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Utilización de trigo entero en pollo de carne: ventajas e inconvenientes

Escrito por: Gonzalo González Mateos - Universidad Politécnica de Madrid , Guillermo Talegón - Universidad Politécnica de Madrid , Houssem Kadardar - Universidad Politécnica de Madrid , Juan Carlos Abad - Director Técnico en Cobb Española , Lewis Aguirre - Departamento de Producción Agraria, Universidad Politécnica de Madrid , Mohamed Frikha - Cobb Española
trigo-entero

La utilización de trigo entero como suplemento del pienso comercial no es un concepto nuevo. De hecho, es una práctica común en el Norte de Europa desde hace más de 30 años (Forbes y Covasa, 1995; Engberg et al., 2004). Los piensos compuestos para pollos de carne sin pigmentar contienen aproximadamente un 50-60 % de trigo.

La molienda y granulación junto con el transporte representan un alto coste energético para fabricar una tonelada de pienso.

De aquí, el alto uso de trigo entero en países como Dinamarca dónde los granjeros cultivan el cereal y a la vez se dedican a la crianza de pollos.

En España, el principal motivo de la introducción de trigo entero en el pienso fue para el control del problema de camas húmedas, debidos a sus efectos sobre la salud intestinal y el funcionamiento del tracto gastrointestinal (TGI) (Ravindran et al., 2006; Husveth et al., 2015).

 

La inclusión de trigo entero mejora el funcionamiento de la molleja y reduce la incidencia de proventriculitis por lo que, a pesar del alto coste, su uso a nivel práctico aumenta.

Datos recientes sobre el beneficio del trigo entero sobre el rendimiento económico es contradictorio.

Para asegurar el éxito, la alimentación basada en la inclusión de trigo entero debe iniciarse no antes de los 7 días de edad con niveles inferiores al 5-8 %.

En la fase de acabado se recomienda niveles en torno 4-5%, teniendo en cuenta la posible problemática en matadero (contaminación de la canal y horas de ayuno).

TRIGO ENTERO Y FISIOLOGÍAS DIGESTIVAS

En los últimos años, como consecuencia de la prohibición del uso de antibióticos como preventivos en la UE, la utilización de trigo entero se ha extendido para reducir el problema de camas húmedas y su incidencia sobre la calidad de la canal.

En este particular, se ha demostrado que moliendas gruesas facilitan el funcionamiento del aparato digestivo, con mejora del estatus sanitario del TGI de las aves (Jiménez-Moreno et al., 2019).

A entender que el trigo entero, a nivel fisiológico, se corresponde con el uso de moliendas muy gruesas y por tanto los mecanismos fisiológicos que explican su actividad son similares.

 

 

EFECTOS BENEFICIOSOS

Los efectos beneficiosos de las moliendas gruesas de los ingredientes (y por tanto del trigo entero) están relacionadas con las mejoras del funcionamiento del TGI y en particular de la molleja, donde mejora el funcionamiento, con un aumento del tamaño y una reducción del pH lo que beneficia la actividad de la pepsina y enzimas.

Una molleja funcional aumenta la intensidad de los movimientos antiperistálticos, mejorando la motilidad de las paredes y la integridad de la mucosa digestiva (Svihus et al., 2004, 2010; Mateos et al., 2012; Jiménez Moreno et al., 2019).

Por tanto, el efecto positivo del trigo entero será superior cuando existan problemas de tipo digestivo.

Trabajos recientes demuestran que la inclusión del trigo entero tiene influencia sobre el control y prevención de ciertos procesos y microorganismos patógenos tales como Salmonellas, Clostridium y en último lugar coccidiosis. De hecho, Engberg et al. 2 (2004) observaron que el uso de trigo entero reducía el número de enterobacterias y de Clostridium perfringens en pollos de engorde.

UTILIZACIÓN DE TRIGO ENTERO

Metodologías

Existen varios criterios para utilizar el trigo entero en alimentación:

A En el criterio más atrevido se incluye trigo entero, a niveles moderados a altos (entre un 10 a un 20 % en el pienso de retirada) en sustitución del pienso comercial.

La gran ventaja de esta estrategia es la reducción del coste por tonelada de pienso y el aumento de la capacidad de producción de la fábrica.

El inconveniente más importante es que la dilución (top dressing) modifica el perfil nutricional de los piensos, lo que puede ser un problema cuando se utilizan niveles elevados de trigo entero en piensos comerciales con escasos márgenes de seguridad.

Además, con alto nivel de trigo entero durante largos periodos de la vida del ave, corremos el riesgo de una mayor incidencia de coccidiosis subclínica, consecuencia de la reducción de las dosis de coccidiostato, por debajo de lo recomendado.

 

B Un segundo criterio de uso, probablemente el más utilizado en la práctica consiste en sustituir un porcentaje del trigo de la dieta convencional (incorporada dentro del pellet o en la harina en su caso) por trigo entero.

 En este caso, el valor nutricional del pienso no se diluye, pero el ahorro económico queda limitado a los menores costes energéticos en la fabricación del mismo (molienda y granulación).

 En ambos casos, al añadir trigo entero separado del pienso, se debe considerar que el trigo entero no sufre proceso de calentamiento alguno y, por tanto, existe posibilidad de contaminaciones microbiológicas.

 Por otro lado, la inclusión de trigo entero modifica la textura y palatabilidad del pienso, lo que puede ocasionar preferencias bien por el pienso compuesto o bien por el grano entero por el ave.

 

Esta preferencia puede variar de granja a granja con 2 factores claves a considerar: edad del pollo y presentación (harina vs. gránulo) y tamaño de partícula (fino vs. grueso) del mismo.

A este particular, tener en cuenta que el pollito joven (6 a 8 d de vida):

Tiende a rechazar el consumo de trigo entero ya que el tamaño del grano no se adapta al tamaño del pico.

Que el trigo permanece por más tiempo en la molleja que la harina y tiende a acumularse en este órgano y las aves tienden a reducir el consumo ya que se reduce el apetito por “sentirse llenos”.

Además, el exceso de trigo en la molleja ralentiza la velocidad de tránsito del trigo entero.

 

A fin de evitar problemas de digestivos llenos y posibles contaminaciones en el centro de procesamiento por el uso de trigo entero, se debe tener en cuenta el tiempo de retirada del pienso de las aves previo al transporte.

C Un tercer sistema para incluir trigo entero en el alimento consiste en añadirlo en mezcladora junto con el resto de los ingredientes ya molidos para fabricar el pienso compuesto.

 Una vez mezclados se pasa por la granuladora, consiguiéndose un gránulo de calidad media (el grano entero perjudica la calidad del gránulo, pero el trigo “per se” tiende a mejorarlo).

 El mayor inconveniente de este sistema es que el ahorro en el coste de fabricación del pienso es mínimo, pero en contra se respeta mejor las necesidades del ave.

 

Por tanto, los efectos de la inclusión de trigo entero en el programa de alimentación de los pollos admiten numerosas variantes, que en función del tipo de granja y del manejo, pueden dar lugar a resultados contradictorios.

 A este particular, los efectos suelen ser menos ventajosos e incluso perjudiciales en relación con el consumo de pienso, cuando el trigo se ofrece a libre elección (free choice), no se da una fase secuencial de aprendizaje previa al consumo con cambios en la textura del alimento ofrecido y en la palatabilidad y falta de algún nutriente en el caso de añadir el trigo a mayores.

 

 

ESTUDIO

Inclusión de trigo entero a 3 niveles

En un reciente trabajo realizado por nuestro grupo en la Universidad Politécnica de Madrid, hemos estudiado el efecto de la inclusión de trigo entero a 3 niveles (control sin trigo añadido y experimental con 3 % de trigo de 0 a 14 d y a continuación 7,5 o 15 % de 14 a 40 d de edad en función del tratamiento) en pollos Cobb 500 alimentados con piensos con dos niveles de nutrientes (medio y alto).

Los niveles medios se correspondían con piensos típicos utilizados en España en aquel momento (2.900 a 3.100 Kcal/kg y 1,22 a 0,97 % Lys dig., según edad)

 mientras que los niveles altos se corresponden con piensos con 100 Kcal EMAn/kg y un 5 % de Lys digestible extra en cada una de las 3 fases experimentales (0 a 14 d, 15 a 29 d y 30 d a sacrificio con 40 d de edad).

 

Se utilizaron un total de 540 pollitos de un día de edad.

 Cada tratamiento se replicó 6 veces y la unidad experimental fue el departamento con 15 pollitos cada uno.

 El experimento fue completamente al azar con 5 tratamientos ordenados de forma factorial con calidad del pienso (densidad de nutrientes alta vs. media)

 y nivel de uso de trigo entero en sustitución directa del pienso comercial granulado (control, medio y alto) como efectos principales.

 Se controlaron los datos productivos a cada cambio de pienso y datos del desarrollo del proventrículo y la molleja al sacrificio.

 Los datos productivos de 0 a 40 d de edad y de desarrollo de la molleja a 40 días edad, se detallan en la Tablas 1 y 2, respectivamente.

 

a-cMedias de la misma columna que no comparten un superíndice común difieren (P < 0,05). 1Peso vivo inicial 46,7 ± 0,80 g.
2n = 18 dieta; n = 12 inclusión de trigo. 3Las interacciones no fueron significativas (P >0,05).
Tabla 1. Influencia del tipo de dieta y del uso de trigo entero sobre los rendimientos productivos en pollos de 0 a 40 días de edad1
a-bMedias dentro de una columna que no comparten un superíndice común difieren (P < 0,05).
1n = 18 para la dieta y n = 12 inclusión de trigo2 No hubo interacciones entre los efectos principales (P > 0,05).
Tabla 2. Influencia del tipo de dieta y del uso de trigo entero sobre el desarrollo del proventrículo y la molleja a los 40 días de edad.
De 0 a 40 d de edad la calidad del pienso experimental no afectó al consumo medio diario (CMD) de las aves (124 vs. 127 g/d) pero los pollos que consumieron los piensos con alta densidad de nutrientes crecieron más (82,7 vs. 80,6 g/d) y tuvieron un mejor IC (1,503 vs. 1,573) que los pollos controles.
 Sin embargo, el IC energético (Kcal EMAn/kg) fue similar para ambos grupos (4,73 vs. 4,71).
La inclusión de trigo entero en el programa de alimentación no afectó de forma significativa al consumo de alimento (124, 125 y 128 g/d para el control, medio y alto porcentaje de trigo entero, respectivamente).
Sin embargo, la GMD (83,6, 81,9 y 79,5 g/d) y los IC (1,486, 1,522 y 1,606) empeoraron con el uso de trigo, específicamente con la dosis superior (15 % vs. 7,5 % vs. 0 %). Asimismo, el IC energético empeoró con el uso de trigo entero (4,55, 4,68 y 4,93).
El uso de trigo entero aumentó el peso de la molleja vacía en términos absolutos (37, 1, 40, 7 y 40, 8 g) y relativos (1.04, 1.16 y 1,21 %), efectos que fueron significativos (P <0,05) cuando se comparó el grupo control vs. la media de los 2 grupos que incluían trigo entero (37,1 vs. 40,7 g y 1,04 vs. 1,19 %, respectivamente).
Asimismo, el pH de la molleja se redujo de forma significativa (3,09 vs. 2,55). Los datos indican que, bajo las condiciones experimentales indicadas, con crecimientos extraordinarios de los pollos (3,35 kg en pollos Cobb alimentados con piensos de alta densidad nutricional, sin trigo entero), el uso de trigo entero como diluyente del pienso comercial, no aporta beneficio productivo alguno, pero mejora el desarrollo de la molleja y reduce el pH de la misma.
CONCLUSIONES
La inclusión de trigo entero en los programas de alimentación reduce los costos y en general, mejora la productividad de las aves. El uso de trigo entero en los programas de alimentación del pollo de carne no debe ser contemplado, en el caso de España, como una estrategia económica sino de mejora de la fisiología digestiva para mejorar la productividad y por ende la calidad de la canal.
 El uso de trigo entero tiene más sentido en situaciones de alta incidencias de problemas digestivos, granjeros de pollos que sean al mismo tiempo productores de cereales y cuando se utilizan piensos con amplios márgenes de seguridad.
El principal problema del uso de trigo entero está relacionado con la reducción del consumo, más frecuente en granjas con aves sanas, niveles altos de trigo sin aprendizaje previo por parte del pollo y utilización del trigo como diluyente, lo que afecta al perfil nutricional del pienso.
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