El estrés calórico es un tema que preocupa mucho a los avicultores por las pérdidas económicas que puede conllevar.
Las aves son una especie muy susceptible al estrés calórico.
Balance Térmico en las aves
Las aves son homeotermos, lo que quiere decir que deben mantener la temperatura corporal constante
Para compensar las oscilaciones de temperatura y mantener el equilibrio térmico, las aves disponen de una serie de mecanismos de adaptación, mediante modificaciones de su comportamiento y fisiología.
En el caso de los pollos, cuando ya están totalmente emplumados (sobre las cinco semanas de vida) es cuando son mas sensibles al estrés térmico por calor. Como aproximación, se considera que se dan condiciones ambientales de estrés por calor, cuando a partir de 27ºC, la suma de la humedad relativa y la temperatura sea mayor de 105.
Las aves totalmente emplumadas son las más sensibles al estrés por calor
Reducción de la ingesta
Cuando se combinan humedades relativas elevadas con altas temperaturas, las aves pierden capacidad de disipar calor. En situaciones de estrés térmico los pollos y las gallinas, al igual que las personas, reducen la ingesta para evitar el calor metabólico. Esta reducción no es lineal pero el problema se agudiza a medida que aumentan las temperaturas.
Las aves reducen la ingesta para evitar el calor metabólico. Por cada grado por encima de 32-38ºC, el ave reduce su ingesta un 5%
En estas situaciones, los parámetros productivos se ven reducidos y para evitarlo se deben tomar acciones a nivel de la granja que palien estos efectos.
Medidas que evitan el estrés calórico en las aves
Se deben implementar medidas de manejo así como realizar tratamientos. Una sola medida por si sola no va a solucionar el problema, sino que tenemos que combinar mejoras en el manejo, en las instalaciones, en la dieta así como en los tratamientos en el agua de bebida.
-Evitar cualquier circunstancia que provoque hacinamiento de las aves.
-En regiones cálidas se recomienda el uso de raciones de alta energía para ponedoras, sobre todo en el período inicial de producción, ya que el consumo de pienso es bastante bajo y podrían caer en déficit energético.
-En regiones cálidas, y en el caso del broiler, surge el dilema sobre la conveniencia de retirar el pienso durante las horas más cálidas del día, ya que reducen significativamente la mortalidad pero a costa de un menor aumento de peso por parte de las aves.
–Rociar desde el exterior los techos de las naves con agua.
-Emplear nebulizadores internos.
-Realizar ventilación correcta, para mantener la humedad relativa por debajo del 75% evitando corrientes de aire en las naves y zonas con ventilación defectuosa que pueden provocar un exceso de amoniaco, y se increméntelas enfermedades respiratorias.
-Realizar tratamientos en el agua de bebida.
Tratamientos en el agua de bebida para evitar el estrés calórico
- Los tratamientos en al agua de bebida son efectivos en el sentido de que nos aseguramos que el ave lo ingiera ya que en situaciones de altas temperaturas el ave no disminuye el consumo de agua de bebida como si que hace con el de pienso.
El ave incrementa un 4% su consumo de agua por cada 0,5ºC por encima de los 21ºC
- La proteína es el nutriente cuya digestión genera mayor cantidad de calor, por lo que su inclusión en la dieta se debe reducir, pero sin que los requerimientos de aminoácidos se vean mermados.
- PROMOTOR-L47 es un producto idóneo para luchar frente a los efectos del estrés calórico, ya que aporta 19 aminoácidos, esenciales y no esenciales, mediante el agua de bebida siendo todos ellos aminoácidos altamente digestibles. Al ser aminoácidos levógiros el calor metabólico generado es mínimo.
- El contenido de vitaminas del PROMOTOR-L47 también ayuda a frenar los efectos del estrés calórico en el sentido que éstas actúan como cofactores en diferentes vías metabólicas.