Como el oxígeno es sumamente importante para que las células obtengan energía a través de reacciones metabólicas, la producción de ERO y ERN siempre ocurre y se considera un proceso fisiológico normal, siempre y cuando se genere en pequeñas cantidades (Halliwell eGutteridge, 2015). |
Esta reactividad del oxígeno y la consiguiente toxicidad para el organismo dio como resultado el desarrollo de mecanismos de defensa antioxidante del propio sistema, que incluye las enzimas Superóxido Dismutasa (SOD), Catalasa (CAT) y Glutatión Peroxidasa (GPx), con el objetivo de mantener la homeostasis oxidativa. y asegurar la supervivencia celular. Sin embargo, el organismo no es capaz de garantizar la defensa por sí solo, por lo que es necesario el uso de antioxidantes no enzimáticos para contener la propagación de la oxidación (Augustyniak et al., 2010).
Se describe como antioxidante “cualquier compuesto presente en bajas concentraciones, en comparación con otros, que retrasa o previene significativamente la oxidación de sustratos oxidables”.
Tales sustancias pueden actuar directamente, neutralizando la acción de los radicales libres, o indirectamente, participando en sistemas enzimáticos con tal capacidad.
Los antioxidantes pueden ser caracterizados como sintéticos (producidos industrialmente) o naturales (compuestos fenólicos que se encuentran en productos de origen vegetal) (Ramalho y Jorge, 2006).
Entre los compuestos de origen vegetal se encuentran los aceites esenciales de pimienta roja, canela y orégano.
El orégano (Origanumvulgare L.) es una planta aromática que presenta en la composición química de sus hojas e inflorescencias hasta 1% de aceite esencial, siendo su principal constituyente el carvacrol, ha sido utilizado en experimentos por sus posibles efectos sobre el metabolismo animal, como antibacteriano, anticoccidial, antifúngico, antioxidante, antiinflamatorio y sobre el sistema inmune (Pasquali et al., 2014).
La canela (Cinnamomumverum) es un árbol de hoja perenne cuya parte interna de la corteza de su tronco es rica en aceite esencial compuesto principalmente por el ingrediente activo cinamaldehído, mientras que las hojas son fuentes de eugenol.
Las pruebas farmacológicas demostraron que el aceite esencial y su componente principal tienen actividad antibacteriana, antifúngica y antioxidante, además de tener una acción estimulante sobre las enzimas digestivas (Wang et al., 2009).
Las pimientas del género Capsicum tienen como principal compuesto activo la capsaicina, la cual es un alcaloide que ha demostrado ser eficiente para aumentar la secreción de enzimas pancreáticas e intestinales, resultando en un mejor proceso digestivo. Además de esto, en la pimienta se encuentran otros grupos de compuestos, como flavonoides, terpenoides y saponinas, tanto en el fruto como en las hojas de la pimienta (Pinto et al., 2013).
Sin embargo, si bien existen varios estudios en el área utilizando aceites esenciales y oleorresinas para aves, aún hay divergencias en los resultados obtenidos, debido principalmente a factores como:
- El tipo y parte de la planta utilizada y sus propiedades físicas;
- El tiempo de cosecha;
- El método de preparación del aditivo fitogénico;
- La compatibilidad con otros componentes alimenticios y nivel de suplementación en las dietas animales;
- Además, los resultados también varían en relación con la técnica de procesamiento de extracción del aceite y el tipo de análisis de laboratorio realizados por los investigadores (Yang et al., 2009; Paschoal et al., 2014).
Ante esto, el grupo de investigación GENCO de la Universidad Estadual de Maringá, UEM, realizó estudios con el objetivo de evaluar la adición de aceites esenciales para gallinas ponedoras desde la fase de cría hasta la fase inicial de postura (35 semanas).
Se realizó un experimento con cinco dietas experimentales: (T1) control 0 mg de aceite esencial/kg de dieta; (T2) 100 mg/kg de mezcla de aceites esenciales; (T3) 200 mg/kg de mezcla de aceites esenciales; (T4) mezcla residual 100 mg/kg fase de cría y recría; (T5) mezcla residual 200 mg/ kg fase de cría y recría.
En la fase de postura (20 a 35 semanas de edad), a las aves del tratamiento uno, solo se les proporcionó el alimento basal durante la fase de cría y recría; para los tratamientos 2 y 3, las aves recibieron el mismo tratamiento durante la fase de cría y recría; y para los tratamientos 4 y 5, las aves recibieron el tratamiento de mezcla de aceites esenciales durante la fase de cría y recría y no lo recibieron durante el período de 20 a 35 semanas. La mezcla estuvo compuesta por: Oleorresina de capsaicina (pimienta roja) + Cinnamondehyde (canela) + Carvacrol (orégano).
Como resultado, no se observaron diferencias significativas para las variables de rendimiento evaluadas: peso corporal inicial, peso corporal final, consumo diario de alimento, tasa de postura, conversión alimenticia por kilo de huevos y conversión alimenticia por docena de huevos, entre los tratamientos.
Para las variables de calidad del huevo evaluadas: unidad Haugh, gravedad específica, espesor de cáscara, porcentaje de yema, albúmina y cáscara, índice de yema y albúmina, no se observaron diferencias significativas entre tratamientos. Sin embargo, para el peso del huevo sí hubo diferencia significativa, donde los tratamientos 1, 2 y 3 tuvieron mayor peso en comparación con los tratamientos 4 y 5.
Este resultado se puede explicar por el cambio en la dieta, considerando que las aves de los tratamientos 4 y 5 recibieron aceite esencial en su dieta desde el primer día hasta la semana 18 y al dejar de recibirlo en el periodo inicial de postura hubo una disminución en el tamaño promedio de los huevos.
Por lo tanto, se puede concluir que la adición de aceite esencial en la fase inicial de postura no afecta el rendimiento y calidad de los huevos de aves de 20 a 35 semanas. No obstante, las aves que recibieron una mezcla de aceites esenciales desde 1 día de edad mostraron mayor peso de los huevos en la fase de postura de las 20 a 35 semanas de edad. |