carbohidratos complejos en comparación con los rumiantes.
La digestión del alimento incluye la descomposición física y enzimática de los ingredientes. Esta descomposición produce elementos químicos que son lo suficientemente pequeños como para ser absorbidos a través de las vellosidades en la pared intestinal y hacia el torrente sanguíneo.
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En las aves, el pico funciona de manera similar a los labios, no hay dientes y el sentido del gusto es limitado.
El buche es un divertículo del esófago, y su función principal es almacenar el alimento.
El esófago termina en el proventrículo o estómago glandular. Aquí, las glándulas secretan pepsinógeno y ácido clorhídrico (HCl). Siguiendo al proventrículo, la molleja es un órgano muscular con crestas internas que se contrae rítmicamente y muele el alimento húmedo en una pasta suave.
El intestino delgado incluye tres segmentos:
- duodeno desde la molleja hasta la entrada de la bilis a través de los conductos hepáticos
- yeyuno desde la entrada de los conductos al divertículo de Meckel
- íleon desde el divertículo de Meckel hasta la unión ileocecal
Las partículas de alimento salen de la molleja y entran en el duodeno, donde se secretan las enzimas pancreáticas y los ácidos biliares.
Grandes proporciones de enzimas digestivas que hidrolizan carbohidratos, proteínas y grasas se secretan en el intestino delgado. Las ondas de contracciones musculares, es decir, la peristalsis duodenal, refluyen el contenido duodenal hacia la molleja, lo que aumenta la hidrólisis y absorción de grasas.
El intestino grueso de las aves de corral consta de:
- recto
- colon
- dos ciegos
Los ciegos se encuentran en la unión del intestino delgado y grueso y allí ocurre la fermentación microbiana.
El colon es el lugar principal de absorción de agua. El alimento, la orina y las heces residuales no digeridas se eliminan a través de la cloacas. Todo el tracto digestivo se ilustra en la Figura 1.
Figura 1. Tracto gastrointestinal de pollo.
Adaptado de Mossami, 2011
HABLEMOS DE FIBRA
Fibra es un término genérico que se refiere a las paredes celulares del tejido vegetal que incluyen principalmente lignina, celulosa y hemicelulosas. La fibra es un material heterogéneo nutricional, química y físicamente. Puede dividirse en fibras solubles que son viscosas y fermentables y fibras insolubles.
- La fibra dietética es un componente de las plantas que no es digerible por las enzimas endógenas
- La celulosa, la hemicelulosa y la lignina constituyen los componentes de la fibra detergente neutro (FDN)
- La lignina y la celulosa constituyen los componentes de la fibra detergente ácido (FDA)
Según McDonald et al. (2002) los carbohidratos en la alimentación incluyen dos fracciones:
- Fibra cruda (FC)
- Extracto libre de nitrógeno (ELN)
La fibra cruda es la fracción obtenida luego de hervir el alimento con solventes y álcali. Consta de una proporción variable de polisacáridos insolubles sin almidón (PNA) y contiene celulosa, hemicelulosas y lignina.
En la nutrición de especies monogástricas se utiliza el término «fibra dietética». La definición de fibra dietética es: «La composición de los residuos de la pared celular vegetal que son resistentes a las enzimas en el intestino delgado».
La fracción de polisacáridos sin almidón (PNA) se puede dividir en PNA solubles e insolubles:
FIBRA SOLUBLE E INSOLUBLE
Tanto las fibras solubles como las insolubles tienen varias funciones en los procesos de digestión y absorción en el tracto gastrointestinal.
El salvado de trigo, que se clasifica como fibra insoluble, eleva el peso y el volumen de las heces y disminuye el tiempo de tránsito intestinal en los animales no rumiantes, esto es debido al aumento de la masa de células bacterianas, fibra no digerida y agua.
La fibra soluble en los cereales, particularmente en el trigo y la cebada, puede tener efectos adversos sobre el TGI en las aves de corral, como una reducción de la conversión del alimento y un aumento de la humedad y la materia orgánica en las heces.
Jørgensen y col. (1996) demostraron que la alta viscosidad en el TGI de los pollos puede deprimir la digestibilidad de los nutrientes ya que está asociada con la inhibición de la secreción de enzimas digestivas en el TGI y una disminución del porcentaje de materia seca de las excretas en los pollos.
Una dieta rica en PNA soluble aumenta la fermentación y la viscosidad intestinal en el intestino delgado de los pollos de engorde.
Sin embargo, Choct et al. (1996) y McNab y Boorman (2002) sugirieron que la adición de enzimas exógenas (como glicanasa y xilanasa) ayudaría a superar los efectos negativos de los PNAs solubles, como la disminución del aumento de peso y la disminución de la energía metabolizable aparente (EMA).
Un mayor nivel de fibra insoluble en la dieta de los pollos de engorde conduce a una mayor velocidad de tránsito de la digesta en el intestino delgado debido a la alta capacidad de retención de agua de la fibra insoluble (Kirwan et al., 1974).
Sin embargo, Jiménez-Moreno et al. (2009) afirmaron que las cáscaras de avena están muy lignificadas y, por lo tanto, pueden tener una menor capacidad de retención de agua.
Por lo tanto, una dieta que contenga cáscaras de avena se retendría más tiempo en la molleja debido a que es mucho más lignificada y más resistente a la molienda.
Conclusiones
La adición en la dieta de cáscaras de avena al 10% toscamente molidas puede aumentar la tasa de paso de la digesta en el intestino delgado.
Dado que no se encontraron efectos negativos de la inclusión de cáscara de avena en el aumento de peso, la suplementación con ésta puede ser recomendable para pollos de engorde.
Sin embargo, los pollos que tienen acceso a la cáscara de avena o a otras fuentes de fibra en la dieta, necesitan comer más alimento que los pollos que no contienen fibras en sus dietas para compensar los valores de energía más bajos.
El nivel óptimo de inclusión de fibra, así como la fuente de la misma aún son inciertos y se necesitan más estudios para determinarlos, contribuyendo al desempeño y desarrollo intestinal de los pollos de engorde.
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