Los desechos cítricos, dado a su alto valor energético podrían brindan una alternativa en la suplementación de alimentación para rumiantes, principalmente en el ganado bovino.
Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, Argentina de Entre Ríos conjuntamente con profesionales de la Escuela Agrotécnica “Las Delicias” de Paraná efectuaron un estudio para evaluar la incorporación de desechos cítricos en las dietas de ganado destinado a producción de carne y leche.
Los desechos cítricos están compuestos por membranas, cáscaras, pulpa, variables cantidades de semillas y jugos. Estos residuos se obtienen tras el procesamiento de mandarinas, naranjas, limones y pomelos ocupados en la fabricación de jugos y concentrados.
El especialista en producción animal del INTA Paraná, Walter Mancuso, indicó que “Este residuo es un problema para las plantas procesadoras, debido a que se acumula al aire libre en los alrededores de las instalaciones”. También complementó “Además, se convierte en un potencial contaminante del ambiente”.
Hay que tener en consideración que en Argentina, en el noreste de Entre Ríos, la industria de jugos y concentrados genera aproximadamente 50.000 toneladas de desechos cítricos anualmente.
Tras analizar su composición química, el equipo de investigadores del INTA y Las Delicias, consideraron la oportunidad de utilizarlo como alimentación suplementaria para rumiantes, especialmente bovinos.
“Además del alto porcentaje de agua, el bagazo posee carbohidratos solubles -azúcares simples- y estructurales -hemicelulosas, celulosas y pectinas, que son fácilmente digeribles por los animales”, expresó Walter Mancuso quien junto con Julio Butus, de Las Delicias, fueron los impulsores de su incorporación como alternativa forrajera.
Las características nutricionales del desecho cítrico lo ubican como un forraje no tradicional suculento -14% a 25 % de materia seca-, energético, de alta digestibilidad en rumen, con escaso aporte proteico, con algún contenido de fibra de alta degradabilidad y rico en calcio y vitaminas.
Por lo tanto, la conclusión del equipo investigador que realizó este estudio determinó que los desechos cítricos, por su alto valor energético, se pueden incorporar a las dietas del ganado destinado a la producción de carne y de leche.
¿Cuál es el nivel de aprovechamiento y aceptabilidad de los animales
Por otra parte, Walter Mancuso señaló que “Si bien es un residuo de alto valor energético posee algunas limitaciones para su aprovechamiento en fresco, debido al elevado contenido de agua -mayor al 80%”. Además, informó que “La aceptabilidad de los animales varía según el tipo de cítrico, el tratamiento industrial de la fruta y el tiempo de almacenamiento”.
En términos generales, el orden de preferencia de los animales por el residuo es: limón, pomelo, naranja y, por último, mandarina. Además, la pulpa fresca es menos aceptada que la almacenada –comúnmente denominada “pulpa ensilada”. El especialista del INTA aseveró que “Durante este proceso se eliminan parte de los sabores y olores de los aceites esenciales y se genera una consistencia pastosa, que facilita su consumo”.
Pruebas de campo
Los ensayos realizados en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA en Concepción del Uruguay y en el tambo comercial de la escuela agrotécnica Las Delicias, determinaron que los desechos de cítricos se pueden almacenar por períodos de cuatro meses o más, sin deterioro en su valor nutricional.
Un estudio realizado en la escuela Las Delicias sobre vacas lecheras Holstein, determinó que las vacas que consumieron silaje de desecho cítrico produjeron 18% más de leche que aquellas que consumían silaje de maíz.
Sobre el punto señalado anteriormente, el especialista Walter Mancuso explicó que “aunque esa leche poseía una menor concentración de grasa y proteína, se mantiene la diferencia a favor de aquellas que consumieron bagazo cuando los resultados se expresan como producción total de grasa y proteína por vaca”.
Ensayo realizado para obtener los resultados
Para el ensayo se seleccionaron dos grupos de ocho vacas en producción, las cuales durante 61 días se alimentaron con dietas que solamente variaban en el forraje conservado que tenían disponible: silaje de maíz o silaje de pulpa de citrus -mezcla aproximada de 75% residuos de limón y 25% de naranja.
Transformando un problema en un subproducto de valor
El aprovechamiento del desecho cítrico en la alimentación de rumiantes transforma un problema en un subproducto que genera valor, tanto por los fletes que requiere para su traslado, como por la carne y leche producida en los predios dónde se lo consume.
Recomendado tanto para alimentación de novillos como de vacas de descarte para engorde y en ganado lechero, Walter Mancuso puntualizó que “su uso permite resolver faltantes estacionales o momentáneas de forrajes voluminosos de calidad”. Asimismo, aseveró que “su aporte en hidratos de carbono y fibra rápidamente digeribles lo convierten en un complemento ideal para pasturas de leguminosas o verdeos tiernos”.
Fuente: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, Argentina