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Vitamina E: efecto sobre la inmunidad y fertilidad en cerdos

La vitamina E es una vitamina soluble en lípidos y es el nombre genérico de todos los tocoferoles y derivados de tocotrienol que exhiben diferentes grados de actividad biológica, siendo el α-tocoferol el más biológicamente activo.

Además, es el principal antioxidante que rompe la cadena en los tejidos corporales y se considera la primera línea de defensa contra la peroxidación lipídica, protegiendo membranas celulares en una etapa temprana de ataque de radicales libres.

 

 

Indicadores del estatus de VITAMINA E

El estatus de vitamina E (α-tocoferol) en el organismo se evalúa comúnmente midiendo la concentración en plasma (o suero).

En cerdos, las concentraciones de vitamina E en plasma, tejidos, calostro y leche están directamente correlacionado con cambios en la ingesta dietética de vitamina E.

 

TOXICIDAD No se ha demostrado la toxicidad de esta vitamina en cerdos. Se han suministrados niveles de hasta 1,2gr/día 1 en las dietas de crecimiento-finalización en cerdos sin mostrar efectos tóxicos.

 

Efectos biológicos 

Efecto antioxidante

Una de las funciones más importantes de la vitamina E es como antioxidante en las membranas biológicas donde protege a los ácidos grasos poliinsaturados y otros componentes de las membranas celulares de la oxidación por radicales libres.

Las consecuencias de la peroxidación lipídica incluyen daño a las membranas, inhibición de la actividad enzimática y acumulación de productos de reacción.

La propiedad antioxidante de la vitamina E asegura la estabilidad de las membranas de componentes sanguíneos como eritrocitos, leucocitos y plaquetas y proporciona protección contra el daño oxidativo eliminando el exceso de radicales libres producidos por el estrés oxidativo. [registrados]

Normalmente, existe un delicado equilibrio entre la cantidad de radicales libres generados en el organismo y el suministro de antioxidantes para combatirlos. Por lo tanto, la producción excesiva de radicales libres o la falta de protección antioxidante pueden cambiar este equilibrio en favor del estrés oxidativo.

 

Vitamina E e inmunidad

Se ha sugerido que la suplementación de vitamina E en la dieta tiene un considerable potencial como método para conferir mayor resistencia en las cerdas y en lechones recién nacidos a enfermedades entéricas como la producida por E. coli.

La suplementación con vitamina E en lechones destetados (4-5 semanas de edad) con 220 mg/kg de alimento provocó un aumento significativo en el título de anticuerpos a un desafío con eritrocitos de oveja (Peplowski et al., 1981).

Se ha informado que la restricción dietética de vitamina E en las dietas de cerdas deprime el número de linfocitos y de células polimorfonucleares (PMN) en sangre, mientras que la restricción de selenio deprime principalmente la función de los PMN (Waryastuti et al., 1993).

El nivel óptimo de vitamina E necesario para mejorar el sistema inmunológico todavía no es claro. Los primeros estudios indican que los requerimientos de α-tocoferol para el mantenimiento de una respuesta inmune óptima en los animales puede ser mayor que los niveles recomendados para un crecimiento normal y reproducción.

 

 

Vitamina E y Rendimiento reproductivo

En varios estudios, se ha observado aumento del tamaño de la camada y reducción de la mortalidad de los lechones antes del destete como resultado del aumento de la concentración vitamina E en la dieta de las cerdas durante la gestación (Cline et al., 1974; Mahan et al., 1991) o mediante inyecciones intramusculares de vitamina E y selenio (Chavez et al., 1986; Migdal et al., 1993).

Se ha propuesto que la vitamina E en la reproducción actúa como antioxidante con otros sistemas enzimáticos como el glutatión peroxidasa, para proteger el sistema reproductivo de la célula. El selenio es un componente importante de la glutatión peroxidasa.

Mientras que la vitamina E elimina los radicales libres de la membrana plasmática, glutatión peroxidasa bloquea el inicio de la peroxidación lipídica desde el interior de la fase soluble de la célula.

Por tanto, la vitamina E y el selenio actúan en sincronía para prevenir la peroxidación de lípidos celulares de los radicales de oxígeno que se producen en órganos reproductivos como el cuerpo lúteo durante la regresión.

 

 

Transferencia placentaria 

El nivel de vitamina E en el lechón recién nacido dependerá de su madre. Es sabido que en los lechones recién nacidos, las concentraciones de vitamina E en suero aumentan luego de ingerir el calostro y la leche, pero hay poca evidencia sobre la transferencia placentaria que podría determinar de ésta en el feto.

Sin embargo, la mayoría de los informes han sugerido que, antes de la lactancia, la concentración de α-tocoferol en el suero de los lechones recién nacidos es baja independientemente de si la madre cuenta o no con niveles dietéticos adecuados de vitamina E durante la gestación (Hidiroglou et al., 1995; Babinszky et al., 1991).

Los niveles bajos de α-tocoferol en plasma y tejidos de lechones recién nacidos sugiere una baja tasa de transferencia de a través de la placenta que no se ve influenciada por la suplementación dietética de la cerda durante la gestación.

 

Conclusiones

 

Sin embargo, hasta la fecha se ha encontrado que la variación del efecto de la vitamina E sobre el rendimiento reproductivo y sobre la inmunidad depende de varios factores, como:

Vía de suplementación (inyectable y/o dietética)

Status de vitamina E del animal

Duración de la suplementación

Composición de la dieta

Consumo de alimento

Tasa de crecimiento

Estrés

Hacinamiento

y un entorno que hace la recomendación de un nivel óptimo de vitamina E la suplementación en dietas para cerdos sea difícil

Fuente: Pinelli Saavedra 2003; Reprod. Nutr. Dev. 43 (2003) 397–408 397 © INRA, EDP Sciences, 2004 DOI: 10.1051/rnd:2003034

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