Icono del sitio nutriNews, la revista de nutrición animal

Aspectos nutricionales del Cobre para la producción animal

cobre

Aspectos nutricionales del Cobre para la producción animal

Historia

Hart en 1928 informó por primera vez que las ratas necesitaban cobre (Cu) para el crecimiento y la formación de hemoglobina. Pronto se reconoció el papel del Cu en ovinos y bovinos.

La evidencia de la importancia del Cu cuando el exceso de Molibdeno estaba presente en las dietas de las vacas lecheras fue publicada por Fergurson y colaboradores en 1938.

En 1948 Braude observó que los cerdos que lamían las tuberías de Cu crecían más rápido, más tarde, Barber y col. informaron un aumento del crecimiento con concentraciones farmacológicas de 125 a 250 ppm de Cu (1957).

Debido a que las aves de corral y los cerdos no son rumiantes y consumen principalmente granos como el maíz y la soja, generalmente no se observa que demuestren deficiencias manifiestas de Cu y Zinc en entornos de producción donde se alimentan con dietas «balanceadas».

Sin embargo, se ha planteado la hipótesis de que la salud podría verse afectada sin signos manifiestos de deficiencia tradicional.

Funciones y mecanismos metabólicos

Sobre la base del peso corporal, la concentración de cobre en hígado y plasma es mayor en un mamífero recién nacido que en cualquier otro momento del ciclo de vida.

En la cerda, las concentraciones de Cu, Fe y Zn en el calostro son mayores que en la leche. Se ha demostrado que los mamíferos proporcionan cobre hepático al feto y al recién nacido independientemente del estado de cobre de la madre (Hill et al., 2013).

Mehra y Brenner (1984) encontraron una forma de metalotioneína (MT) en cerdos alimentados con altas concentraciones de Cu en la dieta que no estaba presente en ovejas, lo que produjo una de las primeras diferencias en los mecanismos de manejo de cobre entre especies sensibles y no sensibles al mineral.

 

Deficiencia de cobre

[registrados]

Ovinos

Una deficiencia de Cu en ovejas puede presentarse con cualquiera de estos síntomas:

1) Anemia (hipocrómica, macrocítica)

2) Ataxia neonatal

3) Trastornos óseos

4) Crecimiento y apetito deficientes

5) Queratinización defectuosa de la lana

6) Infertilidad a menudo asociada con fetos pequeños y muertos

Woollims et al. (1984) encontraron que los corderos con hipocupremias tenían tasas de mortalidad más altas en todas las edades y que la deficiencia de Cu aumentaba la susceptibilidad a la infección.

 

Underwood y Suttle (2010) señalan que al estimar el requerimiento de cobre de las ovejas, además de la edad y el estado fisiológico, se debe considerar la cantidad de Fe, S, Mo y Zn en la dieta  ya que dichos minerales afectan la absorción de Cu.

 

 

Los parásitos internos, especialmente Haemonchus contortus, son un problema importante en la producción ovina. Esto es particularmente un problema ya que las ovejas y las cabras han desarrollado resistencia a los antihelmínticos actualmente disponibles. Entre las herramientas de manejo utilizadas hoy en día, las partículas de óxido de cobre pueden ser útiles para reducir la carga de parásitos y dosminuir la contaminación de los pastos.

 

Bovinos

La deficiencia de cobre es uno de los problemas más comunes en bovinos nivel mundial:

Cuando la ingesta de cobre es inadecuada, las concentraciones plasmáticas pueden parecer normales debido a la movilización del mineral desde el hígado, sin embargo, las funciones metabólicas se comienzan a ver afectadas (Engle, 2001).

Se ha demostrado que las vaquillonas Holstein se vuelven deficientes en Cu si no se les proporciona suplementos que aporten dicho mineral.

 

  Porcinos

Los cerdos rara vez necesitan suplementos para cubrir sus necesidades mínimas si los cereales forrajeros son la base de su dieta.

El Cu farmacológico (125 a 250 ppm) en las dietas porcinas mejora la eficiencia alimenticia y el crecimiento en lechones de destete, crecimiento y finalización.

 

Aves de corral

Koutsos y Arias (2007) informaron que la adición de sulfato de Cu en la alimentación de pollos de engorde resultó en un mejor rendimiento.

Kim et al. (2016) encontraron que la concentración de Cu en la yema de huevo y las plumas podría usarse para determinar la biodisponibilidad relativa de cobre para las gallinas. Utilizando varias técnicas y parámetros estadísticos para la salud de las gallinas y la producción y calidad de los huevos, Berwanger et al. (2018) han estimado que el requerimiento de Cu de las gallinas reproductoras es de 12,5 ppm.

Intoxicación con Cobre

En ovinos, hay razas más susceptibles a la deficiencia de Cu y otras a la toxicidad, como Texel y las razas lecheras.

La toxicidad debida al Cu depende de la vía, fuente y dosis. En una intoxicación aguda por ingestión aparece irritación gastrointestinal, hemólisis intravascular, insuficiencia hepática y shock, mientras que la inyección produce insuficiencia hepática y renal.

Cuando se excede la capacidad del hígado para manejar el cobre, se presenta una intoxicación crónica como una crisis hemolítica aguda.

 

El uso de tetratiomolibdato de amonio intravenoso ha tenido éxito en el tratamiento de la toxicidad por cobre al prevenir la crisis hemolítica y reducir el daño tisular.

 

  Las cabras son menos susceptibles que las ovejas a grandes ingestas de cobre estimadas.

En cerdos, la toxicidad se observa a 500ppm y a 1000ppm da como resultado una letalidad más repentina.

 

 

 

Interrelación del Cobre con otros minerales

El molibdeno y el azufre en rumiantes pueden afectar la absorción de cobre. Se ha informado que el ganado que pasta festuca alta (Festuca arundinacea Schreb) ha reducido las concentraciones hepáticas y plasmáticas de Cu y la actividad de la ceruloplasmina ferroxidasa (Stoszek et al., 1986).

Altas concentraciones de Fe en la dieta interactúa con el Cu en el intestino y reduce su absorción.

La interrelación con hierro se informó en cerdos alimentados con una dieta baja en cobre donde el Fe hepático era el doble en comparación con los lechones alimentados con 5 a 10 ppm de Cu con 50 veces más cobre hepático (Hill et al., 1983).

 

Se sabe que el hierro aumenta en los forrajes de otoño y se reduce la absorción de cobre. Sin embargo, Underwood y Suttle (1999) plantearon la hipótesis de que la absorción de Cu se ve afectada en los rumiantes como resultado del S en la dieta, no solo del Fe.

 

Si bien no se ha informado que el aluminio altere las concentraciones de Cu, se ha descripto un trastorno llamado encefalopatía simétrica multifocal de Simmental en Canadá, Australia y Nueva Zelanda. En estudios de casos, las concentraciones de aluminio fueron elevadas y las concentraciones de Cu y Mn fueron deficientes en el hígado.

 

Por último, la suplementación a largo plazo con zinc (2000 a 3000 ppm de óxido de Zn) para cerdos de destete dio como resultado el agotamiento de las reservas de cobre en el organismo (Carlson et al., 1996).

[/registrados]

Leer también: ¿Cuáles son los minerales que nos interesan por su función antioxidante?

Fuente: Hill y Shannon, 2019. 2019; 188(1): 148–159.

Salir de la versión móvil