La creciente incorporación de cerdas hiperprolíficas a la cabaña porcina, fruto de los grandes avances genéticos, se ha convertido en un reto para muchos de nosotros.
Los granjeros, técnicos veterinarios y nutrólogos han tenido que modificar sus prácticas habituales para satisfacer las necesidades de las nuevas genéticas; nos hemos visto obligados a mejorar el nivel de nutrición y sanidad, tanto de la reproductora como de los lechones para poder adecuarnos a los rendimientos y exigencias de estos nuevos animales.
Adaptación de la alimentación y nutrición en cerdas hiperprolíficas
Todo ello hace que cobre especial importancia: adaptar la alimentación y la nutrición de este tipo de reproductoras no sólo mediante una nutrición por fases, adecuando los aportes a cada una de las etapas productivas y realizar una cuidada selección de ingredientes incorporados en la ración, para así satisfacer sus exigentes necesidades nutricionales.
La mayor productividad de estas cerdas está relacionada con:
- Mayor eficiencia de deposición de magro ( cerdas más delgadas y por tanto más delicadas)
- Mayor eficiencia alimenticia
- Incremento de la capacidad lechera
- Mayor número de animales gestados
- Animales con una baja capacidad de ingesta y menor rusticidad pudiendo comprometer la producción de leche y por tanto supervivencia de los lechones.
De hecho, las nuevas líneas genéticas están cambiando el concepto de la alimentación de la cerda
La importancia de los minerales en cerdas hiperprolíficas
En particular, dentro de la nutrición, es bien conocida la importancia de los minerales, nutrientes cruciales para el correcto funcionamiento del metabolismo.
Entre ellos, destacar los micronutrientes esenciales (entre ellos Zn, Cu y Mn) por su importancia a nivel de:
- Sistema reproductivo
- Formación del tejido óseo
- Óptimo funcionamiento del sistema inmune.
Sin embargo, en este punto, nos encontramos con dos hechos relevantes:
- Los niveles de minerales recomendados en la literatura están definidos sobre la base de los requerimientos para prevenir síntomas de carencias, más que para optimizar los parámetros productivos.
- La actualización de las recomendaciones es más lenta que la evolución genética.
Por ello, la inclusión de minerales orgánicos, quelados, con mayor biodisponibilidad que las fuentes tradicionales, permiten una mejor optimización de los aportes de acuerdo a las necesidades de las nuevas reproductoras.
El objetivo no es únicamente optimizar la prolificidad y fertilidad, sino también la longevidad de estas cerdas, clave para amortizar su coste, así como optimizar la homogeneidad de peso al nacimiento de los lechones y su vitalidad.
En este sentido, la utilización de Zn, Cu y Mn quelados con hidroxianálogo de metionina (HMTBa) ha demostrado en numerosas pruebas experimentales su capacidad para mejorar:
- Los rendimientos reproductivos (lechones nacidos totales y lechones nacidos vivos)
- El índice de partos de las cerdas
- Los resultados productivos de su progenie (consumo de pienso y ganancia media diaria)
- La salud ósea de las hembras y su bienestar, permitiendo aumentar la tasa de supervivencia y longevidad de las cerdas
Estos datos han sido confirmados recientemente con los resultados obtenidos de una prueba realizada en campo con Zn, Cu y Mn quelados con hidroxianálogo de metionina en España.
Para ello, se recogieron los datos de un total de 82 granjas comerciales distribuidas de forma equitativa en la geografía española, (ver tabla 1), todas con el mismo programa de nutrición (adaptado a cada una de las genéticas presentes en las granjas) y alojamiento similar.
En la prueba se incluyeron granjas de cada una de las principales genéticas presentes en el territorio: Topig, PIC, Hypor y Danbred.
Con el mismo número para cada uno de los grupos experimentales y, del total de granjas monitorizadas:
En 28 se incluyeron minerales inorgánicos como fuente mineral
En 28 se incluyeron minerales orgánicos quelados con hidroxianálogo de metionina
En 26 granjas se incluyeron otros tipos de minerales quelados (ver tabla 1).
Se monitorizaron los datos durante un periodo de dos años, tras el cual se procedió al análisis estadístico e interpretación de los mismos. A continuación, mostramos un resumen de los principales efectos observados.
Los datos recopilados muestran resultados interesantes.
La adición de minerales orgánicos mejora la productividad de las cerdas y lechones en relación al uso de inorgánicos
La utilización de minerales quelados con hidroxianálogo de metionina (Zn, Cu y Mn) demuestra un mayor efecto que el resto de fuentes utilizadas: aumenta el número de cerdas que llegan a tercer parto y disminuye la mortalidad (ver tabla 2).
Actualmente es frecuente encontrarse con tasas de reposición superiores al 50%, especialmente debido a bajas durante los primeros tres ciclos, siendo las principales causas de eliminación los problemas reproductivos, seguidos de locomotores.
Por ello, la bajada de la mortalidad junto con un aumento de cerdas que llegan a tercer parto que se observaron en las granjas donde se utilizaron minerales quelados con hidroxianálogo de metionina (Figura 1), resultan clave para optimizar la productividad de la cerda hiperprolífica y aumentar su longevidad.
Superíndices diferentes indican diferencias estadísticamente significativas entre medias (P valor < 0,05).
Así mismo, las cerdas alimentadas con minerales orgánicos a base de quelados con hidroxianálogo de metionina obtuvieron un menor número de lechones nacidos muertos y un mayor número de lechones destetados (ver tabla 3 y figura 2).
Sin diferencias entre genéticas: Los datos obtenidos se analizaron por genética, observando una evolución similar para cada una de ellas, tal y como se puede observar en la figura 3, donde se muestran los datos de mortalidad y cerdas a tercer parto para cada una de las genéticas monitorizadas.
El presente estudio permite concluir que la utilización de menores dosis de Zn, Cu y Mn quelados con hidroxianálogo de metionina, sustituyendo la adición de minerales inorgánicos (estrategia “Reducir y Reemplazar”) permite mejorar la productividad de las cerdas hiperprolíficas en condiciones comerciales.